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Comportamiento del café en la última década
En 2024 y 2025 se han registrado los picos más altos del precio del café, mientras en 2019 y 2020 se registraron los más bajos
En la última década, los precios del café han experimentado oscilaciones significativas, pasando por años de fuertes caídas y otros de picos históricos. En particular, los años más recientes han mostrado una tendencia al alza, reflejando un panorama económico y climático en constante cambio.
Este comportamiento ha impactado tanto a los productores como a los consumidores, y aunque los precios más altos recientes son un respiro para los caficultores, los momentos de bajos precios siguen siendo una preocupación para la industria.
Los precios del café han alcanzado sus niveles más altos en la historia reciente en el primer mes de 2025. El 22 de enero de 2025, el precio del café llegó a US$3,41 por libra, con otros registros cercanos a los $3,30 en diciembre y enero de 2024 y 2025.
Este ascenso no es casualidad, y el comportamiento actual, está relacionado con una serie de factores,entre los que destaca la grave crisis en Brasil, uno de los mayores productores de café del mundo.
La escasez de lluvias y las malas cosechas han impactado la oferta, provocando un aumento en el precio debido a la menor disponibilidad de granos. Además, la demanda ha continuado creciendo, especialmente en mercados emergentes, impulsando aún más los precios.
Otro factor que ha jugado un papel crucial es el mercado global de commodities, que ha visto una mayor especulación en el precio del café, lo que también ha contribuido a este incremento.
El cierre en la Bolsa de Nueva York para el café el 29 de enero de 2025 fue de US$3,66 por libra, lo que marca un nuevo récord en el valor del café. Este aumento refleja no solo los factores climáticos y productivos, sino también una mayor especulación en los mercados internacionales.
Si bien los últimos meses han sido de buenos augurios, no siempre ha sido así. En 2019 y 2020, el precio del café cayó a niveles preocupantes. En mayo de 2019, el precio del café tocó su punto más bajo con valores cercanos a los US$0,88 por carga, lo que reflejó un mercado saturado y una sobreproducción que desbordó la capacidad de consumo global.
Esta caída en los precios fue particularmente dolorosa para los productores colombianos y otros pequeños agricultores, quienes enfrentaron dificultades económicas debido a los costos de producción cada vez más altos.
Las razones detrás de esta baja incluyen una sobreproducción mundial, especialmente en Brasil y Vietnam, y una desaceleración en la demanda global debido a factores económicos y sociales. Durante este período, el mercado cafetero experimentó un exceso de oferta que no pudo ser absorbido por la demanda. Esto resultó en una disminución de los precios, afectando principalmente a los pequeños productores, quienes no lograron obtener un precio justo por su cosecha.
La fluctuación de los precios del café no es una novedad para la industria. Diversos factores inciden directamente en estos cambios. La oferta y la demanda son las fuerzas primarias que determinan el precio, pero factores como el clima, las cosechas, las políticas comerciales y la especulación financiera también juegan un papel esencial.
En 2019, la caída en los precios estuvo vinculada a una abundante cosecha en Brasil, el mayor productor mundial, que generó un exceso de oferta en el mercado. Además, la desaceleración de la demanda en varios mercados clave como Europa y Estados Unidos contribuyó al estancamiento de los precios.
Por el contrario, en los últimos años, los precios han aumentado debido a factores como la reducción de la producción por fenómenos climáticos extremos (sequías, heladas)que han afectado a grandes productores como Brasil y Colombia, además de un incremento en la demanda, especialmente en mercados emergentes.
Estos picos también están relacionados con la incertidumbre que rodea el futuro de la producción debido a los efectos del cambio climático, que amenaza con reducir aún más la disponibilidad del grano.
La situación en Brasil ha sido particularmente crítica. La sequía prolongada en sus principales zonas cafetaleras, junto con heladas extremas, ha afectado gravemente la cosecha de café, especialmente de la variedad arábica.
Este impacto ha sido tan fuerte que la producción de café en Brasil se estima que caerá en más de 11 millones de sacos en la próxima temporada, según los últimos informes. Esta escasez de oferta en uno de los mayores productores del mundo ha generado un aumento en los precios globales del café, que, como resultado, ha influido también en los precios del café colombiano.
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