Estos son los primeros ajustes que confirmó el Ministerio de Hacienda a la tributaria

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Desde que se presentó la propuesta de reforma tributaria del Gobierno Petro, uno de los puntos más cuestionados fue el de subir el porcentaje gravable a las ganancias ocasionales como herencias, donaciones y lo recibido en juegos o apuestas.

En su último pronunciamiento el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, destacó que si bien la meta era un régimen tributario simple en el que “ todos los ingresos son iguales, de cualquier fuente que sean”, ya no será así para los dividendos ni los ocasionales.

Aún no se conoce concretamente qué porcentaje entonces se aplicaría a estos ingresos. Sin embargo, Juan Pablo Liévano, exsuperintendente de Sociedades, recalca que la tarifa y el monto exento “deberían estar determinados por la procedencia del ingreso y la conducta que se quiera fomentar”.

Para Liévano no es lo mismo si un natural se gana la lotería o una rifa y se le grava 40%, puesto que “nadie trabajó por eso”, pero cuando se trata de una casa o un predio un impuesto tan alto eliminaría todo incentivo para, por ejemplo, vender el bien y comprar uno más grande, transacción que también mueve la economía.

“En el caso de una herencia, si las personas se mueren y les quitan el esfuerzo, los patrimonios familiares se van a ir diluyendo”, añadió.

Pero que cada ganancia ocasional esté sujeta a una tarifa distinta podría, según explicó Juan David Velasco, socio de Baker McKenzie, desincentivar el cumplimiento tributario y generar un retroceso a 2012, cuando con la Ley 1607 se había acordado 10% actual.

“Es contraproducente y hace muy onerosa la obtención de utilidades en venta de activos fijos, sin que hubiera un aliciente para que eso cambiara”, dijo el experto tributarista, quien también recalcó que “la mejor medida que podría tomar el Gobierno es mantener el 10% y así incentivar el cumplimiento”.

Otro de los cambios que anunció Ocampo fue la eliminación del impuesto de 10% que se pretendía aplicar a las exportaciones extraordinarias de oro, pues conforme al ministro “hay serias dudas de la capacidad de hacerlo efectivo por el contrabando”.

Frente a esta decisión, Velasco comentó que es adecuada, pues lejos de incentivar la minería legal en el país, era un impuesto que “pondría en una peor condición a los que cumplen la ley”.

Por otro lado, también se eliminaría del articulado la propuesta de quitar los subsidios a la gasolina en las zonas de frontera. “Creo que tiene alguna lógica porque la información que tenemos es que hay mucho contrabando, mucho abuso con esos combustibles subsidiados, pero por otra parte tendremos que, más bien, fortalecer los controles”, comentó el ministro de Hacienda.

Pero si entre ajuste y ajuste, la meta de recaudo de $24 billones que tiene el Gobierno se queda corta ¿de dónde podría ‘echar mano’? Liévano comenta que “la economía en la sombra”, es decir, de aquellos que no tributan, podría ser un primer paso, además del IVA universal, con devolución a las familias más pobres (en el caso de la canasta familiar).

“El problema de los impuestos no es solo cobrarle a la gente, sino que en la medida en que puedan hacer negocios y la economía crezca crecen los impuestos. Si pongo tarifas muy altas lo que hago es frenar la economía y el crecimiento, sobre todo cuando las pongo en sitios en los que no corresponden como el patrimonio, los dividendos o las ganancias ocasionales”, dijo el exsuper.

A lo que Velasco añade que una buena alternativa puede ser la revisión de las exenciones del IVA no justificadas y, desde el Congreso, evaluar el número de declarantes de renta en el país para que sea mayor. “Entre más declarantes con una progresividad efectiva, no sería necesario subirle los impuestos de una manera tan alta a los de mayores ingresos”, dijo.

Por ahora, y con los cambios, se estima que el primer debate del articulado podría darse hasta septiembre.