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La producción manufacturera en los primeros cinco meses del año fue de -0,7% según la encuesta de opinión industrial realizada por la Andi. Las esperanzas están puestas en el segundo semestre.
La actividad económica no repunta. Entre enero y mayo de este año, la variación de la producción manufacturera fue de -0,7% y las ventas totales cayeron 1,4%, según la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta realizada por la Asociación Nacional de Empresarios (Andi).
De los 12 sectores que hacen parte de la Encuesta, solo cuatro crecieron. Tal es el caso de refinación de petróleo, mezcla de combustibles y coquización (7,2%); otros productos químicos (5,4%); papel, cartón y sus productos (3,6%); y básicas de hierros y acero (3,6%).
“Si se excluye la refinación, los datos son todavía más desalentadores, la producción bajaría a -1,5% y las ventas a -2,10%”, explicó Bruce Mac Master, presidente de la Andi.
Para Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), esta cifra es evidencia de que la industria está siguiendo la misma ruta del comercio. “Si el comercio no vende, los industriales no producen”, destacó.
La encuesta, que se realiza con el apoyo de Acicam, Acoplásticos, Andigraf, Camacol y la Cámara Colombiana del Libro, reflejó que los sectores con caídas superiores a 10% fueron los de otros tipos de equipo de transporte, y vehículos automotores y sus motores. Para Carlos Rodríguez, profesor de Economía de la Universidad Nacional, “no cabe duda de que la caída en este sector se explica por el incremento que ha tenido la tasa de cambio”.
Los sectores de bebidas (-12%); hilatura, tejetura y acabado de productos textiles (-5,6%); minerales no metálicos (-2,7%); sustancias y productos químicos básicos (-2,2%); partes, piezas y accesorios para vehículos automotores (-2,2%), y alimentos (-0,3%) también registraron caídas.
Para Daniel Mitchell, presidente ejecutivo de Acoplásticos, uno de los gremios que participó en la encuesta, “la industria ha sido afectada por la Reforma Tributaria y cierta incertidumbre que se traslada al comportamiento de los consumidores”.
Sin embargo, desde el punto de vista de Mitchell, aunque no ha sido un buen año, el panorama no es desastroso. “No hay ninguna empresa que esté planeando reestructuraciones. Las compañías compran maquinaria, invierten y tienen proyecciones favorables para el mercado colombiano”, afirmó.
Frente a este panorama y teniendo en cuenta algunas señales de recuperación, como el aumento del consumo real de los hogares que creció 0,2% en junio, la propuesta de la Andi es la adopción de medidas de choque.
Algunas de ellas son: una transmisión rápida y efectiva de la política monetaria al mercado crediticio; diseñar políticas que fomenten las exportaciones; mantener los estímulos a la vivienda e implementar mecanismos que fomenten la formalización.
Los efectos del paro cívico en Buenaventura
Según la encuesta realizada por la Andi, 68,3% de las empresas afirmó haber sido afectado por el paro en Buenaventura. De estas, 51,4% reportó un aumento promedio de 14% en sus costos. Luego del levantamiento del paro, algunos efectos fueron las demoras y dificultades para realizar los despachos (31,9%); dificultades en la producción por el desabastecimiento de materias primas o el alto número de pedidos que no habían podido cumplir (19,4%) y los altos costos y difícil obtención de medios de transporte para mover la carga (18,1%).
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