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Internet de las cosas para mejorar la movilidad está entre las iniciativas.
Medellín se ha convertido en la capital de la innovación en Colombia por ser la ciudad que más recursos invierte en esta área. Actualmente, destina 2,14% de su PIB en actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación, cuenta con 1.690 empresas de economía naranja y posee un centro de innovación y desarrollo para fomentar el tejido empresarial en este ecosistema: Ruta N.
Estas características ayudaron a que la capital de Antioquia fuese escogida como la nueva sede para unos de los Centros para la Cuarta Revolución Industrial (C4IR) del Foro Económico Mundial (FEM), el primero de la región, que se espera que antes de que finalice el primer semestre de 2019 entre en funcionamiento. En su primer año y medio, la entidad, que será gestionada por Ruta N y cuyo lanzamiento fue anunciado ayer por el presidente Iván Duque en el foro de Davos, trabajará seis proyectos estratégicos que ya están sobre la mesa.
El primero se enfoca en mejorar los procesos y efectividad de las entidades de control usando inteligencia artificial, para identificar irregularidades en el sistema como evasión de impuestos, contrabando, cobros o recobros indebidos.
Con esta tecnología también se trabajará un proyecto para fortalecer la política criminal y la seguridad ciudadana, con el fin de integrar datos en la reconstrucción de pruebas para casos criminales; el tercer programa busca masificar la banda ancha en el país, de la mano con el Ministerio de las TIC, y definir políticas sobre la implementación de esta infraestructura.
“Vemos esta oportunidad para el Gobierno de Colombia, los gobiernos locales, y los gobiernos latinoamericanos para pensar en cómo adoptar las políticas y regulación correcta para ser ganadores de la cuarta revolución industrial”, destacó Duque.
En cuanto a la movilidad ciudadana, el nuevo Centro trabajará un proyecto a partir del denominado Internet de las cosas. En este sentido se generarán propuestas para optimizar las rutas de los buses, mejorar la calidad, seguridad y velocidad del transporte público y así fomentar su uso, y promover el uso de autos compartidos para disminuir los índices de contaminación.
“Sin duda, el mayor de los impactos positivos que traerá el Centro es el aprovechamiento de tecnologías como la inteligencia artificial o el internet de las cosas para crear oportunidades que generen condiciones de equidad para todos los ciudadanos”, explicó Alejandro Franco Restrepo, director ejecutivo de Ruta N. Según Franco, entre los beneficios que vienen con el nuevo espacio también está el posicionamiento de la ciudad y el país, lo que permitirá atraer talento y capital.
El blockchain también estará presente. Entre el Centro y el Estado se establecerán políticas públicas para adoptar el sistema en servicios digitales como votación, historia clínica, trazabilidad de multas, pasado judicial, impuestos o servicios de notarías. Finalmente, esta tecnología también espera llegar al sistema de catastro, para fomentar el manejo transparente de datos relacionados con los bienes y la trazabilidad de su propiedad. De este modo, se mejoraría el recaudo de impuestos y se potenciarían programas como el de restitución tierras y de viviendas gratuitas.
Gestión del Centro costará US$2 millones al año
Además de la afiliación de US$1 millón al año que cuesta pertenecer a la red del FEM, se calcula que los costos de operación anuales se acercan a esta misma cifra. Para 2019, el Gobierno y la Alcaldía de Medellín acordaron contribuir en partes iguales, pero se espera en adelante que la iniciativa sea financiada con distintas fuentes, tanto públicas como privadas. El presidente Duque aseguró que ve a Colombia “como un hub para el lanzamiento de tecnología”, e invitó a los inversionistas a acercarse al país.
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