MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Los menonitas llegaron al país desde 2016, desde entonces han tenido conflictos por las tierras del Meta, pues los indígenas las reclaman como suyas
Los terrenos de los menonitas en el Meta lleva siendo materia de discordia durante varios años ya, pues la deforestación es una problemática de la cual han sido señalados a lo largo del tiempo.
Anteriormente, LR habló con Abram Loewen, miembro de la comunidad, y este afirmó que no se estaba deforestando el territorio, por el contrario que los culpables de las imágenes que habían llegado a Cormacarena eran de los indígenas.
“Las comunidades indígenas dicen que nosotros estamos acabando con la naturaleza, pero no es cierto, ya hemos sembrado árboles y lo seguiremos haciendo el próximo año. Nosotros no comemos ni chigüiros ni dantas, ni los matamos porque no nos hacen daño. Nosotros convivimos con los animales”, dijo Loewen.
Sin embargo, esta semana se dio a conocer que la Fiscalía ha imputado cargos a 12 miembros de la comunidad menonita por actividades de deforestación y daño ambiental. Estos individuos deberán enfrentar cargos penales por los daños ocasionados a varias hectáreas de bosque y otros recursos naturales en la zona rural del municipio de Puerto Gaitán, en el departamento del Meta.
Los menonitas deberán presentarse ante el Juzgado 001 Promiscuo Municipal de Puerto Gaitán, donde se les imputarán los delitos de uso ilícito de recursos naturales renovables, daño a los recursos naturales e invasión de un área de especial importancia ecológica. Sin embargo, no se solicitará medida de aseguramiento debido a que no se cumplen los requisitos constitucionales.
Los implicados y citados a la diligencia judicial, que se realizará, el 26 de agosto son: Jacob Loewen Klassen, Johan Wall Froesse, Franz Bergen Peters, Abram Loeven Banman, Abraham Wall Kroeker, Abraham Wall Froesse, Abraham Enns Friesen, Jacobo Janzen Reimer, David Knelsen Guenter, Johan Loewen Neufeld, Bernhard Loewen Wiebe y Jacob Redekod Fehr.
LR se comunicó con Abram Loeven Banman, uno de los investigados, y este dijo “ yo no sé por qué están haciendo esto, yo sé que viene de parte de los vecinos indígenas y me duele. Me siento mal por decir eso pero así es. Me gustaría que alguien de influencia en el gobierno venga para acá para que conozcan”. Además, señaló que contrario a ellos, los aborígenes se han asentado en territorios donde han cortado palmas y moriches.
“Nosotros aquí hemos sembrado cantidad de árboles, ya cada patio, pues, tienen su muchos sembrados y me atrevo a decir que hemos plantado mucho más de lo que hemos tumbado, pero es que eso nadie lo ve, únicamente los amigos vecinos aquí”, dijo Loeven Banman.
Stiven Mora, ingeniero ambiental que trabajó con la comunidad hasta diciembre, manifestó que no hay tal deforestación en la zona.La imágenes que se han expuesto ante las autoridades fueron tomadas por los indígenas que reclaman las tierras de la finca Liviney de los menonitas como territorio ancestral.
El ingeniero explicó que “las imágenes que presentan son grabaciones que hacen las comunidades indígenas en el proceso de mecanización de los suelos. Cuando se hace este proceso de suelos, en el lugar que sea, pues obviamente el suelo se ve totalmente desprotegido de cobertura vegetal porque se están preparando los terrenos para hacer cultivar”, dijo Mora.
Además, afirmó que a los menonitas no les interesa intervenir los bosques galería porque los suelos son demasiado blandos, entonces, si acercan mucho, las máquinas pesadas que utilizan se enterrarían. “Luego de visitas de varias entidades, expertos y hasta de la Fiscalía, las conclusiones eran que los bosques de galería están perfectamente conservados(...) Incluso los menonitas no consumen y no permiten que los trabajadores consuman animales silvestres. A diferencia de donde están asentadas las comunidades indígenas y los colonos nativos de Puerto Gaitán”, comentó el ingeniero ambiental.
Según informó el portal Rutas del Conflicto, los primeros intentos de regresar a Iwitsulibu, el nombre que le dan al territorio que reclaman y a su propia comunidad, no tuvieron éxito. “Ya había fincas, propietarios, ganado y cultivos”, relató Alexander Álvarez, líder de la población. En 2009, la comunidad volvió desde Vichada y tuvo que asentarse en Únuma, un resguardo indígena en Puerto Gaitán, ya que no pudieron acceder al territorio que consideran ancestral. En Únuma residen al menos 1500 indígenas, en su mayoría de la etnia sikuani, viviendo en chozas de plástico, tablas y lona.
Los menonitas son un grupo religioso cristiano de origen anabaptista, surgido en el siglo XVI durante la Reforma Protestante en Europa. Viven en comunidades agrarias y mantienen tradiciones y modos de vida conservadores, aunque algunos grupos han adoptado prácticas más modernas.
En 2016, cerca de La Cristalina, una vereda de Puerto Gaitán ubicada en el Meta, miembros de la comunidad menonita asentada en México llegaron a Colombia en busca de mejores oportunidades y un lugar con condiciones óptimas para desarrollar sus sistemas agrícolas.
En 2023 llegaron tres familias y en 2017 migraron otras 18, según relató a LR Nicolas Wall, uno de los dos líderes de la colonia. Actualmente, hay entre 160 y 170 familias, que habitan entre las fincas Liviney, Australia y San Jorge.
La mayoría de las familias asentadas en los llanos provienen de México, un país donde existen al menos 40.000 hogares menonitas. Sin embargo, un pequeño porcentaje de estas familias proviene de Canadá. Con raíces alemanas, los menonitas hablan un dialecto germano y el alemán europeo como lenguas principales.
La Agencia Nacional de Tierras, ANT, inició una maratón de entrega de tierras por 10 departamentos del país donde se han constituidos 15 resguardos que suman 19.000 hectáreas. “Avanza la territorialidad indígena que era una de las grandes deudas que ha se ha tenido con este pueblo, no solamente este gobierno sino los anteriores. Hoy ratificamos que la Agencia Nacional de Tierras le viene cumpliendo a los indigenas de Colombia”, dijo Felipe Harman, director de la ANT. Con estas nuevas incorporaciones se llegó a 884 resguardos en el país.
El sistema eléctrico de Colombia es vulnerable a la sequía porque aproximadamente dos tercios de la energía del país provienen de la energía hidroeléctrica
La entidad manifestó que las deudas que se cobrarán a través de medidas de embargo tienen 18 meses de haber sido causadas