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Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla
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“Queremos un relevo generacional”, dijo el ministro Ricardo Bonilla el martes en una entrevista con la agencia Bloomberg en Bogotá
El gobierno de Colombia quiere reestructurar el Banco de la República, cuyas políticas atribuye a la debilidad de la economía, nombrando a economistas jóvenes con ideas “frescas”.
El presidente Gustavo Petro, que ha expresado reiteradamente su frustración por la negativa del banco a reducir las tasas de interés más rápidamente, debe cambiar a dos miembros de su Junta Directiva a más tardar en febrero. También podría aumentar el número de mujeres en la formulación de políticas, según el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
“Queremos un relevo generacional”, dijo Bonilla el martes en una entrevista en Bogotá. “Es necesario aumentar el número de mujeres, pero aún no hemos identificado a quiénes cambiar”.
El banco central ha ignorado reiteradamente los llamados de Petro y Bonilla para acelerar el ritmo de flexibilización monetaria con el fin de reactivar la débil economía. Cuando los nuevos miembros asuman el cargo, Petro habrá nombrado a la mayoría de los miembros del directorio, y algunos economistas temen que esto pueda llevar a una postura de política monetaria más laxa antes de que las presiones inflacionarias se hayan controlado por completo.
Petro nombró el año pasado a un miembro de la junta, Olga Lucía Acosta, así como al propio Bonilla, quien forma parte del comité de políticas.
Bonilla no dio más detalles sobre qué ideas nuevas podrían tener los nuevos nombramientos. En 2022, cuando todavía estaba en campaña para la presidencia, Petro dijo que nombraría para el banco central a economistas con “experiencia en producción” que pudieran impulsar la política monetaria para impulsar la producción y el empleo.
Los economistas están divididos sobre si el banco acelerará el ritmo de recortes de tasas este mes y reducirá su tasa clave en tres cuartos de punto porcentual.
A partir de diciembre, el banco central ha reducido las tasas de interés en 2,5 puntos porcentuales, hasta el 10,75%. Bonilla y otro miembro del directorio han sostenido que el problema de la inflación en Colombia está en gran medida resuelto y han votado a favor de una flexibilización más agresiva en reuniones recientes.
La inflación se desaceleró al 6,1% el mes pasado, su nivel más bajo desde 2021, aunque todavía por encima del rango objetivo del 2% al 4%.
El gobierno pretende eliminar por completo los costosos subsidios a los combustibles para cuando deje el cargo en 2026, dijo Bonilla. Este mes, el país sufrió su mayor brote de disturbios desde que Petro asumió el cargo cuando su intento de aumentar el precio del diésel llevó a los camioneros a bloquear ciudades y carreteras en todo el país.
Bonilla dijo que el gobierno negociará con los camioneros para solucionar problemas relacionados con la renovación del parque vehicular y el costo del flete, y retomará el alza del precio del diésel el próximo año.
“Queremos entregarle el poder al próximo gobierno con este tema resuelto”, dijo Bonilla. “Se lo entregaremos al próximo gobierno con una base sólida”.
El débil crecimiento económico y los ingresos fiscales menores a lo esperado han socavado la posición fiscal del país. La propuesta del gobierno de un presupuesto de $523 billones (US$125.000 millones) para 2025 requeriría aumentos de impuestos para cubrir el déficit de financiación.
El Ministerio de Hacienda presentó un proyecto de ley para aumentar los impuestos a los ricos y a las emisiones de carbono. Bonilla quiere llegar a un acuerdo con los legisladores para aumentar los impuestos, pero dijo que el gobierno recortaría el gasto como último recurso si el Congreso no aprueba su proyecto de ley de financiamiento antes de la fecha límite del 31 de diciembre, o lo aprueba sólo parcialmente.
“Recortar el presupuesto no está entre nuestras primeras opciones”, dijo.
Algunos economistas han expresado su preocupación por la enmienda “verde” propuesta por el gobierno, que permitiría al gobierno eludir las restricciones de gasto para proyectos con objetivos ambientales a partir del próximo año. Bonilla dijo que los cambios están justificados para proteger el medio ambiente.
“Si estamos en el proceso de combatir el cambio climático, este tipo de proyectos deben ser identificados y recibir un tratamiento preferencial”, dijo.
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