“No tenemos características de un pueblo minero”: Jorge Pérez, alcalde de Jericó

A un poco más de dos horas y media de Medellín, y ubicado exactamente en el suroeste del departamento de Antioquia, el municipio de Jericó está en pleno debate a causa de un proyecto minero. Los más de 13.000 habitantes, quienes en gran parte viven del comercio, la agricultura y el turismo, se oponen hoy a la exploración de oro y cobre en su territorio: si bien argumentan que es fundamental impulsar el desarrollo empresarial, añaden que se debe conservar la tradición agrícola, turística y religiosa que caracteriza tradicionalmente al municipio.

La producción de aguacate, gulupa, cítricos y café hacen que en este momento Jericó pida la salida de la empresa AngloGold Ashanti de su territorio. Según ellos, la vocación del municipio en materia de empleo se puede observar en sectores como la agricultura y el comercio que aportan 35% y 11,2%, respectivamente, en materia laboral.

“No somos y no tenemos las características de un pueblo minero. En Jericó tenemos una cantidad de tributos asociados al turismo y al agro que nos está solucionando los temas socioeconómicos. Los campesinos han venido haciendo estas protestas sociales porque además hay un acuerdo que prohíbe la realización de esta minería”, explicó Jorge Pérez Hernández, alcalde del municipio.

Hernández añadió que tradicionalmente la economía del territorio se ha centrado en la producción agrícola. Por eso, “en 2018 se firmó el acuerdo 010 en el que se estipularon algunas prohibiciones en defensa del patrimonio ecológico y cultural del municipio. La sanción fue el 10 de diciembre y hasta enero se emitió la suspensión de las actividades de exploración de AngloGold”, agregó.

Aunque si bien desde el territorio sostienen que tras la firma de ese acuerdo hay una norma que no deja hacer minería, desde AngloGold continúan trabajando en la socialización y los beneficios que traería la exploración de Quebradona, el proyecto de minería de cobre que actualmente emplea a 257 personas, pero que se perfila como uno de los grandes dinamizadores de la región.

Así lo explica AngloGold, que tras analizar el potencial del proyecto, asegura que Quebradona está proyectada a ser la primera “empresa exportadora de Antioquia, la empresa número 36 más grande de Colombia y el tercer consumidor de energía en el país con una de las granjas solares más grandes”.

A estas estimaciones también se suma que al finalizar su construcción, AngloGold calcula que el proyecto entregará regalías anuales entre US$17 millones y US$22 millones, una cifra que, según la empresa, podría darles importantes beneficios a los habitantes del territorio.

Las opiniones frente al proyecto se han venido dividiendo en los últimos meses. Mientras Hernández señala que la empresa no ha socializado el proyecto, la compañía indica que desde la llegada a la zona se ha “informado de las labores de exploración a las comunidades, autoridades municipales y líderes comunitarios, promoviendo la confianza, la transparencia y la cercanía con nuestro proyecto”.

Felipe Márquez, presidente de AngloGold, sostuvo que “falta completar y presentar el Estudio de Impacto Ambiental y surtir todo el proceso de licenciamiento con todos sus componentes: técnicos y de socialización con comunidades y grupos de interés. No omitiremos ningún estudio de ingeniería requerido para asegurar el cumplimiento de las especificaciones técnicas de calidad y protección del medio ambiente, según exigen la ley y las mejores prácticas globales de la industria minera formal”.

La empresa recordó, a su vez, que continúa trabajando con las comunidades para difundir las oportunidades del proyecto y, además, tiene previsto radicar la solicitud ambiental en las primeras semanas de junio.

¿Cuál es la postura del Gobierno frente a la actividad minera en los municipios?

Silvana Habib, presidenta de la Agencia Nacional de Minería, explicó que “solo se hace minería donde la autoridad ambiental lo permite. Durante el ciclo minero del título se fiscaliza a través de un proceso estricto y cada día más tecnificado. Y además se cuida que el cierre de la explotación se haga de tal manera que garantice que el suelo quede listo para continuar siendo productivo. Queremos reiterarles que la actividad minera no es excluyente con las demás actividades en el territorio”.