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El exgerente del Banco de la República dio sus perspectivas de crecimiento e inflación durante un panel en el congreso de Fenalco
Uno de los eventos más concurridos del primer día del congreso de Fenalco, en Cartagena, fue el conversatorio ‘Hacia dónde va la economía’, en el que se reunieron el presidente del gremio, Jaime Alberto Cabal; Juan José Echavarría, exgerente del Banco de la República; y Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá.
La presentación de Echavarría versó sobre dos ejes: la inflación y las perspectivas de crecimiento, no sin antes advertir que “hay que poner a un lado el botón de pánico y seguir trabajando”.
Sobre las perspectivas de crecimiento, el exintegrante del Emisor dijo que, para el próximo año, todavía se mantienen en 2,3% en promedio, por cuenta de factores como el precio de los bienes exportados, el crecimiento del crédito, el alza en el gasto público y las remesas. El desempeño, dijo, dependerá del impacto que tenga una recesión en Estados Unidos y lo que pase en China.
Con respecto a la inflación, dijo que la disyuntiva que enfrenta el Banco de la República es si frenar un poco la economía o hacerlo fuertemente en el futuro. “Es importante que suba las tasas hoy, porque si se va enfriando la economía de pocos el Emisor va a tener más margen de acción”, dijo.
Además, dijo que es irrelevante si se trata de un fenómeno global o con causas locales, pues “el hecho es que está y hay que bajarla, y el Banco no tiene más herramientas que la tasa”, que se empezará a moderar cuando se perciba que la inflación tocó un techo.
Uno de los aspectos destacados por el experto es la percepción del riesgo de nuestra economía, evidenciado en los CDS, que están en niveles más altos que los de Brasil. “Coincide con que perdimos el grado de inversión. Fue por no hacer la reforma tributaria que se necesitaba, cuando la administración anterior presentó la de Carrasquilla y fueron los paros. Ese fue el costo”, dijo.
Finalmente, reiteró nuevamente que la disyuntiva del Emisor no es frenar economía ya, sino crecer poco en 2023 o una fuerte contracción más adelante, porque es muy costoso bajar la inflación si se generalizan las expectativas altas, y dijo que es clave que el ministro Ocampo apoye las decisiones.
“Si el Banco de la República mantiene una política macro seria, es secundario que el Presidente trine contra el Banco, lo importante es que el ministro Ocampo lo apoye. Además, no es conveniente que hable de flujos de capital y control cambiario, no solo porque estamos en el peor escenario, sino porque no sirve. Ojalá el Presidente no trine, menos sobre flujos de capital”, dijo.
Por su parte, Ortega dijo que si el gobierno no logra una narrativa la situación va a ser compleja, por variables como el déficit de cuenta corriente y la posibilidad de conseguir financiamiento interno en el mercado de capitales local. “Si la inversión se frena como lo está haciendo y para el consumo, la economía se va a ir de narices el próximo año. Para eso se necesita una narrativa coherente”, dijo.
También mostró preocupación porque “estamos llegando a un error negativo en la balanza de pago”, por cuenta de la salida de capitales. “Si se pierde la confianza en la viabilidad de este país será una estampida”, anotó, advirtiendo que es importante una historia coherente de cómo se va a mantener la estabilidad cambiaria, garantizando que se mantengan las exportaciones y la inversión.
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