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El instituto prevé que la ola de calor se puede extender hasta junio de 2024. Sin embargo, llegaría a su promedio normal en abril
El fenómeno de El Niño podría ser más largo de lo que algunos creen y presionaría la inflación de alimentos por lo menos durante el primer semestre del próximo año.
A esta conclusión llegó Andrés Langebaek, director de estudios económicos de Grupo Bolívar con base en los pronósticos del Columbia Climate School de la escuela de investigación de la U. de Columbia.
Los informes climatológicos de la entidad dan cuenta que la magnitud de El Niño se extendería hasta junio de 2024, pero llegaría a su promedio normal en abril. Aunque algo preocupante es que el pico se sentirá en diciembre de este año. Si se compara con las estimaciones de Columbia Climate School que hizo en agosto, la conclusión es que el fenómeno será más largo e intenso.
En agosto, los investigadores creían que aunque el pico de El Niño se sentiría también en diciembre, ese fenómeno podría moverse hasta marzo en su promedio controlante y terminar en mayo. Prácticamente los expertos ven un mes más de presión climática de calor.
Lo mismo ocurre con la intensidad de El Niño, Columbia Climate School ve que antes que este ciclo termine puede ser entre uno y dos puntos básicos los diferenciales estimados en la temperatura del Océano Pacífico en dos estaciones meteorológicas lejanas.
Langebaek ve este nuevo escenario como un obstáculo para bajar la inflación, precisamente por los riesgos que esto representa entre la agricultura.
A nivel mundial varios organismos han lanzado alertas sobre la problemática, hace unos días, el Banco Central Europeo, BCE, destacó que para finales de 2023 los alimentos valdrían hasta 9% más si el fenómeno se da con fuerza. Además, mantienen en 95% la probabilidad que El Niño esté con fuerza de enero a marzo.
Una investigación dirigida por Klaus Kaempfe, director regional de Portafolio de Credicorp Capital, durante el Investor Conference 2023, describía la afectación de los departamentos y actividades económicas con mayor impacto de El Niño en Colombia.
Las principales regiones sería Magdalena, Atlántico, Cesar, Cauca, y La Guajira. "Las variables dentro de la investigación arrojaban que estas regiones también son las de mayor informalidad, con más del 50% de la población en esta condición. Lidera el departamento del Cesar y La Guajira con 63,9% de informalidad laboral, seguida del Magdalena con 62,9%, Cauca 58,9% y Atlántico 54%", decía Kaempfe.
Las actividades económicas afectadas de esta región serían agro y pesca; manufactura; comercio; energía y construcción.
"La matriz de riesgo para Colombia con el fenómeno de El Niño es un espacio fiscal limitado, y con un riesgo fiscal alto", añadía el directivo. Y es que esto se explicaba porque el país, de junio a marzo, incrementa sus niveles de riesgos inflacionarios y de crecimiento derivados de los menores rendimientos de los cultivos y la escasez de energía hidroeléctrica.
En Inside LR, en agosto, la directora del Ideam, Ghisliane Echeverry, aseguró que las condiciones ya estaban presentes pero varían las probabilidades de intensidad. De hecho, con las condiciones actuales, la entidad estima que las probabilidades de que sea un Niño débil están por encima de 90%. Las proyecciones también muestran que el fenómeno podría extenderse hasta el primer trimestre de 2024. Las precipitaciones ya están por debajo de la media normal, aún en temporada de ciclones.
"En este momento nuestro seguimiento climático está mostrando que las precipitaciones promedio del mes están por debajo de la media normal aún estando en temporada ciclones. Esa temporada, se espera que vaya hasta noviembre de este año y a partir de diciembre empezaría la temporada de menos lluvias para el Caribe. Eso quiere decir que una temporada seca con un fenómeno de El Niño disminuiría aún más de lo normal la época de precipitación en la región", resaltó la funcionaria.
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