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El líder de la cartera de Minas y Energía aseguró que espera que el nuevo Gobierno respete el proyecto de fracking que ya tiene una licencia ambiental aprobada
Este gobierno ha convertido en una de sus banderas la transición energética y la inclusión de nuevas tecnologías en esta materia. Diego Mesa, su ministro de Minas y Energía, aseguró que ahora 12% de la matriz será renovable no convencional a cierre de año.
El jefe de la cartera aseguró que el nuevo gobierno debería continuar con la exploración petrolera para mantener la estabilidad macroeconómica del país.
Hoy supimos que es el tercer funcionario mejor calificado del gabinete saliente en la Encuesta Empresarial LR, ¿cuáles son esos puntos que más resalta de su gestión?
Esta calificación es para todo el equipo del Ministerio. Porque los logros han sido el producto de continuidad en las políticas públicas y en los equipos de trabajo y eso nos permitió tener la principal política pública del sector que fue la transición energética y dar resultados muy concretos. Por ejemplo, arrancamos con 28 megavatios (MW) de energía solar y eólica en 2018, que era 0,2% de la matriz; diseñamos un marco normativo con incentivos tributarios, hicimos subastas que nos permiten decir que dejamos proyectos firmados por más de 2.800 MW, 100 veces más de lo que teníamos en 2018 y en operación vamos cercanos a 1.000 MW y un pipeline que nos va a llevar a cerca de 4.500 MW en 2023. Eso quiere decir que en 2022 cerramos cercanos a 12% de la matriz y nos acercamos a 16% - 18% en 2023.
En hidrocarburos reactivamos totalmente la exploración. Recibimos un sector que llevaba cinco años sin firmar nuevos contratos. Hicimos ajustes normativos y trabajamos con la Agencia Nacional de Hidrocarburos con lo que estamos dejando 70 contratos firmados con inversiones que superan los US$4.000 millones. Dejamos reservas que pasaron de 5,2 años a 7,6 años en petróleo y a 8 años en gas.
En materia de cobertura eléctrica y de gas, nos comprometimos a 100.000 nuevas familias con energía eléctrica, vamos cercanos a 85.000; en gas la meta era un millón de familias conectadas y hoy estamos en 1,45 millones.
En minería hicimos una gran apuesta por formalización y llegamos a la meta de los cuatro años que eran 27.000 mineros. Para poner esas cifras en contexto, en los 12 años anteriores, se formalizaron 6.400. Y lo vemos como una de las principales políticas sociales, porque esos mineros se convierten en pequeños empresarios.
La otra gran apuesta es la diversificación de la canasta minera. Hicimos rondas de cobre, de fosfatos, de oro. Y el país tiene que apostarle más a los minerales metálicos que son los más demandados para la transición energética.
Dentro de los hitos está la hoja de ruta de hidrógeno y ahora anunciaron que van a financiar proyectos de esta naturaleza, ¿qué potencial tiene el país para producir este energético?
El mundo está en un proceso de descarbonización porque hay una crisis climática. Los sectores que van a ser más difíciles de descarbonizar son aquellos que usan energía que proviene de combustibles fósiles de manera intensiva como transporte, metalurgia, producción de cemento, etc. Ahí aparece el hidrógeno como uno de los vectores limpios para esas industrias. Hoy se consume y se produce cerca de 155.000 toneladas, pero desde fuentes fósiles, con reformado de metano, pero desde hace varios años se ha demostrado que producir desde energías limpias es una posibilidad que cada vez está más cerca. Colombia tiene un gran potencial hídrica, eólica y solar.
Desde el gobierno quisimos apostarle al futuro de la energía y el futuro pasa por producir hidrógeno de cero y bajas emisiones. Lanzamos la hoja de ruta que nos permitió ver la competitividad en esas regiones y trazamos unas metas 2030 y 2050. Dejamos estructurado todo el marco normativo, con incentivos tributarios. Seis meses después, pusimos en operación con Ecopetrol y Promigas los primeros proyectos de hidrógeno verde con base en energía solar. Posteriormente, Ecopetrol creó su propia ruta a 2040 para producir hidrógeno e cero y bajas emisiones. Estoy convencido de que el hidrógeno va a ser parte de este presente y el futuro de Colombia, porque tiene todo para producir y exportar al mundo.
¿Con esta hoja de ruta, cuánto de la producción actual se lograría en hidrógeno verde?
A 2030 hay que reemplazar al menos 40% de la producción actual que se aplica en usos industriales. Este energético se utiliza por ejemplo para bajar el contenido de azufre en los combustibles, así como para la producción de energía térmica. Uno de los principales retos es reemplazar ese consumo interno. ¿Qué sigue? Pensar en la producción de amoniaco verde. Así mismo, el día que pusimos en operación los pilotos, trajimos un vehículo que usa celdas de hidrógeno, para que los colombianos vieran otra utilidad.
También supimos que la ANM suspendió la subasta de las minas que eran de Prodeco en el Cesar y cuyo plazo se había ampliado. ¿Qué motivó esta decisión y qué va a significar hacia futuro para estas áreas?
Los títulos que devolvió Prodeco nos obligaba a pensar en qué hacer con esas reservas, porque hay recursos explotables muy importantes. Lo que encontramos es que podíamos hacer una ronda de Áreas Estratégicas Mineras para carbón, eso se lanzó y hubo varias solicitudes de las empresas para extender los plazos. Los extendimos y finalmente estaba hasta ayer. Recibimos solicitudes para ampliar el plazo más y estamos haciendo el corte de revisar si llegaron ofertas económicas. La suspensión se da porque con la extensión de los plazos, quedó claro que no se alcanzaba a hacer la adjudicación en este gobierno, porque si se recibían las ofertas con la última extensión, el trámite de recibir las contraofertas y revisar si todos los requisitos están completos se nos iba hasta el 23 de agosto. Entonces hicimos una suspensión de términos que no suspende la ronda, sino los tiempos para que una vez llegue el nuevo gobierno decida si extiende los plazos o no, o hace una terminación anticipada. Pero seguramente si hay propuestas el proceso va a continuar porque ya hay un derecho adquirido por los proponentes.
Con respecto a ese tema, se hicieron una serie de rondas mineras. ¿Qué resultados han traído y qué inversión han estimado que atraigan estas rondas?
La primera ronda fue la de cobre, en la que se seleccionaron una áreas en Cesar y La Guajira. Se hizo una primera asignación a Carbomas para un proyecto en el Cesar, pero posteriormente se recibieron ofertas para cuatro más y estamos acabando de verificar los requisitos. Probablemente vayamos a quedar con cinco contratos de cobre e una región donde no había exploración antes y es muy prospectiva. Lo primero es que se cumplan los requisitos ambientales para pasar a la etapa de exploración.
Lanzamos después la ronda de fosfatos, que han estado en auge por la crisis tras la invasión de Rusia a Ucrania que producen fertilizantes. Esto le abre una oportunidad, porque hay mucho potencial, sobre todo en Huila.
Lo más reciente es la ronda de oro. Está reciente y hay interés de varias empresas. Esta es una ronda que queda abierta y que esperamos adjudicaciones en los próximos meses.
Se ha hablado mucho de la transición energética. ¿Qué le queda al próximo gobierno?
La principal política pública en este sector del gobierno de Iván Duque fue la transición energética. Dejamos un marco normativo, con incentivos, que ha sido reconocido por el Foro Económico Mundial, el Consejo Mundial de Energía, la ONU, la Agencia de Energías Renovables, entre otros, como uno de los más atractivos para la inversión privada en América Latina y en el mundo . Dejamos adjudicados proyectos por más de 2.800 MW, la hoja de ruta de hidrógeno y de eólicos costa afuera. Además dejamos empresas de talla mundial que era parte de la política. Quedó totalmente transformado el sector y lo que esperaríamos es que se le dé continuidad. Hay una gran oportunidad para que el país se siga posicionando en materia de energías renovables no convencionales a nivel mundial.
¿Qué potencial tenemos con la producción de energía con los eólicos costa afuera?
Lanzamos una hoja de ruta que hizo una caracterización en la costa caribe que es donde mayor potencial de producción hay. La primera medición decía que había 100 gigavatios (GW) de capacidad instalada. Esto se cruzó con corredores de pesca, de transporte marítimo y finalmente publicamos un potencial de 50 GW, que es más o menos tres veces lo que hay en operación total.
Una de las grandes críticas a las fuentes no convencionales es la intermitencia y eso hace que tenga unos factores de producción inferiores a las técnicas tradicionales. Sin embargo, en las mediciones vemos que los regímenes de viento en el caribe son muy constantes, por lo que no hay tanta variabilidad y hay velocidades muy significativas. Con esta combinación, el factor de productividad puede ser cercano a 70%, similar al de una hidroeléctrica. De esta forma hay potencial de diversificación y además de confiabilidad. Esto podría generar inversiones por cerca de US$27.000 a US$30.000 millones en los próximos años
¿Cuándo podrían materializarse proyectos de energía producida off shore?
Ya tenemos proyectos que han solicitado empresas. En este momento estamos dejando en firme la primera convocatoria para asignar áreas marítimas. Este es un proceso que hacemos en conjunto con la Dimar. Hay mucho interés, más de 12 proyectos que se han venido estructurando. Si se le da continuidad a la política y se hacen las mejoras regulatorias desde el punto de vista logístico, uno de los grandes logros del próximo gobierno sería poner en operación el primer parque eólico costa afuera.
Con respecto a los precios de la gasolina, ¿seguirán haciendo aumentos, o al menos uno, antes de entregarle las riendas de las decisiones al nuevo gobierno?
Estamos en una evaluación constante con el Ministerio de Hacienda. Se hizo un incremento en julio y la razón es que llevábamos siete meses con estabilidad de precios. Esta fue una decisión de política pública para ayudar a mitigar y contener la inflación e incrementar en ese momento el precio era poner más presión. Hicimos ese ajuste y dejamos presentado para el gobierno una senda de incrementos para ir cerrando la brecha entre el precio de referencia internacional y el precio doméstico. Es una evaluación que estamos haciendo, no se ha tomado una decisión, pero creemos que lo más prudente es tener una senda gradual de unos 18 meses aproximadamente para ir cerrando la brecha.
Miembros del gobierno entrante han sido muy enfáticos en la no realización del fracking, incluso de los pilotos. ¿Qué impactos tendría esto?
Los yacimientos no convencionales fue un tema que abordamos desde el inicio de la administración. Cuando llegamos, había siete contratos que se habían firmado entre 2014 y 2016 para el desarrollo de proyectos de carácter comercial. Esto fue muy sensible y discutido. Decidimos hacer una comisión de expertos para determinar si era prudente avanzar con esto. La Comisión sesionó y entregó la recomendación de crear proyectos piloto, así que avanzamos con un marco normativo para los pilotos. En paralelo ocurrió un tema jurídico, que fue que el Consejo de Estado admitió una demanda de nulidad contra la regulación que había sido expedida, pero dijo que se podían adelantar los pilotos. Firmamos dos contratos especiales para investigación con Exxonmobil y Ecopetrol y hoy estamos con estos dos contratos en firme. Uno de ellos tiene la licencia ambiental en firme y el otro está en proceso. Esperamos que avance porque son una gran oportunidad para tomar decisiones de manera informada y con base en ciencia.
En paralelo, el Consejo de Estado realizó un fallo de fondo y reiteró la legalidad de los actos administrativos de 2013 y 2014. De esta forma, los siete contratos están en proceso de levantamiento de suspensión, porque ya no hay ningún impedimento legal. Tenemos dos temas, los pilotos y los contratos que estaban suspendidos que ahora se les levanta esta.
La ministra de Ambiente designada ha dicho que no al fracking, ¿puede el próximo gobierno suspenderlo efectivamente?
Los contratos entre la ANH y las empresas tiene un ordenamiento jurídico importante y se les ha otorgado unos derechos. En el caso del proyecto que tiene la licencia ambiental en firme, no veo cómo se puede revocar de forma unilateral el contrato sin entrar en un litigio que podría ser incluso en estrados internacionales. Si hay algo que le reconozcan los inversores a Colombia es la estabilidad jurídica, el respeto por las reglas de juego, la propiedad privada. He escuchado las declaraciones y una de las más recientes es que no se van a aprobar nuevas licencias, pero las que están hoy aprobadas, esperaría que se respeten y se honren como es la tradición.
En el gobierno anterior no se adjudicaron contratos de exploración, ¿por qué ahora que el gobierno entrante asegura que no lo va a hacer se prenden las alarmas?
Una de las principales preocupaciones cuando llegamos en 2018 era que no habíamos firmado nuevos contratos en cinco años, porque este es un sector de largo plazo y las decisiones que se tomen hoy se van a ver reflejadas en los próximos años. Lo que venía pasando se empezaba a notar en las reservas. Cuando llegamos eran de 5,2 en petróleo y para gas venían disminuyendo. Nos preocupaba de sobremanera esto en las variables macroeconómicas porque los hidrocarburos tienen un rol preponderante en las exportaciones (cerca de 40% viene del sector y más minería es 56%); no tener recursos para exportar generaría una crisis de balanza de pagos y en la divisa. En la cuenta de portafolio notamos que 30% de la Inversión Extranjera Directa viene de este sector. Cuando miramos las cuentas fiscales vemos que 18% del Presupuesto se financia con recursos del sector, sin contar las regalías.
Pese a que Colombia no es gran productor, este es un sector supremamente relevante para la estabilidad macroeconómica. Por esto la principal tarea fue destrabar los cuellos de botella contractuales y hoy dejar 70 nuevos contratos.
¿Considera que por la estabilidad macroeconómica se debería continuar la exploración?
Absolutamente. Además, una de nuestras banderas fue la transición energética. Pero esto viene con una política de acción climática. Debemos explicar que continuar con la exploración, producción y exportación no entra en conflicto con las metas que hemos asumido en materia de cambio climático, porque no somos grandes emisores, somos 0,6% de las emisiones. Exportamos la mayor parte de lo que producimos, por lo que no se quema acá. El país tiene una serie de necesidades en materia fiscal y este es uno de los sectores que puede aportar y no pone en riesgo nuestro cumplimiento con los compromisos internacionales.
¿En qué va el proyecto que busca sacar de nuevo una licitación por la Regasificadora del Pacífico?
Este es uno de los proyectos que quedó incluido en el plan de abastecimiento de gas de la Upme. Nos preocupa que llevar el gas al sector suroccidental no es tan competitivo como importarlo por medio de una Regasificadora. Entonces vimos dos ventajas, una desde el punto de vista de competitividad y otra de confiabilidad porque permitía cerrar el sistema de transporte de gas. Se sacó a comentarios por segunda vez los documentos a inversionistas porque no recibimos oferta con la primera convocatoria. Hoy estamos incorporando los comentarios y va a ser decisión del próximo gobierno si continúa con el proceso de adjudicación o no. Eso es importante porque hay que tomar decisiones de cara a la confiabilidad en los próximos meses.
¿Qué va a pasar en términos de precios con este nuevo planteamiento de la Regasificadora?
El análisis ha sido consistente y muestra que el gas proveniente de la Regasificadora sería mucho más competitivo para la región. La pregunta es quién va a pagar la planta y el gasoducto y efectivamente como sería una infraestructura para el sistema nacional sería distribuido entre toda la demanda. Pero en el suroccidente lo hemos hablado con los empresarios, esto traería competitividad.
¿Finalmente cuándo van a entrar en funcionamiento las dos turbinas de Hidroituango?
EPM ha reiterado que va a cumplir con el calendario regulatorio, tienen que cumplir con las obligaciones que adquirieron en una subasta de cargo por confiabilidad de 2018. La última actualización de XM de la semana pasada es que la primera entrará el 29 de noviembre en operación comercial y la segunda el 30 de noviembre, como lo exige la regulación.
Ministro, ¿cuáles son sus planes después del 7 de agosto? ¿Lo veremos en el sector privado, en la academia?
Lo primero será dedicarme a mi familia, han sido cuatro años de intenso trabajo. Lo segundo es que por las inhabilidades que hay en la normatividad no puedo estar en el sector por los próximos años. Yo venía de una carrera internacional, así que estoy mirando alternativas fuera del país o en otros sectores
Alerta en el Caribe colombiano por la intensificación de la depresión tropical 18, desplazándose hacia el norte a una velocidad de cerca de 16 km/h
Dijo, entre otros, que los impuestos y los subsidios, herramientas del Gobierno para enfrentar la pobreza, pueden fracasar en el largo plazo
Muchas zonas de caribe en el país reciban fuertes lluvias, en especial en Bolívar y Magdalena, donde han habido inundaciones