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Ayer se oficializó a Francisco Lozano Gamba como nuevo líder de la entidad tras la salida de Clemente del Valle
La Junta Directiva de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) nombró ayer a Francisco Lozano Gamba como nuevo presidente de la entidad. La designación se dio luego de que la terna, en la que estaba una firma internacional de talentos, hiciera los estudios por más de cinco meses con varias opciones.
Lozano, quien reemplazará desde los próximos días a Clemente del Valle, ejecutivo que renunció a la FDN en marzo de este año, tiene varios retos en su agenda, pero uno de los que más vale destacar son los cierres financieros que debe concretar para 14 proyectos de 4G.
Algunas de esas obras que faltan por llegar a los cierres son el de Puerto Antioquia y, especialmente, tres que son de los Solarte (en total este grupo tiene cuatro pero ya uno recibió el aval a comienzo de año).
De hecho, el expresidente Del Valle, poco después de presentar su renuncia, se había referido los proyectos de los Solarte porque son unos de los que tienen más inconvenientes. “Problemas los han presentado los proyectos que tienen riesgo reputacional, los de Solarte, por los vínculos que hay con los problemas de Odebrecht del pasado, que desafortunadamente están ahí, los bancos se han rehusado a financiar proyectos donde esté ese grupo”, explicó.
Por cuenta de los proyectos que ya tienen luz verde en cuanto a los recursos, se han comprometido $22 billones. Antes de cerrar este año la FDN espera concretar cierres adicionales que sumen entre $12 y $14 billones, y máximo a comienzos de 2020 se llegue a una barrera de $16 billones.
Además de los proyectos de 4G, Lozano recibe una entidad que ya dio los primeros pasos en cuanto a la financiación de proyectos dedicados a las energías renovables.
Para mencionar uno de estos ejemplos, el año pasado la entidad adquirió unos Bonos Verdes de Celsia, (a través de Epsa) por $70.000 millones para cubrimientos de los primeros gastos de energías limpias. De hecho esta fue la primera colocación de papeles de este tipo que se ha hecho en Colombia. Aunque este año no se tienen previstas transacciones de esta línea, sí podrían llegar a 2020.
Finalmente, se suman los retos en cuanto a la estructuración de la APP que activaría las obras del Río Magdalena. Con ese proyecto se busca mejorar la navegabilidad del principal caudal del país, siendo este una de las metas más ambiciosas del Gobierno actual en cuanto a transformación de infraestructura en agua dulce.
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