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Según estimaciones de la entidad, el Emisor tomará la primera decisión de reducir la tasa de política monetaria en diciembre
En su balance de proyecciones económicas para 2023, Bbva Research dio una panorama sobre los principales indicadores macroeconómicos. De acuerdo a la entidad, la reducción en la inflación y en las tasas de interés del Banco de la República sería un factor que puede mejorar la compra de vivienda y el pago de deuda por parte de los hogares. Según proyecta, la inflación va a cerrar en 9,7% este año y en 5,4% en 2024.
Sin embargo, señalan que hay incertidumbre en el ahorro de las empresas. Y sobre la tasa de desempleo, esperan que vuelva a presionar al alza, pues aseguran que se está creando menos empleo del que requiere el mercado laboral nacional.
"En vivienda, la desaceleración de inflación y reducción de tasas va a ayudar a que los hogares adquieran vivienda. Esto puede ser un mensaje a los constructores para que incrementen la iniciación, porque la demanda va a ser mejor", señaló Juana Téllez, economista jefe de Bbva Research. Y agregó que parte de la vivienda que hoy hace falta es de Interés Social, por lo que en 2024 será clave avanzar en eliminar el rezago en subsidios de programas del Gobierno en esta materia.
Téllez también señaló que "hemos visto un deterioro en la cartera de consumo. Pero con la reducción de inflación y de tasas, esperamos que los hogares, el próximo año, vuelvan a tener la capacidad de pagar sus deudas".
Sobre la inflación y las tasas de política monetaria, Bbva actualizó sus estimaciones, y espera que para el cierre de 2023 el IPC se ubique en 9,7%, y para el cierre de 2024 en 5,4%. Dado que aún la inflación se encuentra por encima del nivel esperado por el Emisor, Bbva espera que la primera reducción en la tasa se haga en diciembre.
Específicamente, esperan una reducción de 75 puntos básicos, con lo que la tasa cerraría 2023 en 12,5%, para luego llevarla a 7% en diciembre de 2024.
Sobre las razones detrás de esta proyección, Bbva argumenta el fenómeno de El Niño (sequía en Colombia), lo cual podría tener efectos vía alimentos e inflación básica. También señalan la lenta actividad económica en 2023 y el cierre progresivo de la brecha del producto.
El incremento gradual del precio del diésel desde comienzos de 2024 hasta mediados de 2025, el aumento del salario mínimo de doble dígito y en general la persistencia de la inflación, son otras de las razones para estas perspectivas moderadas. Cabe recordar que la meta del Emisor es llegar a un IPC de 3%.
En términos de tasa de cambio, se espera una tendencia hacia la devaluación del peso colombiano desde finales de este año, para ubicarse en $4.240 en diciembre. Esta tendencia, estima Bbva, se mantendrá durante la mayor parte del año entrante, llevando a que la tasa de cambio se devalúe otro 5% entre diciembre de 2023 y
diciembre de 2024.
"La presión a la devaluación será el resultado del menor diferencial de tasas con respecto a la FED, pues el Banco de la República bajará sus tasas más pronto y más rápido que el Banco Central de Estados Unidos, y de la persistencia de los desbalances externos en el país", finalizó Téllez.
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