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En el trimestre móvil entre mayo a julio hubo más de 1,03 millones de jóvenes desempleados, según cifras presentadas por el Dane
En el trimestre móvil de mayo a julio hubo más de 1,03 millones de jóvenes desocupados, con lo que la tasa de desempleo para esta población llegó a 16,6%, con una disminución de 1,3 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año pasado, cuando estaba en 18%.
En una desagregación por ciudades, las cifras del Dane muestran que Quibdó (33,2%), Montería (24,1%) e Ibagué (24,1%) son las que tienen mayor prevalencia de desempleo juvenil en el país. Completando las 10 primeras ciudades están Sincelejo (23,6%), Armenia (22%), Barranquilla (20,2%), Cartagena (19,9%), Neiva (19,9%), Florencia (19,8%) y Pasto (19,8%).
Por el contrario, las ciudades con menor desempleo juvenil en ese mismo trimestre móvil fueron Bucaramanga (13,1%), Pereira (13,9%), Bogotá (14,7%), Tunja (14,8%) y Popayán (16,1%).
Si bien la tasa de ocupación de jóvenes entre los 18 y 25 años fue 46,3%, lo que significó un aumento de 1,4 puntos porcentuales respecto al mismo periodo en 2022, ello contrasta con la cifra de ninis en el país, pues según el informe, 22,9% de las personas en edad de trabajar de este grupo poblacional no se encuentran ni trabajando ni estudiando.
El panorama términos del desempleo, de acuerdo con Gustavo Acero, economista senior de Banco de Bogotá, muestra que “la reducción de los desempleados ha sido generalizada pero ha tenido una mayor proporción en la población joven”.
El experto atribuye esto a “las políticas que se han implementado en los últimos años y que han dado un mayor beneficio para la contratación de este tipo de población”.
En esto concuerda Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana, pues afirmó que los incentivos que se les ha brindado a las empresas para contratar población joven han sido importantes para la disminución porcentual que ha tenido la desocupación de esta población en el país, al tener mayor contratación.
Lo cierto es que este fenómeno puede influir en la economía colombiana toda vez que, de acuerdo con Acero, “que el factor trabajo se mantenga reduciendo su tasa de desempleo y apunte a una plena ocupación va de la mano con que la economía tenga un mejor desempeño de crecimiento a largo plazo, favorece el crecimiento potencial”.
Pardo resaltó también los efectos positivos que esta reducción tiene en mediano y corto plazo, del capital humano sobre el crecimiento potencial, “precisamente por el incremento del conocimiento, la mayor probabilidad de innovación dentro de la economía, mayor uso e interacción con la tecnología, entre otros”.
Aún así, indicó que en el sistema educativo y en el mercado laboral hay “un cambio estructural que se ha originado por un cambio demográfico, por eso vemos que hay un alto porcentaje de la población joven que está desempleado cuando se compara con la población desempleada del total nacional”.
Lo anterior explicaría la posibilidad de que una parte de este sector no estuviera interesado en el mercado laboral actual, y optara por buscar otras alternativas de ocupación como las académicas.
Los expertos concluyeron que sería recomendable que se continúen adoptando medidas que le permitan a las empresas reducir su carga impositiva, que se traduce para las empresas en “beneficios tributarios que permitan una mayor contratación de esta población”, de acuerdo con Acero.
Ambos protagonizaron un cruce en X por el manejo financiero del Gobierno Central, especialmente por el endeudamiento
El Dane señaló que en septiembre de 2023, las importaciones de las zonas francas crecieron 28,5%, registrando US$181,3 millones en septiembre de 2024