Recuperar la confianza es el reto de las instituciones del país, según encuesta de Usaid

Los colombianos solo confían en altas proporciones en su familia y la mayoría cree poco o nada, en las instituciones sociales del país, tales como el Gobierno, la Iglesia o el Ejército.

A esa conclusión llegaron los investigadores del programa de Alianzas para la Reconciliación de la Agencia de los Estados Unidos (Usaid) y Acdi-Voca, para lo cual compararon a Colombia con otras países y descubrieron que, como suele suceder con las naciones emergentes, este es uno de los lugares en los que la población manifiesta tener más reparos frente al funcionamiento de la sociedad, por lo que la calificación promedio general fue de 4,13%.

Lo anterior, va en contraposición a lo que pasa en desarrollados como Holanda, Suecia, Australia y Alemania, en donde hay niveles de confianza altos y, a la vez, se considera que hay instituciones gubernamentales fuertes; oportunidades económicas significativas; garantías sociales y acceso a la movilidad social, según dicta el documento.

“Colombia, en el contexto mundial no es uno de los que mejor le va en términos de confianza pero las razones pueden ser varias y estamos trabajando en conocer los ‘por qué’. En sí, lo que queremos es generar una reflexión sobre esto porque todos los temas de confianza están relacionados directamente con la construcción de capital social y vemos que en los países que tienen más desarrollo institucional y capital social, los índices de confianza son más altos”, señaló Ricardo Amaya, director del Programa de Alianzas para la a Reconciliación de Usaid y y Acdi-Voca.

Sobre el Ejército se concluyó que 24,9% desconfía, 37,6% tiene un poco de confianza, 31,3% tiene mucha confianza y solo 6,2% desconfía totalmente.

Al revisar las respuestas de las 11.000 personas encuestadas en 44 municipios del país, se extrajo que 46,7% de ellas no confían en los empresarios; 40,6% confía poco, 10,8% tiene mucha confianza y 1,9% confía plenamente.

Ante la realidad de las empresas, Sylvia Escovar, presidente de Terpel, opinó que “como pasa en muchos ámbitos, la información que llega a la mayoría del público está desafortunadamente relacionada con casos de malas actuaciones empresariales, reales y ficticias; mientras que las buenas noticias y los beneficios de las inversiones y actuaciones de las empresas no son noticia. Por ello, difícilmente se difunden y no llegan a las grandes audiencias. Además, los bienes y servicios, ante todo la innovación, se toman como ‘paisaje’ y no se valoran en el día a día”.

Por su parte, Mario Hernández, presidente de Marroquinera S.A., advirtió que estos resultados pueden ser producto de la falta de conocimiento de la gente sobre la importancia que tienen las empresas para mover la economía y crear oportunidades. “Sino fuera por los empresarios que hacen inversiones y arriesgan capital y tiempo para generar empleo, el país no podría subsistir. Pero es un trabajo de los gremios dar a conocer esa labor”.

A su vez, Jorge Castelblanco, CEO de Crowe Colombia, señaló que una de las razones por las que los colombianos no confían en las empresas e instituciones es porque las encuentran distantes.

“Esa falta de confianza, por la distancia, genera desinterés corporativo, si la relación empresario-empleado no se da dentro de un nivel de confianza y propósitos conjuntos, la productividad sufre, y por ende, los resultados del negocio también. Por eso es necesario construir una comunicación sincera y fluida en todos los niveles de las organizaciones, que vincule propósitos conjuntos y reconozca los logros institucionales a quien corresponda, sin ahorrarse en ningún momento los elogios, ni profesionales, ni de orden económico para quienes los alcanzan”, dijo.

Pero la desconfianza de los colombianos no se limita al orden institucional, tanto público como privado, sino que alcanza los niveles más cotidianos, pues, de acuerdo con la investigación, solo 4,8% de los encuestados confía en sus vecinos, 16,9% confía en la mayoría, 56,6% confía en pocos y 21,8% no confía en ninguno. En ese aspecto, Buenaventura es el municipio con el menor nivel de confianza, de solo 10,5%, seguido por Quibdó, Bogotá, Bojayá, Cúcuta y Cali, ciudades en los que menos de 20% de la población se siente tranquila con sus vecinos. Por el contrario, Rioblanco y Briceño, es donde más confían.