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El Gobierno podría bajar los topes mínimos desde $3.000 millones lo cual, en proporción, aumentaría el recaudo por esta medida
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, volvió a entregar detalles sobre el contenido de la nueva reforma tributaria que prepara el Gobierno y debería llegar en menos de un mes al Congreso de la República.
Bonilla aclaró que aún no se ha elaborado un texto definitivo para la reforma tributaria, haciendo referencia al supuesto borrador que circuló en los medios este martes. El ministro negó que se estén considerando cambios en el IVA o en el 4x1.000, pero confirmó que se está analizando la posibilidad de implementar un impuesto al patrimonio.
Según el titular de Hacienda, se busca tocar este gravamen porque están examinando "lo que tenga que ver con el impuesto de renta pero no gravando a las personas naturales de ingresos laborales, si no a los ingresos no salariales".
El impuesto al patrimonio es un tributo que grava el valor neto del patrimonio de una persona o entidad. Este impuesto se aplica sobre el total de los bienes y derechos de una persona, menos sus deudas y obligaciones, cuando el valor neto excede un determinado umbral establecido por la ley. El objetivo del impuesto al patrimonio es generar ingresos para el Estado a partir de la riqueza acumulada, más allá de los ingresos anuales.
Según el borrador de la reforma, que fue posteriormente negado por el Gobierno, se pretendería buscar que "el impuesto al patrimonio se genera por la posesión del mismo al primero de enero de cada año, cuyo valor sea igual o superior a 40.000 UVT". Esto equivale a $1.882 millones.
Según explicó el profesor de derecho laboral de Universidad de la Sabana, Oscar Coy, el Gobierno podría bajar los topes mínimos de $3.000 millones y/o subir las tarifas, haciendo que el impuesto suba en proporción. "Es importante tener en cuenta que este no es un impuesto descontarle de renta, luego al margen de tener que pagar el de patrimonio también se tiene que pagar renta, el cual para personas naturales puede ser bastante cuantioso", dijo el docente.
"Es seguir cazando en el zoológico de los cumplidos. El impuesto al patrimonio tiene más efectos adversos que el beneficio del recaudo", dijo Juan David Velasco, socio tributario de Baker McKenzie, y añadió que la mejor reforma es el recorte del gasto de funcionamiento del Estado.
Actualmente, para los patrimonios de menos de $3.388 millones, la tarifa será cero y por ende el impuesto es nulo. Para aquellos con un patrimonio entre $3.388 millones y $5.741 millones, la tarifa del impuesto será del 0,5%. Esto se calcula restando $3.388 millones del total de su riqueza (incluyendo propiedades, vehículos, acciones y otros bienes) y aplicando el 0,5% al resultado.
Para patrimonios entre $5.741 millones y $11.248 millones, se resta $5.741 millones, se multiplica por 1%, y se suman $11,7 millones adicionales. Finalmente, quienes posean más de $11.248 millones restarán esta cantidad, multiplicarán el resultado por 1,5% y sumarán $66,8 millones al impuesto.
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