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El Dane entregó un reporte que caracteriza cuáles son las actividades de Economía Naranja en el país, la cual tiene un peso de 1,8% en el Valor Agregado Bruto
“Tratar de plasmar un concepto definitivo de la Economía Naranja o de sus industrias es tan absurdo como innecesario”. Esta frase, presente en el libro ‘La Economía Naranja: una oportunidad infinita’, escrito en 2013 por el ahora presidente Iván Duque y Felipe Buitrago Restrepo, podría contrastrar con un informe presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que establece las actividades que se relacionan bajo este concepto y que en 2018 le aportaron al país $13,68 billones.
En el ‘Primer Reporte de Economía Naranja (2014-2018)’ la entidad delimita 32 actividades económicas referentes a este concepto, y 69 adicionales que tienen una inclusión total en estas industrias, que según el Dane se definen como aquellas actividades “que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual”.
De acuerdo con el documento, que surgió como resultado del trabajo del Consejo Nacional de Economía Naranja, dirigido por el Ministerio de Cultura, y conformado por entidades como el mismo Dane, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), Colciencias y la Dirección Nacional de Derecho de Auto (Dnda), entre otras, la Economía Naranja representa 1,8% en el Valor Agregado Bruto (VAB) nacional, y en los últimos cuatro años su participación se ha mantenido en un rango promedio de 1,9% sobre el acumulado nacional.
En comparación con otros países, Colombia se encuentra por debajo de algunos de sus pares de la región, como Chile, que tan solo en 2013 reportaba un aporte de 2,2% a su Valor Agregado Bruto nacional, o Argentina, que reportaba una participación de 2,56% en 2017.
Por otro lado, en países como Brasil las industrias creativas tienen un peso de 2,61% del Producto Interno Bruto (PIB), en México las actividades de cultura representaron 3,20% del PIB en 2017 y en EE.UU. alcanzaron 4,3% en 2016.
“Con la primera versión de la Cuenta Satélite de Cultura y Economía Naranja damos un gran paso en nuestra apuesta por ampliar la medición a nuevos sectores de la economía creativa en el país”, comentó la ministra de Cultura, Carmen Vásquez, quien explicó que este “es un proceso que se encuentra en construcción y que le permitirá a Colombia convertirse en un referente en este tipo de mediciones”.
De acuerdo con el Dane, las actividades de Economía se pueden agrupar en tres grandes áreas: Artes y patrimonio, Industrias culturales convencionales y Creaciones funcionales, nuevos medios y software.
El primero de ellos, que engloba actividades como artes visuales, artes escénicas y espectáculos, turismo y patrimonio cultural, material e inmaterial y educación en artes, cultura y economía creativa, representa 23,2% del valor agregado de las industrias de Economía Naranja, y le dejaron al país $3,02 billones.
Por su parte, las industrias culturales convencionales le dejaron al país $5,94 billones el año pasado, y representan 42,3% de las actividades de Economía Naranja. Entre ellas destacan la producción y exhibición de cine y videos, la producción de televisión, de radio, y la televisión por suscripción.
El tercer grupo, entendido como ‘creaciones funcionales, nuevos medios y software’ engloba todas las actividades relacionadas con creación publicitaria, edición de programas de informática y agencias de noticias, que según el Dane, si bien no hacen parte de la cultura como tal, definen “su relación con el consumidor a partir de su valor simbólico”.
Para Carlos Sepúlveda, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, “es importante que se tenga claro qué es lo que hace parte de lo que el Gobierno entiende por Economía Naranja”. El académico señala que al principio se partió de una definición de industrias creativas cuando se introdujo el concepto, pero destaca que “en su momento, en la discusión de excenciones tributarias del sector, había todo tipo de actividades”.
De acuerdo con Sepúlveda, el valor de este tipo de reportes está en la posibilidad de “dimensionar el aporte que está dando hoy en día a la economía en general en el cual hay mucho espacio de crecimiento, en la medida que se establezcan políticas públicas enfocadas”.
Así mismo, el Reporte Naranja que entregó el Dane estableció que, de las encuestas económicas anuales disponibles para el año 2017, 1,8% de las empresas corresponde a Economía Naranja, y de estas 89,1% trabajan en actividades de servicios, mientras que 10,9% se dedican a la industria manufacturera.
Entre los indicadores que arrojó el reporté está también que en 2018 la Economía Naranja generó 282.566 empleos directos, y que del total de micronegocios en el país, 150.462 desarrollan actividades asociadas a la Economía Naranja lo cual corresponde a 3,14% del total nacional.
La ministra destacó con relación a esta medición que “uno de los grandes avances metodológicos de la publicación es la inclusión de los micronegocios en la medición, que contiene información de los pequeños emprendimientos”, lo cual facilita el análisis para la creación de políticas públicas.
¿Cómo generó el Dane el Primer Reporte sobre este sector?
Para la elaboración del informe, el Dane conformó un Sistema de Información de la Economía Naranja (Siena), a partir de diferentes componentes de información. Para este primer reporte, el Siena usó información estadística del Dane y del MinCultura, y para 2020 se espera integrar información de otras entidades para el Reporte Naranja. Entre las estadísticas que se tuvieron presentes están la Cuenta Satélite de Cultura y Economía Naranja, la Encuesta de Consumo Cultural y Sistema Nacional de Información Cultural.
Consulte acá el reporte completo: Primer reporte economia naranja 2014-2018
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