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En días anteriores, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, indicó que el aumento será de un solo dígito, a diferencia de otros años
‘Desde octubre, se siente diciembre’ y con esto las apuestas del incremento del salario mínimo. Se ha hablado de crecimientos por debajo de un dígito, mientras que las centrales obreras hablan de alzas de doble dígito, es decir, de al menos 10%.
En días anteriores, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, indicó que la discusión de este año se llevará a cabo de acuerdo con lo establecido por la ley; sin embargo, sugirió que el aumento será de un solo dígito, a diferencia de los incrementos de los últimos dos años, influenciado por el comportamiento de la inflación.
“La ley dice que el salario mínimo, en principio, se debe ajustar contra la inflación causada. De tal manera que, dependiendo en cómo termine la inflación, el salario mínimo debe estar ajustado a eso.
Más un índice de productividad. Por lo tanto, se estima siempre que el salario mínimo sube algo más que la inflación”, explicó Bonilla.
Teniendo en cuenta que en la encuesta de Citi el promedio de los bancos sostuvo que la inflación a final de año será de 5,54%, significaría que, al sumar un punto de productividad, el aumento del salario mínimo sería de 6,54%.
De acuerdo a este cálculo, el nuevo pago mínimo con auxilio de transporte rondaría los $1,55 millones.
“Primero, el aumento debe al menos igualar la inflación proyectada al cierre del año, que estimamos en 5,6%, para evitar pérdida de poder adquisitivo; segundo, puede considerar un incremento en la productividad, reconociendo el valor agregado por trabajador. Sin embargo, en este segundo, no prevemos un impacto significativo debido al estancamiento de la producción y los bajos niveles de inversión”, dijo César Pabón, director ejecutivo de investigaciones económicas de Corficolombiana.
Si se hace un cálculo con una subida de 10%, el salario mínimo podría llegar a $1,6 millones en 2025, si se cuenta el auxilio de transporte. El alza nominal de este sería de $146.200.
“El Gobierno se siente muy cómodo promoviendo un aumento del salario mínimo hacia el rango alto de las negociaciones entre trabajadores y empresarios”, dijo Javier Mejía, economista y profesor de Stanford.
A esto se le suma lo dicho por el presidente del CUT, Fabio Arias, uno de los sindicatos más poderosos del país, quien se pronunció sobre el inminente incremento del salario mínimo y dijo que debería superar la devaluación del peso colombiano. Según la CUT, es fundamental restablecer el poder adquisitivo que los trabajadores podrían perder debido a la inflación.
En diálogo con La FM de RCN, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, destacó que si se aprueba la reforma laboral, el aumento del salario mínimo representará un nuevo costo adicional para las empresas. Según él, muchas empresas podrían no ser capaces de soportar estos costos. Afirmó que no hay justificación económica para un incremento mayor a dos dígitos.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, expresó que el Banco de la República debe considerar la evolución de la inflación, que ha disminuido en 722 puntos básicos desde el año pasado y actualmente se sitúa en 5,81%, cumpliendo con la meta del Gobierno.
Sin embargo, señaló que esta reducción no ha sido tan notable debido al alto nivel de las tasas de interés. Según la encuesta de Citi, la inflación a fin de año estará en 5,54%. La proyección más alta la hizo Alianza con 5,80% y la más baja es de Axa Colpatria que proyecta un IPC de 5,20%.
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