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El acumulado de los desistimientos de este tipo de vivienda pasaron de 14.228 en noviembre del año pasado a 29.800 en noviembre de este año, crecieron 109%
Tal como se esperaba, el sector de vivienda nueva va a cerrar el año en números rojos en Colombia. En su último informe, Camacol reportó que en lo corrido de este año las ventas de vivienda de interés social VIS llevan contracciones de 50,9% en 11 meses.
En 2023 ya se han dejado de vender en total 103.000 viviendas nuevas contando VIS y no VIS, lo que significa que han dejado de entrar $19 billones a la economía nacional, pues según explicó el presidente de Camacol, Guillermo Herrera, “en un año normal las ventas son de $58 billones, este año solamente hemos vendido $38 billones”.
En el último reporte, también se hizo un análisis para el acumulado de los desistimientos, que pasaron de 14.228 en noviembre del año pasado a 29.800 en noviembre de este año solamente en vivienda VIS. Esto significa que han crecido en 109%.
En el caso de los desistimientos de vivienda no VIS, este indicador pasó de 7.773 en 2022 a 8.200 en 2023, un incremento de 5%, lo que vislumbra que el problema del sector está impulsado en la vivienda VIS.
Con la cifra de desistimientos disparados, Camacol analizó 1.929 proyectos para encontrar las razones. En el caso de las viviendas VIS, la principal razón es por factores asociados con Mi Casa Ya (31%), siguen temas relacionados con el crédito (25%) y razones relacionadas con el proyecto (16%).
Si se amplían los motivos de Mi Casa Ya, las dos razones principales para desistir de los proyectos de vivienda son cambios en el programa o en el rango de subsidio (31%) y demoras en la asignación del subsidio (30%).
En el caso de las viviendas no VIS, las dos principales razones, que empatan en 31%, son ingresos del hogar y factores de crédito.
Y es que las tasas de interés han incorporado el ciclo contractivo de política monetaria más lento para adquisición de vivienda que para construcción, según un informe de Corficolombiana, porque se estima que la transmisión de la tasa repo a las tasas hipotecarias es lenta y esto ralentiza el efecto negativo sobre la demanda de vivienda.
Pero la vivienda es solo una parte del sector de construcción, que lleva meses rezagado. El Dane reportó que el PIB nacional se redujo 0,3% en el tercer trimestre de este año, y al analizar el resultado del valor agregado por grandes ramas de actividad, la construcción impulsó esa caída con -8,0% en su variación anual, y esta estuvo impulsada por la reducción de las obras civiles (-15,0%); la disminución de 7,1% de actividades especializadas; y una contracción de 5,0% en el valor agregado de las edificaciones.
Según explicó Guillermo Herrera, las edificaciones residenciales pesan 70% en el PIB del sector, contra las no residenciales, que pesan 30%.
Y en esa línea, Corficolombiana estima que las tasas de construcción de vivienda han aumentado rápidamente, lo que ha afectado el cierre financiero de nuevos proyectos y a impactado las iniciaciones de proyectos nuevos.
De hecho, Guillermo Herrera aseguró que, “ya tenemos un nivel de caída en ventas y en iniciaciones muy acelerado; pero es la primera vez en cerca de 20 años en que las ventas caen más rápido que las iniciaciones”, lo que confirma el comportamiento de contracción”.
Primero, el gremio pidió garantizar la suficiencia de los subsidios, ya que para el 2024 se requerirán 72.000 sólo para cubrir las entregas de lo que está en obra actualmente de Mi Casa Ya. También sugirió quitar el Sisben como criterio de acceso a este programa y retomar las coberturas a la tasa para VIS adicionales en este mismo programa. Otra de las propuestas es avanzar en intervenciones desde la oferta encaminadas a mejorar la gestión de suelo. Finalmente, el presidente de Camacol, Guillermo Herrera, dijo que el gremio está dispuesto a hacer una revisión con el Ministerio de Vivienda y las entidades correspondientes.
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