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La representante de Empresarios por la Educación reveló que 95% de los recursos son para el funcionamiento y 5% para calidad
Andrea Escobar, directora de Empresarios por la Educación, mencionó algunas de las recomendaciones que se articulan en el libro ¡Repensar la educación! Rutas para transformar la calidad educativa, así como los retos que tiene el país en términos de financiación y políticas públicas para movilizar la transformación que requiere el sistema para la formación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en Colombia.
¿Cómo funcionan los recursos del SGP para educación?
El Sistema General de Participaciones (SGP) es la fuente más importante de donde se financia la educación en el país porque provee cerca de 58% de los recursos que se destinan en el Presupuesto General de la Nación para esta materia. Ese total, va dirigido, básicamente a operar el sistema de la educación preescolar, básica y media que es gratuita en Colombia. Entonces lo que hace el Gobierno Nacional es distribuir esos recursos a las 96 Secretarías de Educación certificadas para que puedan llevar a cabo el funcionamiento de las escuelas a nivel nacional.
¿Cuál es su propuesta para mejorar el sistema educativo en Colombia?
Nuestra propuesta está supeditada al SGP. Necesitamos una transformación de esta unidad, de manera que se generen mayores recursos para la calidad educativa. Porque lo que sucede con el PGN es que cerca del 95% se destina a funcionamiento y sólo 5% para educación superior y calidad educativa, haciendo que sea casi que imposible innovar en el sistema.
¿Cuál sería una de las acciones para llevar a cabo una mejor distribución de los recursos educativos en el país?
Cerca del 85% de los recursos que gastan las 96 Secretarías de Educación en el país provienen de los recursos que les distribuye el Gobierno Nacional a través del SGP. Entonces se debería lograr una política pública que le permita a las entidades territoriales obtener incentivos a cambio de una mejor gestión de los recursos. Por ejemplo, otorgarles un monto adicional si destinan un rubro mayor a la calidad o simplemente, no someterlas al castigo perverso de quitarles la plata en caso de no gastarla toda. Eso sí, siempre y cuando demuestren que están siendo eficientes con el gasto mientras mejoran el desempeño escolar de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
¿Cuáles son las recomendaciones para los recursos en educación desde el SGP según los principios del libro?
Nuestro planteamiento es revisar cómo hacer para aumentar los recursos para educación desde el SGP. Que éste tenga un crecimiento en términos reales basado en la inflación causada, más 4,8 puntos porcentuales (3 puntos de crecimiento adicional en el SGP total y 1,8 puntos en el SGP de educación). El excedente se destinaría exclusivamente a fortalecer la calidad. En este escenario la destinación por estudiante pasaría de $4,5 millones en 2022 a $6,1 millones en 2026. Esta fórmula se utilizó entre 2002 y 2017.
¿Qué tan importante es que los candidatos presidenciales tengan en cuenta estas consideraciones?
No es tan fácil que los candidatos hablen de esto porque son temas duros, pero es lo que necesitamos para avanzar en materia educativa y más después de la pandemia del covid-19 donde todas las deudas históricas que tenía el sector educativo se hicieron notar más.
Entonces, este libro es precisamente un llamado a la práctica para orientar mejores decisiones durante un año crucial en el que el Gobierno Nacional y el legislativo diseñan las acciones en educación para el próximo cuatrienio, haciendo posible corregir lo coyuntural y lo estructural del sistema educativo.
¿Qué criterios se deberían tener en cuenta para hacer una eficiente distribución de los recursos?
La distribución no puede ser sólo por número de niños o número de escuelas. Se requiere distribuir el gasto de forma eficiente, de manera que, no se les castigue a las entidades territoriales, sino que se les pueda otorgar el recurso conforme a sus necesidades, pero atadas a la calidad educativa.
¿Las pruebas Icfes son un buen medidor de la calidad educativa?
La calidad educativa va más allá de este medidor de información. Sí bien, es importante porque muestra el estado en que están saliendo los jóvenes de la etapa escolar, la calidad educativa debe estar también comprendida por lo que sucede alrededor de la escuela, como por ejemplo el desarrollo emocional y personal. Es decir, que el Icfes es un indicador con datos valiosos para hacer seguimiento a la trayectoria del estudiante pero no debe ser el único factor para medir la calidad de la educación en Colombia.
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