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Aunque los alimentos siguen aportando más, su variación anual fue menor que en meses anteriores. Los combustibles siguen poniendo presión
Como un alivio para los consumidores colombianos, el Dane informó que la inflación de junio fue de 12,13% anual, con lo que el indicador de precios sigue cediendo por tercer mes consecutivo, en línea con lo que esperaba el mercado.
Aunque el componente de gasto que más sigue jalonando la inflación es el de alimentos y bebidas no alcohólicas, con 2,72 puntos porcentuales de aporte en el año, su variación fue de 14,31% anual, por debajo de la de mayo (15,66%). Los alimentos que más bajaron de precio fueron tomate (-30,9%), yuca (-16,85%) y zanahoria (-6,42%).
Al ritmo de los alimentos, se está desacelerando la inflación de las comidas en restaurantes, como lo explicó la directora del Dane, Piedad Urdinola, “comenzamos a ver una leve tendencia a la baja desde el máximo, que ve reflejado los precios de los alimentos en las comidas de establecimientos de servicio a la mesa”.
Tal como lo señalaban los expertos, los combustibles son los que impulsan los precios, dados los aumentos que ha hecho el Gobierno en el galón de gasolina para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc). De hecho, para junio el alza fue de $600, mismo aumento que en julio.
Los combustibles para vehículos están entre los que presentan crecimientos más amplios y una tendencia alcista que no cede. Si se mira el grupo de transporte, fue el de mayor variación anual en junio, con 18,19%. Fue, también, el tercer componente con mayor aporte anual, con 2,3 puntos porcentuales.
“La gasolina es uno de los factores más importantes que explica la inflación en los últimos meses. Combustibles, dentro de la división de transporte, pesa cerca de 3% y variaciones como las que estamos observando, al final meten un sesgo alcista a la inflación. En principio, es un factor importante, pero está compensado por lo que sucede en divisiones como la de los alimentos”, explicó David Cubides, director de investigaciones económicas en Alianza.
El segundo componente que más aportó a la variación anual fue el de los servicios públicos, con 2,54 puntos porcentuales. Allí, el de mayor peso es el del arriendo, tanto el imputado como el efectivo.
Completando el top cinco de los que más aportaron a la inflación anual de junio están transporte (2,30 pps), restaurantes y hoteles (1,71 pps) y bienes y servicios diversos (0,75 pps). Por el contrario, el componente de información y comunicaciones es el de menor participación, con 0,02 pps, seguido de salud (0,19 pps) y bebidas alcohólicas y tabaco (0,20).
Si las cifras se desagregan por ciudades, Sincelejo es la que registra los niveles más altos de inflación con 14,3% en el dato anual. Le siguen Cúcuta (13,4%), Valledupar (13%), Montería (12,9%), Pasto (12,8%) y Barranquilla (12,8%).
Las menores variaciones, por otro lado, se registraron en Villavicencio (11%), Ibagué (11,6%), Manizales (11,8%) y Cali (11,8%). Mientras que en Bogotá el indicador anual cerró en 11,9%, por debajo del total nacional; y en Medellín el dato fue de 12,3% anual.
Un dato adicional es que, en la variación anual, para las personas de mayores ingresos el IPC fue de 12,21% y para los más pobres fue de 11,84%.
Aunque se acumulan tres meses consecutivos en los que la inflación ha registrado una tendencia bajista, las minutas de la última reunión de la Junta Directiva del Banco de la República revelaron que para los codirectores aún hay riesgos, como el fenómeno de El Niño, las alzas previstas en los combustibles y la incertidumbre en el ambiente económico internacional. A pesar de que en junio se mantuvo la tasa de interés en 13,25%, en las minutas se señaló que “no existen aún las condiciones propicias para iniciar un relajamiento de la postura de la política monetaria”.
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