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El subgerente de Project Management & Construcción en Enel Colombia, dijo que se debe mejorar y expandir la infraestructura eléctrica
En el marco del foro "Colombia: Hacia un futuro energético sostenible", Luis Alejandro Rincón Silva, subgerente de Project Management & Construcción en Enel Colombia, destacó el papel fundamental que juegan las subestaciones de potencia, las líneas de transmisión y las redes de distribución en la transición energética del país. Según Rincón, estas infraestructuras no solo garantizan la estabilidad del sistema eléctrico, sino que son la "plataforma que habilita la transición energética", un proceso clave para asegurar un suministro de energía más limpio y eficiente.
Rincón enfatizó que las redes de transmisión y distribución son esenciales para que Colombia pueda cumplir con los objetivos de electrificación y descarbonización. "Nosotros desde Enel estamos comprometidos con los procesos de transición energética por medio de la electrificación. Con una generación más limpia, unas redes más resilientes y modelos y mecanismos de innovación", afirmó el directivo, refiriéndose al enfoque de Enel en una generación de energía más sostenible. Actualmente, la compañía tiene presencia en cuatro mercados con una capacidad instalada de 4.000 MW de energía renovable, lo que refleja su apuesta por las energías limpias.
Sin embargo, el reto de asegurar una transición energética exitosa está estrechamente ligado a la capacidad de mejorar y expandir la infraestructura eléctrica del país. Rincón advirtió que, si no se toman medidas, a partir de 2030 podría haber dificultades para garantizar un servicio adecuado. "Si no se hace nada, para 2030 en adelante se dificultaría atender de manera adecuada la prestación del servicio porque tenemos un crecimiento importante, pero la misma transición requiere un esfuerzo mayor de las redes de transmisión y distribución", indicó.
El crecimiento de la demanda de energía en Bogotá y Cundinamarca es uno de los factores que más presión ejerce sobre la red eléctrica del país. "Hoy Bogotá y Cundinamarca están creciendo a uno y dos dígitos. Estamos viendo en el escenario un tema asociado con movilidad eléctrica, un desarrollo inmobiliario fuerte y un sector que crece atractivamente como los data centers", explicó Rincón Silva.
Este crecimiento, junto con los proyectos de movilidad eléctrica como el metro de Bogotá y el Regiotram de Occidente, que requieren la construcción de subestaciones para atender la demanda, está impulsando la necesidad de una infraestructura eléctrica más robusta.
Para enfrentar estos desafíos, Enel Colombia está trabajando en múltiples proyectos en la región. "Nos preparamos actualizando la infraestructura que hoy tenemos de líneas de alta tensión, subestaciones y nuevas líneas de transmisión. Hoy estamos con Bogotá región 2030 que habilita los procesos de transición y de crecimiento de Cundinamarca y Bogotá. Actualmente tenemos 45 proyectos en marcha de los cuales siete ya están en operación", señaló. Estos proyectos no solo buscan atender la demanda actual, sino también prepararse para el crecimiento futuro de la región, que representa 23,7% de la demanda energética de todo el país.
En su intervención, Rincón subrayó la importancia crítica de las subestaciones de potencia. "El metro de Bogotá va a requerir tres subestaciones para atender su demanda. El Regiotram de Occidente requiere dos subestaciones que están en proceso de desarrollo", explicó. Además, destacó que el crecimiento en otras áreas, como los patios de recarga de vehículos eléctricos, también está impulsando la demanda de nuevas subestaciones. "Durante 2022, solo cinco patios de recarga requirieron lo equivalente a tres subestaciones de recarga con una capacidad suficiente para atender una población como la de Chía", detalló.
El ejecutivo también destacó la importancia de la red eléctrica en la provisión de otros servicios públicos, como el tratamiento de aguas. "Bogotá tiene unos grandes compromisos con el Río Bogotá y requiere procesos que demandan alta energía como las plantas de tratamiento. Hoy por hoy, la red eléctrica es un habilitador de otros servicios públicos", afirmó, resaltando la interconexión entre diferentes sectores y la necesidad de una infraestructura eléctrica confiable y resiliente.
Rincón hizo un llamado a las entidades gubernamentales para que faciliten el desarrollo de estos proyectos, destacando que los retrasos en los permisos y licencias pueden afectar tanto a los usuarios finales como al desarrollo de las comunidades. "La institucionalidad cumple un papel fundamental desde las políticas y la articulación para garantizar que estos proyectos se puedan realizar de manera oportuna", indicó, subrayando la importancia de cumplir con los tiempos normados para evitar demoras que podrían perjudicar el avance de la transición energética.
Además, reiteró que la infraestructura eléctrica es fundamental para habilitar el crecimiento y desarrollo del país. "No tener la infraestructura frena el desarrollo, evita que se generen nuevos puestos de trabajo y proyectos de vivienda, dificulta atender la calidad del servicio y no tener nuevas líneas, subestaciones y circuitos retrasa el proceso de transición energética", concluyó.
La entidad enfatizó que la modificación de estos tiempos no afecta con la fecha para la adjudicación del proyecto, que está prevista para el 13 de febrero de 2025
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