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Una propuesta de 'La Quinta puerta' es crear impuestos a los colegios más costosos para fortalecer la calidad de la educación pública
Ayer 22 de diciembre se cumplió un mes de publicado el libro 'La Quinta Puerta, de cómo la educación en Colombia agudiza las desigualdades en lugar de remediarlas', coeditado por Leopoldo Fergusson, Mauricio García Villegas, y Juan Camilo Cárdenas.
En el texto se aborda el concepto de apartheid educativo en cual hay segregación de estudiantes por clases sociales en Colombia, Leopoldo Fergusson habló con LR sobre la transformación que proponen y de qué manera llevarla a cabo.
¿Cómo se afectó la desigualdad educativa con la pandemia?
La diferencia en el ámbito de la educación fue dramática, tanto los hogares como los colegios de las familias más ricas, tuvieron a su disposición muchísimos más recursos para sacrificar menos el proceso de aprendizaje que lo que lo tuvieron los colegios y los hogares de familias menos favorecidas.
Desde tener acceso a internet, tener un espacio físico en el hogar en donde poder seguir con el aprendizaje, hasta tener una adaptación más rápida para el retorno a la presencialidad. La brecha en educación ya se estaba viendo y ya hay estudios que lo han mostrado, se exacerbó tremendamente con la pandemia, por lo tanto la noticia de regresar a la presencialidad es muy importante.
¿Cómo inició la creación colectiva del libro 'La Quinta Puerta'?
Los antecedentes son varios, originalmente Mauricio García Villegas, uno de los coeditores y quien realmente fue el primer de propulsor de la idea, había trabajado hace un tiempo con José Rafael Espinosa, quien es uno de los autores de uno de los capítulos también, en el libro que se llamaba 'Separados y Desiguales', y hablaba de esta situación en la cual en Colombia solemos tener una división por clases sociales en la etapa educativa.
Luego Mauricio me invitó a que hiciéramos un nuevo texto de desigualdad en el contexto de la educación e hicimos un primer estudio que contiene el punto de partida de este libro y que sacó DeJusticia sobre esta situación que llamamos el apartheid educativo, el hecho de que nos separemos entre clases sociales en las etapas educativas en Colombia donde los pobres tienden a estudiar con los pobres y los ricos con los ricos.
¿En que temas se profundiza con la Quinta Puerta?
En particular la dimensión cultural de esta división o segregación educativa, porque cuando nos separamos entre clases sociales no solamente es que unos tengan más plata y otros menos plata, sino que unos empiezan a acumular unos acervos culturales, unas formas de hablar, unas redes sociales, un honor asociado a los títulos que tienen; que a través de normas no escritas crean una distinción social que tiende a reproducir esa desigualdad. Invitamos a Juan Camilo Cárdenas para hacer parte de este libro en donde un poco el énfasis son los temas culturales.
¿Cuáles son esas desigualdades culturales y cómo afectan en la participación en el mercado laboral?
Uno de los capítulos lo que hace es tratar de cuantificar eso. Nosotros hablamos en el libro de los activos sociales inmateriales como el conjunto de esas diferencias que se acumulan en una sociedad segregada por niveles de ingreso en la educación.
Los activos sociales inmateriales los agrupamos en tres categorías grandes, los primeros son el capital social que es lo que muchos científicos sociales asociamos a tener mayor o menor acceso a redes de contactos y de amigos potencialmente valiosos para la vida, para contactos profesionales, para tener una red de atención si uno tiene una crisis, y eso incluye desde las palancas a lo colombiano hasta simplemente tener acceso a personas que están bien posicionadas para apoyarme si algún día pierdo el trabajo.
El segundo aspecto es el capital cultural o ese conjunto de preferencias, modo de actuar, de vestir, desde los gustos musicales, desde la forma de hablar, el tipo de actividades que hace la gente, si sabe jugar golf o si sabe jugar tejo. Eso abre o cierra puertas, tiende a perpetuar la desigualdad que marcan diferencias entre clases sociales.
El último es el capital simbólico, son todas esas cosas que le dan cierto honor a algunas personas en la sociedad. El tener un título de tal colegio, Universidad, el provenir de tal entorno. Esas tres cosas se acumulan diferencialmente en los lugares en donde están agrupadas las personas más ricas, respecto a las más pobres en una sociedad segregada en la educación.
¿El problema es necesidad de mayor inversión para mejorar la calidad de las instituciones públicas?
Si nuestro diagnóstico es que el problema no es sólo económico, la solución no puede ser solo económica. No va a bastar con simplemente mejorar la calidad de la educación pública, eso es importante y es una de las primeras cosas que tenemos que hacer sí o sí, pero no es suficiente. Podríamos tener una educación pública de súper buena calidad pero si allá siguen yendo solamente los pobres, entonces vamos a seguir con un mundo segregado y vamos a seguir con estas diferencias.
Hoy en día ya sucede, hay algunos colegios públicos de mejor calidad que los colegios privados y sin embargo las familias van al colegio privado. Solamente cuando tú tienes suficiente plata para ir al colegio privado de verdadera élite con matrículas ultra caras, es claro que la opción privada es de mejor calidad. ¿Por qué lo están haciendo? porque en esta lógica hay una lucha por distinguirme.
¿Cuál debe ser la hoja de ruta que están proponiendo para que se dé confluencia de diferentes clases sociales en instituciones públicas y privadas?
Tenemos que hacer un cambio cultural, revalorizar la educación pública como algo que tiene honor, que todos queramos ir allá. Eso implica un pacto político por la educación en donde revaloricemos esa educación pública y sobre todo pluriclasista donde cualquier persona de diferentes estratos sociales diga "allá quiero mandar a mi hijo". Es una apuesta de largo plazo que vaya más allá de un solo gobierno.
¿Cuánto tiempo tomaría esa transformación?
Eso seguro toma varias generaciones entonces uno puede complementarlo con medidas que traten de hacer esa transición de la manera más rápida. Nosotros tenemos por ejemplo una sugerencia de combinar un esquema de impuestos con información para tratar de reducir la segregación.
Impuestos a los colegios verdaderamente costosos en Colombia que vaya a financiar el fortalecimiento de la calidad de educación pública, pero que además parte de ese impuesto se pague como cupos que esos colegios ofrezcan, a los estudiantes que están accediendo al colegio público para que sus estudiantes tengan un efecto multiplicador.
Por un lado, para que tengan acceso a esos círculos que están cerrados para esas personas y entonces diversifiquen la élite colombiana, por otro lado, para que ellos a través del ejemplo, tengan ese efecto demostración sobre abrir los ojos a muchos colombianos de que "la educación puede ser de esta calidad y busquemos eso mismo en nuestras instituciones públicas".
¿Qué de lo que se ha hecho va en la dirección de eliminar esa segregación?
Tenemos ejemplos de los alcances y limitaciones de soluciones parciales a este problema. 'Ser pilo paga', es un ejemplo igualador de oportunidades. Esos estudiantes fueron a universidades de élite y tuvieron esa dificultad adaptación cultural porque tenían esas diferencias de activos culturales. Sin embargo, lograron superarlas porque curiosamente no enfrentaron tanta discriminación de parte de los estudiantes más privilegiados.
Pero al mismo tiempo sí tuvieron un costo de adaptación importante, costos cognitivos de "cómo tengo que hacer para encajar", hasta económicos de "esta no es la pinta que tengo que ponerme para esta universidad". Era una solución muy costosa para solamente las personas de muy buen desempeño académico y por eso la solución tiene que ser más amplia.
¿Ofrecer educación superior pero no profesional en áreas rurales es otra forma de segregación o por el contrario puede ser pertinente?
En varios contextos la educación técnica puede ser parte de la solución, pero tiene que ser de altísima calidad y valorada socialmente. Puede jugar un papel súper importante pero hoy en día la educación técnica sí que es muestra de segregación. La educación de alta calidad y valorizada culturalmente técnica podría ser muy valiosa, no puede ser como que esta es una educación para pobres.
¿Cuál es el impacto de esta desigualdad en la productividad?
Alguien va a decir que esto lo tenemos que cambiar por un cierto tipo de empatía con las personas menos favorecidas que están quedando como perdedores en este contexto y que es nuestro rol, desde el punto vista redistributivo, asegurarnos que todos tengamos la oportunidad de tener unos ciertos mínimos que nos permitan perseguir nuestros sueños de vida.
Eso es una razón muy importante, pero aún el que no crea en eso, debería reconocer que si nosotros resolvemos este problema, todos podemos ganar, incluso las personas más privilegiadas de la sociedad. Es importante tanto por una noción de justicia social, pero también por unas razones de eficiencia social, y es que, si queremos tener un país más próspero, más rico que le pueda dar bienestar social a más personas, podemos ganar todos, aprovechando los talentos que están ocultos en personas que hoy en día no pueden explotarlos.
El título del libro nació a partir de una columna de Mauricio García Villegas sobre la canción de Daniel Santos 'En el juego de la vida' en la cual dice: "Cuatro puertas hay abiertas al que no tiene dinero, el hospital y la cárcel, la iglesia y el cementerio". Los autores buscan que la educación sea una quinta puerta que se abra y en la cual se encuentren oportunidades a través de ella.
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