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Un mes de apagón costaría $35 billones si se hacen los recortes como en el desabastecimiento de los 90.
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Gremios elevan alerta porque la crisis energética tiene al país sin margen de reserva. Los temores por revivir los recortes de los 90 se suman a los riesgos financieros del sector
La presidente ejecutiva de Acolgen, Natalia Gutiérrez, le hizo un llamado de atención al Gobierno por la crisis energética que enfrenta el país. En el marco del Congreso de Asoenergía, señaló que la situación es tan crítica que no hay margen de reserva ni para poner plantas en mantenimiento.
Además, dejó en evidencia las consecuencias económicas que habría en caso de configurarse un apagón, dejando pérdidas similares a las de la pandemia.
Gutiérrez aseguró que en 2025 solo habrá espacio de 1% en la reserva del sistema eléctrico, lo que deja prácticamente sin margen energético al país, lo que sería prácticamente una sentencia de apagón.
“Según el Banco de Bogotá, por hora, el país perdería más de $200.000 millones. De acuerdo con estudios de Fedesarrollo, podríamos estar perdiendo 1,5 puntos del PIB, son casi $24 billones. Tenemos que ponernos de acuerdo en lo que estamos de acuerdo, en los puntos de cuenta que nos hagan salir de esta coyuntura”, dijo Gutiérrez.
La presidente de Acolgen hace referencia al informe del equipo de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, donde estiman que las pérdidas que tendría el país, si se da el racionamiento energético, oscilan entre $175.000 millones y $204.000 millones por hora de apagón. El rango se da dependiendo en qué hora se presente el recorte.
El análisis señala que si Colombia vuelve a vivir un apagón como el de los años 90, cuando el racionamiento hizo cortes de luz entre las 6 p.m. y la medianoche, diariamente el país perdería $1,1 billones, que si se escala por un mes, las pérdidas serían $35 billones.
“No se están dando las lluvias y eso ha exacerbado un poco el riesgo de racionamiento, será difícil saber si va a haber un apagón. Hay un riesgo no despreciable de nuevo por el tema del clima, y que gran parte de nuestra matriz energética depende del tema de generación hídrica, lo otro son los riesgos adicionales que están con el gas, que de alguna manera son el respaldo del sistema energético”, explicó Camilo Pérez, gerente de investigaciones económicas del Banco de Bogotá.
“Estamos de acuerdo con el discurso de transición energética, y estamos jugados a seguir haciendo inversiones en energías solares y eólicas, pero estas no nos dan la confiabilidad que necesitamos”.
“El sector manufacturero, la minería y el comercio van a ser los más afectados. Depende mucho el horario, en el caso del comercio hay un consumo alto de energía entre las horas de la tarde-noche”.
Gutiérrez agregó que el sector tiene mucha incertidumbre, y aunque hace unos días los privados se reunieron con el Gobierno, los diálogos no despejaron la incertidumbre que siente el sector energético.
“Nosotros llevamos casi tres años diciéndole al Gobierno, ojo con los balances de energía, ojo con el gas, ojo con la opción tarifaria, ojo con el problema financiero de las empresas, ojo con las empresas que no están contratadas, que en la gran mayoría son públicas y el gobierno es el que las controla. Que nos hayamos sentado todos a hacer un comunicado no quiere decir que se haya superado la crisis, ni mucho menos, como se ha dicho en algunos casos, que queremos generar una sensación de incertidumbre, esa sensación la tenemos desde hace rato”, declaró Natalia Gutiérrez.
Según Acolgen el sector energético está apostando por el plan de transición energética propuesto por el Gobierno, pero es el mismo Estado el que no estaría generando confianza para avanzar con esto.
“Aquí hay empresas jugadas por hacer grandes inversiones. De aquí a 2027 hay más de $9.000 millones por ejecutar para atender la demanda. Pero necesitamos señales de política pública y regulatorias para poder hacer las inversiones. Estamos de acuerdo con la transición pero noda la confiabilidad que necesitamos”, dijo Gutiérrez.
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