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Cundinamarca y Quindío tienen 1.021 títulos mineros, lo cual representa 12,7% del total que hay actualmente en el país (7.996)
Después de las consultas populares en Cajamarca (Tolima) y Cumaral (Meta) en marzo y junio de este año, serán dos los municipios que realizarán este tipo de votaciones. Las poblaciones de Arbeláez, en Cundinamarca, y Pijao, en Quindío, irán a las urnas este domingo para decidir si están o no de acuerdo con el desarrollo de actividades del sector mineroenergético.
Y aunque el precedente de esta fiebre de consulta minera son las victorias del no por más de 97%, ¿cuál es la importancia de Cundinamarca y Quindío para la actividad minera? Los dos departamentos suman 1.021 títulos vigentes, es decir, 12,7% del total nacional, que asciende a 7.996. Según cifras de la Agencia Nacional de Minería (ANM), Cundinamarca cuenta con 978 títulos mineros vigentes, de los cuales 70 están en exploración, 59 en construcción y montaje y 849 en explotación.
En términos de minerales, en el departamento se extrae, fundamentalmente, carbón, sal, hierro, materiales de construcción, calizas, arcillas y esmeraldas. De hecho, según la directora de la ANM, Silvana Habib, en municipios como Cucunubá, Guachetá, Sutatausa, Lenguazaque y Tausa es muy importante la tradición carbonífera de pequeña y mediana minería.
“En 2016, Cundinamarca llegó a 2,5 millones de toneladas de carbón, equivalentes a casi 3% de la producción nacional. En cuanto a los materiales para construcción, el departamento produce casi 25% del total del país; en hierro, 60%, y en calizas, casi 40%”, agregó Habib. Precisamente, 100% de los cuatro títulos vigentes en Arbeláez es de materiales de construcción.
La directiva también afirmó que Quindío no es un departamento minero, pues solo tiene 43 títulos, de los cuales 28 están renunciados y pendientes de desanotar en el catastro minero colombiano. “Con estos títulos, Quindío aporta al total del país, 0,06% de la producción de oro; 0,2% de plata; 0,1%, arcillas, y 0,9%, materiales para construcción, viniendo a ser este último su renglón más significativo en temas mineros”.
La producción del departamento proviene principalmente de Armenia y La Tebaida en oro y plata, y de Génova, Pijao, Calarcá, La Tebaida y Finlandia en materiales de construcción. De hecho, los cinco títulos de Pijao son todos en este rubro, según datos de la ANM.
En relación con las consultas populares, Habib hizo un llamado a los alcaldes y concejos municipales para que se informen sobre la realidad minera de su región, los requisitos para obtener un título minero y el seguimiento en materia técnica y ambiental que se les hace.
“En ocasiones, los alcaldes desconocen que para explotar un título se requiere licencia ambiental, y solo se puede hacer minería donde la autoridad ambiental lo permita”, afirmó Habib.
Sin embargo, Juan Camilo Cárdenas, decano de Economía de la Universidad de los Andes, quien ha trabajado en investigaciones relacionadas con la conciliación de los intereses ciudadanos y las industrias extractivas, hay varios elementos que explican el porqué de la proliferación de las consultas populares.
Cárdenas destacó que hay mayor educación sobre cómo funcionan los mecanismos de participación ciudadana y más preocupación por la contaminación del agua a causa de la actividad extractiva.
Así mismo, señaló que “los proyectos mineros no han generado un impacto en desarrollo local desde las regalías, que es su gran promesa”, basado en una investigación realizada por Luis Roberto Martínez, de la Universidad de Chicago.
Por último, es importante destacar que en Arbeláez la consulta también está dirigida al sector de hidrocarburos.
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