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Natalia Granados, miembro del equipo de estrategias cuantitativas de Global Securities, definió la semana como “una de alta volatilidad, donde observamos un caída del petróleo por debajo del nivel de los US$45 el barril. El peso colombiano fue la segunda moneda con mayores pérdidas frente al dólar, después del rublo ruso”.
Tras el festivo del Día del Trabajo, la divisa estadounidense arrancaba en una tasa de $2.947,85, luego de que la semana pasada hubiera roto finalmente la barrera de los $2.900 y se proyectara al alza. Sin embargo, entre martes y miércoles lo que hubo fue una tensa calma, mientras los inversionistas esperaban el comunicado de la Reserva Federal, luego de lo que habían sido datos decepcionantes de crecimiento económico en Estados Unidos para el primer trimestre del año.
El miércoles, incluso, la moneda perdió $15 en una sesión con poco movimiento, pero esa misma tarde se conoció el comunicado de la Fed en el que dijeron que la desaceleración de la economía que estaban viendo era probablemente transitoria, y solo bastó eso para que las probabilidades de aumento de la tasa de interés del banco central estadounidense en la reunión de junio subieran de 67% a 90%. Con esto, Omar Suárez, gerente de renta variable de Casa de Bolsa, explicó que “el mercado casi da por descontada esa alza”.
El jueves se sintió con fuerza el efecto del comunicado de la Fed. En una jornada en la que se comerciaron US$1.662,89 millones en 2.713 operaciones, la moneda tuvo su subida más importante del año, $37,42, en parte también porque los precios del petróleo cayeron hasta mínimos de noviembre.
Ayer nuevamente el dólar empezó la jornada al alza, con un precio de apertura de $2.981, y rápidamente escaló hasta los $2.993,9, que fue su valor más alto en la sesión. A partir de ahí, la moneda empezó a caer y el presidente de Franco Group, Diego Franco, explicó que hubo dos factores principales detrás de esa descolgada del dólar: una toma de ganancias de los operadores que vieron en una moneda de casi $3.000 una oportunidad para liquidar las posiciones que habían tomado en días anteriores con una divisa entre $2.850 y $2.900, y un precio del crudo que rebotó frente a los mínimos que había tocado el jueves.
Así las cosas, desde las 8:30 a.m. el dólar empezó a caer en el mercado local hasta tocar un mínimo de $2.943 y cerrar en $2.945. Por lo pronto, la moneda respetó el primer techo que el director de divisas de Credicorp Capital, Juan Carlos Cendales, definió como un reto importante: $2.980. Sin embargo, la otra semana se verá su reacción con la inflación en Estados Unidos.
Buena racha para monedas emergentes
A pesar de la volatilidad que tuvo el dólar esta semana, una nota de Bloomberg destacó que estos son buenos tiempos para las monedas de países emergentes. De acuerdo con lo escrito por la agencia de noticias, “las monedas de los países en desarrollo han ganado un 4,7% en 2017, el mejor comienzo de un año desde 2006, durante la presidencia de George W. Bush. Se espera que acumulen más ganancias dadas las valoraciones baratas, el retorno de los inversionistas extranjeros y la menor dependencia de los países en desarrollo de las materias primas”.
La opinión
Natalia Granados
Estratega de Global Securities
“El peso colombiano fue la segunda moneda con mayores pérdidas frente al dólar esta semana, después del rublo ruso”.
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