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Pagar por libros que nunca se usan, comprar solo un tipo de zapatos y prohibir ciertos tipos de peinados son algunos de los absurdos que padres e hijos encuentran dentro de los colegios
Desde prohibiciones en la vestimenta, requisitos, pagos o solicitudes un poco innecesarias, hacen parte de este top 10 de las cosas más absurdas que suceden en los colegios del país.
En las listas de útiles se encuentran muchos absurdos, como implementos de aseo, pero también cosas como kit de herramientas, espuma de afeitar, escobas, trapeadores, tornillos y hasta pintura para exteriores.
La transformación digital también ha llegado a los colegios, sin embargo no siempre resulta tan útil y propicia, como para aquellos niños pequeños, e incluso sus padres, que debieron pagar por un libro virtual para el estudio independiente en casa, pero que no tienen idea de cómo usarlo y acceder a él.
Aunque las reglas de los colegios estandarizan condiciones de vestimenta a través de los uniformes, en los zapatos se pensaría que hay más opción de escoger, teniendo en cuenta solo el color indicado, pero no en todos los casos existe esa libertad. Hay colegios en los que se le exige a los padres comprar solo un tipo de zapatos: el vendido por la tienda del colegio; ésto, para muchos padres resulta absurdo.
No dejar que los niños o adolescentes vendan en los colegios es desde hace tiempo uno de los absurdos que genera más controversia, muchos dicen que las ventas escolares incentivan a los niños a ganar su propio dinero y al emprendimiento, sin embargo hay instituciones que siguen prohibiéndolas dentro de las instalaciones, algunos argumento en contra de ellas tienen que ver con cuidar las ventas de las cafeterías escolares.
Mucho se quejan los adolescentes y sus padres cuando en una institución educativa no les permiten a los hombres tener el cabello largo o a las mujeres de algún otro color al natural. Además, también se prohíbe el uso de esmaltes de uñas de colores fuertes.
Pagar altos costos por los libros, sobretodo por los de inglés, que al parecer son muy completos, pero tanto que incluso no alcanzan a usarlos todos. Algunos padres se quejan de su alto valor, casi siempre arriba de $100.000 y de que nunca han sabido que tanto hacen con ellos, pues no lo ven lleno ni terminado.
En algunos colegios las directrices que reciben los padres son las de que el uso del celular, computadores o tablets está prohibido en la institución para tomar notas digitales, aún cuando se ha convertido una alternativa para disminuir el uso de papel; además, hay instituciones que notifican de la prohibición, sin embargo en el transcurso de las clases hay maestros que les piden a los estudiantes usar sus celulares para consultar sobre algún tema o hacer uso del traductor.
Los absurdos más grandes durante años se han encontrado en las listas de útiles que año tras año los padres deben comprar, en ellas muchas veces hay implementos de aseo personal que se supondría deben ofrecer las instituciones como jabón de manos o papel higiénico.
En algunas instituciones se exige a padres y alumnos comprar los libros que han sido escritos por maestros del plantel, y se vuelve obligatorio pues es en ocasiones el único material de estudio usado en una clase.
Muchas veces en los costos de matrícula están incluidos servicios que tanto padres como estudiantes no llegan a utilizar, entre ellos cuotas para la asociación de padres de la que no vuelven a saber en todo el año escolar.
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