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Natasha Avendaño, gerente general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, confirmó que el consumo se ha disparado en los días sin restricción
Las proyecciones climáticas no se materializaron en los meses recientes y la baja pluviosidad aumentó las posibilidades de endurecer el racionamiento de agua en Bogotá. Esta restricción ya acumula cinco meses y el panorama no es el más alentador: Agosto fue el mes más seco de los últimos 55 años.
El alcalde Carlos Fernando Galán ya avisó que si las métricas no arrojan un ajuste favorable, inevitablemente, los cortes programados tendrán que intensificarse.
Natasha Avendaño, gerente general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, enfatizó en que los pronósticos son cada vez más erráticos, pues en mayo se anticipaba que habría un Fenómeno de La Niña y eso aliviaría los embalses. Sin embargo, la lluvia no llegó como se esperaba.
El alcalde advirtió que el racionamiento puede endurecerse, ¿cuál es la realidad del sistema Chingaza?
Llevamos un poco más de un mes, unos 32 días, en descenso del sistema Chingaza, que había alcanzado a principios de agosto unos niveles superiores a 52% de llenado. Sin embargo, agosto fue el mes más seco en los últimos 55 años.
Agosto es uno de los meses en los que históricamente todavía hay lluvias, pero en este caso no tuvimos ni siquiera 45% del histórico registrado en las precipitaciones. Y adicionalmente empezamos a identificar, desde mediados de ese mes, que los días sin restricción el consumo se estaba disparando.
¿Se ha perdido la disciplina con el consumo?
Estábamos, en promedio, en un consumo de 16,7 metros cúbicos en los ciclos de 18 días. Y la idea cuando hicimos el cambio de esquema de restricción a un día sí y un día no, era entregar un poco más de esa responsabilidad a los usuarios.
Pero en los días sin restricción nos subimos mucho, nos fuimos a 17, 17,5 y tuvimos un día de 17,8 metros cúbicos por segundo. Tenemos que seguir conscientes de que los niveles del sistema Chingaza están vulnerables, sobre todo para lo que necesitamos para final de año y para el primer trimestre de 2025.
¿Se apresuró la relajación de las restricciones?
Nunca relajamos nada, simplemente cambiamos el esquema. No nos apresuramos porque todas las decisiones que tomamos se hacen con base en información histórica y en los pronósticos.
En mayo hubo una circular que alertaba por la llegada inminente del Fenómeno de La Niña, con base en ella se tomó la decisión de espaciar la medida, pero los pronósticos no se cumplieron y las lluvias no llegaron.
“Si para el 21 de septiembre la situación no mejora, impondremos una restricción mayor. Si las proyecciones lo indican, intensificaríamos el racionamiento”.
¿Qué debería pasar para evitar que se endurezca el racionamiento?
Lo que buscamos es que se revierta la tendencia, por eso hacemos un llamado insistente a los usuarios para que volvamos a los buenos hábitos y le bajemos presión al sistema de Chingaza.
¿Es cierto que el embalse de Chuza no se llena desde 2021?
El sistema de Chingaza tiene regulación anual; se llena y se desocupa en el mismo año. Hay muchos años en lo que ese embalse no ha llegado a 100% del llenado, si hay bajas afluencias, no se llena y no se tiene que llenar a 100%, lo ideal es que esté por encima de la curva guía.
¿Han cambiado las proyecciones de llenado el sistema de Chingaza? ¿Qué tienen planeado desde la empresa?
Nosotros tenemos unos números que nos permiten saber en qué momento es necesario endurecer las restricciones; lo dijimos cuando anunciamos la medida restrictiva en abril, que eso era lo que nos iba a permitir regular el embalse y, ante la ausencia de afluencias, evitar niveles en los que no pudiéramos operar, siempre estuvo sobre la mesa hacer el esquema más restrictivo.
Cambiando de frente, se ha dicho que hay unos presuntos pliegos sastre para favorecer a una empresa proveedora de tecnología en un contrato por unos $160.000 millones, ¿que puede decir frente a eso?
Desde hace un mes ha habido muchas inquietudes con ese proceso, que es para garantizar los procesos tecnológico durante los próximos tres años.
Una de las críticas es que no había pluralidad de oferentes; en el proceso se recibió manifestación de interés por parte de 31 proponentes. Posteriormente, cuando se cerró el proceso, hubo siete interesados (una empresa y seis consorcios).
No tengo vínculo con ninguna empresa de tecnología, toda la vida he trabajado en el sector público. El hecho de que yo haya estado en la Dian y en la Superservicios cuando ellos fueron prestadores no quiere decir que tenga ningún vínculo con ellos.
Es economista de la Universidad de los Andes, y también cuenta con una maestría en Economía de la misma institución, y otra en Tributación Internacional, Comercio Exterior y Aduanas de la Universidad Externado de Colombia. También cuenta con una maestría en Política Pública y un doctorado en Filosofía de la Universidad de California, Berkeley. Previo a su posesión como gerente de la Empresa Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño también se ha desempeñó como superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios entre 2018 y 2022; y también como experta comisionada del Creg.
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