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Producción de denim en Colombia
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Colombia alguna vez fue el principal exportador de esta prenda en Suramérica, y el tercero en la región de América Latina, siendo un potente productor de la tela denim
Una de las prendas que más se exportan desde Colombia son los jeans. De acuerdo con la Cámara de Comercio de Bogotá, en 2018 el país se posicionó como el principal exportador de estas prendas en Sudamérica y el tercero en la región de América Latina. No es por menos, teniendo en cuenta que, según las últimas cifras entregadas por Euromonitor, al día, se comercializan 100.000 jeans en el país.
Según el Dane, en la década de 2012 a 2022, los principales destinos de los productos de la industria textil y de confecciones fueron Estados Unidos (30% de todas las exportaciones), Ecuador (15%), México (9%), Venezuela (7%) y Perú (6%).
Durante este lapso, Colombia se convirtió en el principal exportador hacia Estados Unidos de fajas, trajes de baño, jeans y ropa interior.
El Dane registró que, en 2022, 53% de las exportaciones colombianas de la industria textil y de confecciones correspondió a confecciones de prendas de vestir, entre las que destacan las prendas interiores femeninas, los jeans y las camisetas. Además de ser un gran productor, es un gran consumidor.
Otro 30% correspondió a productos textiles como hilos, tejidos, fibras y otras materias primas para las confecciones. Por su parte, los productos del cuero y el calzado ocupan 17% restante, en cifras de Procolombia.
“El mercado latinoamericano es muy diverso. Hay tendencias por jeans rígidos, pero también por driles, que nos permite más capacidad”.
Sin embargo, las exportaciones de la industria textil y de confecciones vienen en caída. En 2008 alcanzaron su punto más alto con US$2.700 millones, mientras que en 2020 cerraron en bajas con $630 millones de productos de esta industria, según el Dane. Esto representa una caída de 77%.
Procolombia afirmó que es necesario señalar que el declive venía desde antes de la pandemia, pues en 2019 se exportaron US$834 millones.
Durante el primer trimestre del año pasado las exportaciones de textiles tuvieron una baja de 16,9% en términos de valor, mientras que las de confecciones han visto una disminución de 11,9%. En lo que se refiere al volumen, se ha registrado una caída de 24,2% en la confección de prendas de vestir y de 12,3% en productos textiles.
Javier Duran, gerente de operaciones de Projeans, explicó que el consumo ha bajado, y que en 2024, por lo menos a marzo, espera que sea similar el comportamiento. “Este año se espera que sea retador, tenemos que diversificarnos mas con buenas ventas, pero hasta marzo. A nosotros nos afectó el stock acumulado en las grandes superficies, ya que en base de los inventarios y las ordenes a futuro es como nos movemos nosotros”.
Algo similar comentó Marco de Marchi, presidente de Vicunha Têxtil, quien dijo que si bien no hubo una caída significativa, el ritmo de desaceleró un poco.
“Nuestra presencia en América Latina fue menos importante que en 2022, ya que en la pandemia teníamos muchas dificultades logísticas con Asia. Tenemos 38% de nuestras ventas fijas fuera de Brasil. Queremos llegar a 40% este año”, dijo el directivo brasileño.
La industria textilera internacional en Colombia, cada vez más, tiene más peso con innovaciones y cualidades sostenibles que atraen capital inversionista “El mercado latinoamericano es muy diverso. Hay tendencias por rígidos, hay una grande tendencia por driles, que nos permite desarrollar mas capacidad de producción, pero también hay espacio de novedades. Nosotros tenemos fibra de cáñamo, más sostenible, que es parecido al lino y al algodón”, complementó Marco de Marchi.
Esta compañía realiza inversiones anuales por US$1 millones, apuntando a principios más sostenibles en la producción, distribución y comercialización de más prendas en Colombia y en le mundo. “Tenemos una nueva colección propia para Europa. Lanzamos 14 nuevos artículos de colección”, agregó.
Durante Colombiatex de Las Américas, en Medellín, el productor de denim más grande del país anunció que va detener su línea de producción el próximo 6 de febrero por la cantidad de contrabando en el país. Según la compañía, hay un contrabando que alcanza 30% sobre toda la industria textil, y que el costo de las materias primas es el mismo valor por el que se consigue el metro de tela terminada. Tanto, según sus propios números, que sus ventas en el último año cayeron 20%.
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