Hasta 60% se han disparado los precios de los insumos para la industria del papel

La acelerada recuperación de la actividad económica a nivel global, luego de la pandemia, así como la preferencia por el uso de materiales con mayor perfil de reciclabilidad, como lo es el papel y el cartón, ha generado un aumento en la demanda de tales productos a nivel mundial. En Colombia, varios sectores se han visto afectados por la aparente escasez de ese producto que han llegado a impactar desde el precio de los libros hasta la fabricación de pañales, toallas de papel, cartón industrial y otros usos.

Según datos de la Cámara de la Industria de Papel y Cartón de la Andi, en 2021 el consumo nacional creció 7,1% frente a 2020, alcanzando 1,7 millones de toneladas, de las cuales 76% fue atendida con producción nacional. En ese mismo año la producción creció 2,2% frente a 2020 y fue 5,0% menor a los niveles pre pandemia de 2019.

Gustavo Castellanos, presidente de Kimberly-Clark para Colombia y Ecuador, empresa dedicada a la fabricación de pañales, toallitas, toallas higiénicas y toallas absorbentes, explicó que “desde el punto de vista de cadena de abastecimiento, la mayoría de las compañías todavía atravesamos un periodo con muchos retos debido al impacto de la pandemia y a la constante presión inflacionaria de las materias primas. Nosotros vemos que estas condiciones se mantendrán al menos durante el primer semestre del año”, afirmó Castellanos.

El abastecimiento de insumos ha implicado un desafío para el sector, debido a los altos precios de la materia prima, sumado a la limitada disponibilidad a corto plazo, todo esto como consecuencia de la difícil situación que enfrenta la logística internacional, el cual ha incrementado los costos de fletes.

La pulpa y la fibra reciclada también viene presentando incrementos que se encuentran entre 30% y 60%, según datos de la Andi; mientras que para los insumos químicos, el alza en los precios alcanzó 45% en promedio. En relación con las fuentes energéticas, el precio internacional del carbón ha aumentado 91% y la energía eléctrica un 23%.

En otros usos del papel, en Estados Unidos, por ejemplo, los precios del cartón corrugado que se distribuye en hojas y en rollos subieron hasta 23% en octubre de 2021, comparado con los precios del mismo mes de 2020.

En el continente asiático, la situación no es diferente y también se ven los incrementos de los precios. La celulosa y papel que se cotiza en el índice Nikkei 500, de la Bolsa de Tokio, en Japón, tiene un precio de mercado de US$272,47 por tonelada, lo que representa un incremento de 30% si se compara los precios de noviembre de 2020, cuando se cotizaba en US$209,57.

Igual en el sector editorial

Otro sector impactado es el editorial, ya que comprar o fabricar libros se volvió todo un desafío, pues la inflación y la escasez del papel ha impactado el costo de algunos textos, con incrementos de hasta 20%, lo que hace más difícil su comercialización y adquisición.

Frente al tema, Aníbal Laverde, dueño de la librería Librópolis, en Medellín, explicó que “2021 fue un año que empezamos a vivir en postpandemia y lo que hicimos fue sobrevivir y sostenernos peor porque nunca volvimos a las ventas que teníamos en 2019. Ahora, con el tema de la inflación, encontrar el equilibrio se ha vuelto más difícil”, añadió.

Librópolis vende un aproximado de 760 libros mensuales, y su dueño resaltó que pese al interés por la lectura que viene creciendo de forma acelerada, la carestía de insumos ha hecho que ese incremento en la lectura no se refleja en las ventas.

Pero observando el panorama mundial, es importante aclarar que, aunque el tema inflacionario del país ha afectado tal producto, esa problemática es global.

Lucía Donado, escritora, editora y dueña de Sílaba Editores, dijo que a pesar de las estrategias que se adelanta a favor de la reactivación del sector, dicho fenómeno no se puede controlar.

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“La inflación ha afectado todos los negocios relacionados con el papel. Esta crisis de desabastecimiento de papel que se vive en todo el mundo ha generado un alza impresionante; por ejemplo, la impresión de libros que antes costaban $6 o $7 millones ahora cuesta más de $12. La escasez misma ha llevado a que tengamos que realizar alzas en los precios”, hacia los lectores como consumidores finales, puntualizó.

Gustavo Castellanos, presidente de Kimberly-Clark para Colombia y Ecuador, concluyó explicando que “ante un contexto volátil como el actual, los retos están en todos los frentes, pero, sobre todo, las necesidades y los hábitos de los consumidores varían constantemente, y por ello, la compañía entiende que las adaptaciones y reinvenciones son necesarias para seguir liderando”.