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Amaranto Suárez, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología, dijo que la atención para atender a pacientes con cáncer debe ser multifactorial
Durante el foro "Por los niños, no más brechas", el oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología, Amaranto Suárez, la relación entre la cantidad de diagnósticos al año, versus el número de decesos en Colombia es crítica. "Por cada tres niños que se enferman con cáncer, uno muere".
"En otros países la relación no es así. En Holanda por cada 12, uno muere. En EE.UU. por cada ocho, uno muere, entonces tenemos un índice de mortalidad muy alto", explicó.
Para Suárez, el indicador más pesado que tiene Colombia y la región es la pobreza y "la inequidad que existe en el mundo". Del total, 80% de los niños con cáncer en el mundo viven en países con ingresos económicos bajos y el presupuesto que se invierte en tratar es solo de 20% de lo que se gastan en los tratamientos.
"Ese es el problema de nuestros niños con cáncer, la accesibilidad es un determinante para tener atención calidad. Tener tratamientos por fuera de los protocolos de investigación y los apoyos que requiere una unidad de cuidados intensivos, toda la infraestructura que se requiere para tartar un niño con cáncer es fundamental", dijo.
Agregó que “para los estadounidenses, la atención integral es tener una infraestructura para cuidar a los niños, con albergues, apoyo económico, acompañamiento psicológico, todo lo multifactorial impacta el proceso”.
También explicó que es clave que el Ministerio de Salud tenga una asesoría técnica que involucre a médicos oncólogos, pues algunos son de otras profesiones y ellos diseñan cosas para tratar de cumplir la ley, pero no hay una asesoría técnica.
"Sigue habiendo diagnóstico tardío, más de 60% de los niños con cáncer, con tumores sólidos llegan tarde a los diagnósticos, con estados avanzados. Debería ser menos, pero nadie ha venido a eso, nadie asesora eso en el MinSalud", dijo.
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