AngloGold invertirá cerca de US$2.000 millones en dos proyectos en Antioquia

El desarrollo minero es clave pues significa 2% del PIB Nacional, por eso, ante la caída del carbón hay quienes ven con buenos ojos desarrollos de oro y de cobre. Felipe Márquez, presidente de AngloGold Ashanti para Colombia y Argentina habló en Inside LR sobre los planes de inversión en el país y entregó un balance de los proyectos Gramalote y Quebradona.

¿Qué balance tiene de 2020?
Tanto en Colombia como en Argentina no despedimos a nadie, pudimos proteger a todas las familias que trabajan con nosotros. En Argentina estamos operando y producimos oro y plata como subproducto.

En Colombia la buena noticias es que pudimos desarrollar lo que necesitábamos. Es una etapa de proyecto, hicimos todos los avances que se requerían, entregamos lo que las autoridades nos pedían y estamos listos para que podamos darle la buena noticia al país que es que podamos poner unos US$2.000 millones como inversión para la reactivación. Queremos construir dos minas una vez la autoridad ambiental y minera nos den el permiso.

¿Cómo les fue en términos de ingresos y ganancias y qué tanto aportó Colombia?
No quiero anticiparme a mi jefe. Pero a grandes rasgos fue un año en que la compañía desinvirtió en Sudáfrica, que siempre ha sido nuestra casa matriz debido a que buscamos nuevas oportunidades como las que hay en Colombia. Colombia es el futuro de esta compañía y va a ser el eje de la región Colombia - Argentina.

Tuvimos un buen año en el que la deuda bajó, los ingresos aumentaron. La compañía tiene una operación muy segura. Cada vez es más raro encontrar dificultad operativa como la que tuvimos en algún momento en Sudáfrica. Por eso estamos en proceso de estar en territorios nuevos.

¿Cómo avanza este proyecto de extracción de oro en Gramalote donde ustedes tienen 50%?
No somos los operadores de la mina, pero esperamos que en mayo llevemos a la junta la aprobación de la mina y su construcción podría estar costando US$1.000 millones, cada una pondría US500 millones. Puede tener unos 12 0 13 años de producción. En los primeros 5 0 6 estaría alrededor de las 450.000 onzas. No es una mina con una vida muy larga. Pero es un buen negocio para nosotros y los mineros artesanales.

San Roque donde quedará la mina es una zona minero y hemos venido desarrollando un modelo en el que la minería artesanal va a ser parte del negocio.

Con respecto a las regalías todo depende del precio. Estamos hablando de 450.000 onzas, unos $900 billones, unos $36.000 millones en regalías.

Otro de los proyectos que desarrollan es Quebradona, en Jericó, Antioquia, ¿cuáles son las expectativas con esta mina de cobre en inversión, empleos, regalías, y qué falta para el licenciamiento ambiental? ¿Qué les había requerido la Anla?
Nosotros presentamos el estudio de impacto ambiental más innovador y más completo que este país haya visto. Nos hicieron desde lo ambiental 174 requerimientos, los contestamos todos en la última semana de enero. En la solicitud de licencia minera también nos hicieron unos 500 requerimientos, casi 600, también los contestamos. Ahora estamos esperando que las autoridades tomen su decisión.

Queremos construir la mina más moderna que haya visto el país, que fue diseñada con las comunidades, que por primera vez en la región y en el mundo se va a cerrar el mismo día que arranca su construcción. Se va a cerrar con la construcción de un parque biodinámico.

Esa es una gran apuesta que tenemos, regenerar unas 2.500 hectáreas. Tenemos una cantidad de zonas y ecosistemas que se han perdido por el uso del hombre y los queremos regenerar. Son bosque seco tropical abajo y bosque de alta montaña, queremos conectar los dos ecosistemas.

Vamos a hacer la mina más moderna de cobre de Colombia y quizás de la región con una apuesta innovadora y con algo muy importante y es que vamos a tener tecnología que este país no ha visto como vehículos autónomos de operación remota.

En esta se van a invertir US$1.500 millones, ¿cuánto cobre y en menor medida cuánto oro y plata esperan extraer?
El costo de construcción es de más o menos US$1.400 millones, el de Gramalote es más o menos de US$1.000 y como tenemos 50%, son US$500 millones. El costo de construcción de ambos es de más o menos US$2.000 millones.

En el caso de Quebradona, vamos a producir cobre. Esta primera fase, de unos 23 años, vamos a producir principalmente cobre y en menor medida oro y plata, porque se va a vender un concentrado que se exporta y por fuera se va a refinar.

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En 2020 hubo pronunciamiento de entidades y congresistas que elevaron una carta a la Anla para que negaran la licencia ambiental, porque los 60 días de ley para estudiar los documentos no son suficientes. La Procuraduría advirtió por el riesgo a Hidroituango. ¿Usted qué responde a ellos?
Siempre va a haber gente que opina cosas positivas y cosas negativas. La comunidad de Jericó, más del 70% nos apoya. Nosotros hacemos mediciones trimestrales con el Centro Nacional de Consultoría. La gente de Jericó quiere que este proyecto se dé. En el Congreso pasa lo mismo.

Es más gente la que nos apoya que la que no está de acuerdo, es lo normal. Además, está bien que estas cosas sucedan porque cuando tenemos personas que no están de acuerdo nos animan a hacer las cosas de una mejor forma.

La Procuraduría también ha presentado sus cuestionamientos, los hemos venido contestado y la Anla nos hizo 174 requerimientos. Nos sentimos absolutamente tranquilos con lo que contestamos. Otras compañías en esta fase han presentado requerimientos legales, nosotros no lo hicimos. Estuvimos convencidos de que las preguntas eran las correctas.

Querían más información y les entregamos esa información. Un poco más de 2.000 páginas adicionales.

Después del pronunciamiento de la Procuraduría, ¿EPM los contactó?

No. Es muy curioso porque no tiene mucha lógica lo que están diciendo. Hidroituango queda bastante lejos, nosotros le presentamos a la autoridad que los relaves que vamos a tener. Hicimos dos análisis que se nos pidieron. El primero es que pasa si hay un sismo, lo que hicimos fue tomar el sismo que pueda haber habido en los últimos 1.000 años, hicimos esa modelación haber que pasaría con las paredes de esos relaves, del depósito de relaves. También nos dijeron que qué pasaba si había lluvia. Entonces tomamos la peor lluvia que pueda haber habido en la temporada más lluviosa de los últimos 450 años y tampoco fallan los relaves.

Después lo que hicimos fue que los combinamos, lluvia y sismo. En ese análisis uno se da cuenta que en el peor caso, las arenas se mueven más o menos unos 300 metros. Eso se le contestó a la Anla y también lo conoce la Procuraduría. Creemos que no va a haber ningún problema con eso, con Hidroituango no tiene nada que ver.

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Otro tema es que había una suspicacia con respecto a unas adiciones de presupuesto a la alcaldía de Jericó, específicamente al alcalde Toro, ¿qué motivó esas adiciones y qué responde a las críticas porque estas adiciones serían un apoyo político al proyecto?
Nosotros no hacemos adiciones presupuestales, lo que sí le digo es que apoyamos mucho al municipio, independientemente de quién sea su alcalde. Nosotros tenemos una fundación, un programa de responsabilidad social bastante generoso y lo que hemos hecho desde el inicio es hacerlo público. es decir, todo el mundo sabe cuánto y en qué invertimos.

Cada vez invitamos más a la comunidad a que nos diga cuáles son los programas que quieren que se haga. Si uno mira así es como lo debería hacer todo el mundo, la responsabilidad social no debería ser por los lados ni se debería hacer en secreto, sino como lo hacemos en AngloGold que es público y es que la gente conozca cuánto dinero estamos aportándole al municipio. Y que cuando tengamos planes compartidos donde nosotros ponemos una parte y el municipio otra parte, queremos que sea tan público que la personería y la contraloría tengan la opción de vigilar y de revisar lo que se está haciendo.

Para aclarar ¿ustedes no consideran haber hecho nada indebido con respecto a dar los recursos al alcalde entre 2012 y 2015?
Jamás la responsabilidad social se puede ver como algo malo y cuando se hace de manera pública y abierta, menos. Yo creo que hoy en día, todas las compañías deben estar aliadas con los distintos entes de gobierno: nacional, regional o local.

Me siento absolutamente tranquilo porque no hemos hecho nada malo, al contrario estamos haciendo las cosas como debe ser, como os lo pide la comunidad y cada vez de una manera más abierta y transparente.

¿Usted cómo toma que Comfama haya desistido de ser su parque ecoturístico argumentando que la mina y sus impactos ambientales los iba a afectar y que Proantioquia haya dicho que los estudios ambientales no estaban completos y que los efectos iban a ser más difíciles que los inicialmente planteados?
Siempre va a haber gente que no está de acuerdo con algo, eso es parte de la vida. En el caso de Comfama, es una caja de compensación familiar, que consideraba que ellos iban a tener un proyecto que no era compatible con el nuestro. Intentamos llegar a un acuerdo, no pudimos lamentablemente. Pero está Comfenalco, que es otra caja que piensa todo lo contrario de Comfama.

Con ellos venimos trabajando, están muy contentos, es altamente probable que ellos vayan a ser los que manejen el parque biodinámico. Y así como Comfama dice que no, Comfenalco dice que sí. Una teoría por un lado y otra por otro lado.

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En el caso de Proantioquia también hay discusiones al interior. Cuando uno habla con miembros de la junta, unos están de acuerdo y otros no. Eso es normal, es perfectamente válido.

Un proyecto de esta magnitud, que busca transformar la región positivamente, que busca innovar y tener un propósito superior siempre va a generar discusiones y está bien. Yo quisiera que todas las personas que tienen algún tipo de preocupación nos la digan, para poder contestar. Confiemos en una autoridad como la Anla que tiene casi 30 personas dedicadas al tema de la minería y llevamos más de un año en el proceso de licencia ambiental.

Ellos van a ser lo que nos digan si este proyecto es mejor o peor. Nosotros creemos que los impactos que se van a generar son bastante inferiores a los beneficios que se van a generar. Eso está demostrado en el estudio, que es público.

En cuanto a empleos y extracción en los primeros 23 años ¿tienen un cálculo de esto y cuántas regalías podrían generar?

En la etapa de construcción tenemos planeado inicialmente producir unos 3.000 empleos y cuando la mina esté en operación vamos a tener unos 800 empleos directos y tal vez unos 2.500 o 3.000 que son indirectos, pero permanentes. Es decir, que son de contratistas que están dedicados para trabajar con la compañía estos 23 años.

Puede ser algo similar a lo que contaba de Gramalote. Podemos estar hablando de de unos $1.000 millones a precio de hoy por año y si las regalías son de 4% estamos hablando de US$40 millones que va a recibir el país y con las reglas de hoy, 25% sería lo que recibiría Jericó por año.

¿Qué haría la empresa en el escenario de que le niegue la licencia ambiental?
No creo que vaya a pasar. Estoy convencido de que entregamos el mejor estudio y tengo mucha confianza. Ahora, si nos la niegan no se puede construir la mina no hay mucho más que hacer. Si nos dicen que la podemos modificar lo haremos y sino no se construye. Habrá que entregar los títulos y ya. Somos absolutamente respetuosos del país y la autoridad.

¿En Colombia hay exceso de incertidumbre jurídica para desarrollar la minería o es una tendencia global?
La discusión sobre minería es global, Colombia no es extraño. Creo que una de las grandes diferencias que yo veo en Colombia frente a otros países es que aquí el debate es más polarizado y quizá es parte de lo que nos pasa como nación. En los otros países la gente dice. cómo se puede hacer. Minería tiene que haber en el mundo, la humanidad la necesita, los países más desarrollados tienen minería, la discusión es cómo.

¿Es decir que no va a haber daño e impacto ambiental para la comunidad?
Se lo puedo garantizar con el Estudio de Impacto Ambiental que es un análisis técnico, científico donde uno le dice al país, a la comunidad lo que va a hacer. Uno reconoce cuáles son los impactos que va a tener y también los planes de manejo ambiental para que se mitiguen o se mejoren. Al final uno le tiene que presentar al país un estudio económico que diga que hay valor agregado con lo que se va a hacer.

¿Cuánto van a invertir en innovación y tecnología? Cuando dice que Quebradona va a ser la más moderna ¿qué la hace merecedora de ese título?
La innovación es el centro de este proyecto. Hemos tenido innovación social, el primer modelo de diálogo directo con las comunidades y nos ha ido muy bien. Hemos tenido innovación ambiental pues tenemos un fiel propósito de regenerar ecosistemas. La gente se quedó pensando que uno podía sembrar árboles y ya. Nosotros tenemos el propósito de regenerar sistemas que el hombre ha dañado. En la parte de tecnología estamos trayendo lo más nuevo que hay. Colombia no ha tenido un vehículo autónomo, vamos a traer en los próximos meses un panel de control para que la gente maneje un carro en Suecia y después vamos a traer un vehículo así.

¿En el corto plazo tiene planes de adquirir más títulos mineros o hacer más proyectos?
No. Nosotros más de 900 títulos y los hemos devuelto ahora tenemos solo tres proyectos. La Colosa, que está parada y nuestro foco son Gramalote y Quebradona y por ahora en Colombia así estamos bien.

¿Si la Anla les niega la licencia devolverán los títulos?
Cuando llegué teníamos cerca de 956 títulos mineros, y ahora tenemos más de 20. Los hemos devuelto. Y si la Anla nos niega la licencia, pues entregamos los títulos y la mina Quebradona no se hace.