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La plataforma anunció que saldrá del país el próximo 31 de enero. Sus más de 80.000 socios conductores tienden a tener más estudios que el promedio de la población
‘Camelladores’, ‘enculebrados’ y financieramente vulnerables. Muy educados académicamente, pero poco en términos de ahorro para la vejez. Decepcionados con sus ingresos, pero ‘mentirosillos’ a la hora de revelarlos. Profesión: proveedores de sus hogares. Así se podría describir “en una carrerita” el perfil de los conductores de Uber en Colombia, con base en un documento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El conductor de Uber en Colombia en promedio tiene 38 años, trabaja 19 horas por semana con la plataforma (la mayoría, menos de 30 horas*) y gana US$10,5 por hora (unos $34.860).
Su nivel de educación no solo es más elevado que el de la población en general, sino que el de sus colegas en América Latina. El 71% tiene más de 12 años de educación.
El 83 % están endeudados con una institución financiera o persona.
La mitad de ellos (51 %) aceptaría dejar de trabajar como conductor de Uber si le ofrecieran un trabajo de tiempo completo con un salario mensual de US$2.030, unos $6,74 millones (**). Esto es 3,3 veces más de lo que obtienen actualmente con la plataforma.
La mayoría (62 %) dice que gana menos cuando se le pregunta sobre sus ingresos mensuales provenientes de la plataforma.
La plataforma está dominada por machos. Las mujeres conductoras son una minoría (6 %), la usan menos, y ganan menos que los hombres.
Los hallazgos de la investigación del BID se pueden extrapolar a 88.000 socios conductores que quedarán desvinculados el próximo 31 de enero, cuando Uber desactive la plataforma para dar cumplimiento a un polémico fallo de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) por competencia desleal.
La investigación, publicada el pasado septiembre, está basada en una encuesta contratada por el BID y Uber en Brasil, Colombia, Chile y México (donde están concentrados la mayor cantidad de conductores de América Latina), y en datos administrativos internos suministrados por la multinacional. En total se hicieron 5.251 entrevistas; 1.152 de ellas en el país.
Para dejar clara su independencia, los investigadores del BID dicen que Uber tenía derecho a “revisar el documento únicamente para confirmar que la información confidencial no se presente de manera engañosa”, pero no podía ‘meterle la mano’ a los hallazgos o las conclusiones, que en ocasiones son adversas a la plataforma.
Por ejemplo, dice la investigación en uno de sus apartes: “En general, los conductores de Uber están satisfechos con su experiencia de uso de la plataforma, pero expresan cierta decepción con respecto a la cantidad de ingresos generados mediante su uso”.
Como complemento a la pregunta sobre por qué se habían vinculado con la plataforma, a los conductores también se les preguntó sobre su nivel de satisfacción con ella enunciando 10 razones y pidiéndoles calificar si estaban insatisfechos, satisfecho y más que satisfecho.
“Alrededor de la mitad de los conductores de Uber (en América Latina, incluida Colombia) declaró estar satisfechos con la plataforma, un tercio dijo que la experiencia superó sus expectativas, y el 20% quedó insatisfecho”, dice la investigación del BID.
“El mayor nivel de insatisfacción se registró en las preguntas relacionadas con los ingresos (obtener más ingresos y mantener un ingreso estable)”, agrega.
‘Enculebrados’ y vulnerables financieramente
El 83 % de los conductores de Uber en Colombia están endeudados con una institución financiera o persona, este es un nivel significativamente más alto que el de la población en general.
Solo el 8 % viven en condiciones financieramente seguras, mientras que el 45 % vive en estrechez financiera y el 47%, en inseguridad financiera.
La mitad de los conductores de Uber en Colombia no tiene ningún tipo de ahorro que les vaya a permitir enfrentar la época de vacas flacas por la desactivación de la plataforma.
El 59% de la (aproximadamente) otra mitad, literalmente, tiene los ahorros debajo del colchón, pues prefiere ahorrar en efectivo.
Este es un dato sorprendente pues la mayoría de los conductores están bancarizados, porque la plataforma exige una cuenta para consignarles.
El 37 % (de los conductores de Uber en general en la región) dice que los ahorros serán utilizados para cubrir emergencias a corto plazo, dentro de la que podría clasificar la desconexión de la plataforma (eso último no lo dice la investigación). Las otras 2 opciones más destacadas fueron iniciar un negocio (34%) y comprar una casa, apartamento o terreno (34%).
A pesar de las dificultades financieras que se vienen, siete de cada 10 conductores (68%) de Uber colombianos dijeron en la investigación (que recordemos es de septiembre) sentirse seguros de que podrían superar cualquier problema financiero que enfrenten.
*En los casos en los que el documento del BID no provee datos específicos de Colombia, se usa el promedio de América Latina.
**Cálculo con una tasa representativa de $3.320.
Educación: profesionales… del volante
Los conductores de Uber en Colombia tienen un nivel educativo tan alto que, a la par con que puede ser interpretado como una ventaja de cara a los usuarios, puede evidenciar un lado oscuro: el elevado desempleo y subempleo de los profesionales, o sus bajos salarios.
El 71 % de los conductores dijo en la encuesta haber completado más de 12 años de educación. Como parámetro de comparación, en América Latina este porcentaje es alrededor del 50%.
Así, los conductores de Uber colombianos son más educados que el promedio de la población en general, en la que solo el 17% tiene más de 12 años de educación, según la encuesta nacional de hogares, citada por el BID.
Este alto nivel educativo está en concordancia con la alta expectativa salarial para (en una pregunta hipotética) dejar de ser conductor de Uber: US$2.030 , unos $6,74 millones. Esto es 3,3 veces más de lo que obtienen actualmente con la plataforma.
A diferencia de los ingresos, la información que los conductores suministraron sobre su educación en la encuesta no puede ser verificada con datos administrativos de Uber.
¡Pensión! ¿De qué me hablas viejo?
Los conductores de Uber colombianos parece que no fueran conscientes de que cuando se vuelvan viejos el costo de la vida estará en modo ‘tarifa dinámica’, y los ingresos muy, muy planos. Y, tal vez, el único trabajo que puedan tener es el de conductor usando una plataforma.
Si bien ellos son los más formalizados de América Latina en términos de aportes al sistema de seguridad social, hay mucho terreno por recorrer.
A la pregunta de si habían pagado estos aportes durante el último mes, 36% dijo que sí a pensiones y 71% dijo que sí a salud.
En términos relativos esto es elevado si se compara con los otros países medidos.
“En el caso de los conductores que su único ingreso provino de manejar con Uber, los porcentajes fueron inferiores. En el caso de pensiones, el menor porcentaje observado fue en México (4%) y el mayor en Colombia (22%). Mientras que, en el caso de salud, el menor porcentaje fue en Brasil (14 %) y el mayor en Colombia (58 %)… Esto sugeriría que muchos conductores tienen cobertura de seguridad social a través de sus otros trabajos. Estos niveles son significativamente menores comparado a la población total”, dice la investigación del BID.
Lo que no queda claro de la investigación es en qué proporción los conductores colombianos hicieron aportes a pensiones y salud sobre los ingresos recibidos por Uber, como teóricamente tendrían que hacerlo.
En general, 69% de trabajadores colombianos contribuyen a la seguridad social.
Conductoras no se subieron a Uber
La brecha de género en los servicios de transporte también fue puesta en evidencia por Uber, al que pareciera que las mujeres le hubieran dicho el clásico “para allá no voy”.
Solo 6 % de sus conductores en Colombia son mujeres, muy parecido al promedio regional (7 %).
Las conductoras de Uber colombianas también hacen una baja utilización de la plataforma, lo que destaca en el contexto de América Latina.
“En Colombia las conductoras de Uber usan la plataforma menos de 10 horas semanales (52 % frente al 37 % de los hombres) y lo hacen durante el día (60 % frente al 48 % de los hombres)”, dice la investigación.
A nivel de ingresos, cuyo promedio en Colombia es de US$10,5 por hora, la investigación del BID también encontró que las mujeres conductoras de Uber gana 8% menos que los hombres; es decir, US$0,79.
Como parámetro de comparación: en Brasil, donde el ingreso promedio por horas es de US$10,9, ganan 15% menos; en Chile, donde es de US$12,4, ganan 3 % menos; y en México, donde es de US$12,6, ganan 6% menos.
¿Cuánto menos dicen ganar?
Como si trataran de huirle a la Dian, e ignorando que esta tiene acceso a la información financiera de los contribuyentes, pues Uber consigna en cuentas bancarias, el 62 % de los conductores colombianos de Uber dijeron ganar menos de lo que ganaban en realidad mensualmente.
Así lo estableció la investigación al comparar lo que dijeron en la encuesta con los registros administrativos internos que tenía la multinacional.
En el escalafón de mentirosos sobre sus ingresos, Colombia ocupó el segundo lugar, después de México (donde el 68 % informó un ingreso menor); y sobre Chile (54 %), y Brasil (50%).
¿Cuánto menos reportaron en ingresos?
“La mediana de la brecha de ingresos (ingresos autoreportados menos ingresos administrativos) por país son las siguientes: -31% en México, -24% en Colombia, -8% en Chile y 1% en Brasil”, dice la investigación del BID.
Sin totalizar por mes, el hecho es que un conductor de Uber colombiano gana US$10,5 por hora (después de comisiones, pero antes de cualquier gasto como gasolina), lo que equivale -según dice la investigación- a casi 3 veces “el salario mínimo por hora” en el país.
Pero si se hace el cálculo, con una tasa representativa de $3.320, por hora el ingreso de un conductor de Uber colombiano es de $34.860, que es más del 8 veces el salario mínimo por hora… más de lo que gana un trabajador de salario mínimo en un día.
Extaxistas, más satisfechos con Uber
El 60 % de los conductores de Uber colombianos informó no tener experiencia previa en transporte. Dentro de los que sí la tenían, en orden decreciente, destacan en primer lugar aquellos que la tenían en servicios de entrega, seguidos por los que la tenían como choferes privados, en servicios de transporte (no Uber) y como taxistas (10%).
Estos últimos, los extaxistas, prefieren conducir utilizando la plataforma, tanto que registraron el segundo mayor índice de satisfacción en los países medidos, después de México, y basado en la calificación que daban a afirmaciones como “me siento más orgulloso de trabajar con Uber”, “los clientes que conozco a través de Uber son más respetuosos”; “mis ganancias a través de Uber son más estables”; “trabajar con Uber me ha dado más independencia y dignidad; y “gano más dinero con Uber”.
Aunque el estudio publicado no suministra los datos particulares de la encuesta para Colombia en estas afirmaciones, dice que -en la región-, por ejemplo, “entre el 60 % y el 75 % de los conductores con experiencia en la industria del taxi dijeron sentirse orgullosos de trabajar con Uber”.
¿Cuántos quedarán desempleados?
A juzgar por las respuestas a la encuesta del BID y Uber no todos los 88.000 socios conductores de Uber en Colombia quedarán colgados de la brocha, pero sus ingresos sí quedarán muy mermados.
La mitad, aproximadamente, dijeron que tenían un empleo de tiempo completo, parcial o por cuenta propia.
Solo el 15 % dijo que usaban la plataforma como única actividad económica.
Un 22 % se clasificó como desempleado y estaba buscando trabajo.
Es claro que una alternativa provisional es migran a otra plataforma, lo que los competidores ven como una oportunidad.
La migración a otra plataforma, en el caso de Colombia, podría ser a Cabify, usada por una cuarta parte de los conductores de Uber (aunque dicen que los ingresos son menores a los de Uber).
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