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El juez ordenó la liquidación judicial de la cadena low cost y un cronograma para entregar los locales arrendados antes del 8 de agosto
Con el fin de resolver el posible salvamento de la compañía de retail low cost Mercadería S.A.S., mejor conocida como Justo & Bueno, la Superintendencia de Sociedades había reanudado la audiencia pública de la entidad como última actuación procesal.
Después de que se confirmó el valor mínimo de la oferta que debían presentar los acreedores para aportar recursos y lograr el salvamento de la misma, los interesados desistieron de realizar alguna propuesta, razón por la que el juez en concurso, Santiago Londoño, aceptó las declaraciones.
Tras esta decisión, la Superintendencia de Sociedades terminó la aplicación del mecanismo de salvamento y ordenó continuar con el proceso de liquidación judicial.
"En ese sentido el despacho acoge la solicitud presentada por las apoderadas de los acreedores a los que nos referimos respecto a la amonestación y encuentra razones para captar el recurso y se excluirá del acta de la audiencia", explicó Londoño.
Luego de que el despacho estudiara las objeciones analizadas y todos los argumentos que se presentaban en ellas, se determinó que, al resolver los recursos, no tenían ningún efecto práctico ya que se había desistido de la intervención.
La entidad ordenó al liquidador presentar un cronograma de entrega de la totalidad de los inmuebles arrendados para el próximo lunes 8 de agosto, que no podrá ser mayor a 20 días calendario. Además, se previno a los sujetos procesales para la no afectación de los bienes de terceros.
Londoño advirtió que, en caso de intentarse cualquier otro mecanismo de recuperación, deberá acordarse con el liquidador y los acreedores, respetando los términos del proceso de liquidación.
Desde la compañía dicen que esta decisión se produce como consecuencia de un mutuo acuerdo celebrado hoy entre la empresa y el ejecutivo
Alejandro Weinstein, Nicolas Weinstein, Ernesto Carrizosa y Jose Frugone fueron los nombramientos confirmados por la compañía
Esta suspensión podría afectar también el empleo; según estimaciones de las compañías, se llegarían a perder entre 80.000 y 85.000 puestos de trabajo
