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“Entre cinco y seis meses puede demorar el proceso sancionatorio. Asimismo, la capacidad sancionatoria del Invima tiene un tope máximo de $220 millones. Estamos tramitando un proyecto de ley en el Congreso para aumentar estas sanciones porque pensamos que no están alineadas con el monto que pensamos que se debería aplicar”, dijo en rueda de prensa Javier Guzmán, director del Invima.
Guzmán añadió que “este año hemos tenido excendencias de las empresas colombianas que son tres: Seatech Internacional (Van Camp’s), Gralco (productor de la marca propia de atún de Carulla) y Atunec. La alerta de Atunec se dio al principio del plan de vigilancia cuando no estábamos publicando todas las alertas sanitarias”. El Invima reconoció que sobre esta última empresa no se conoce aún la cantidad de latas afectadas ya que el programa de vigilancia anual arroja resultados hasta el final del año. Van Camp’s es líder del mercado con 48,2% de participación y Gralco ocupa el tercer lugar con 9,2%.
Acerca de las zonas donde está circulando el atún con exceso de mercurio, Guzmán mencionó a Antioquia, Cundinamarca, Boyacá, Santander y Bogotá, pero no descartó que a través de pequeños comerciantes haya llegado a otros departamentos.
Sobre las implicaciones que podría tener el consumo de atún contaminado, Hernán Quijada, subdirector de análisis de riesgo del Instituto Nacional de Salud, explicó que “la población en general tendría que consumir más de cuatro latas de atún semanales por varios años para que hubiesen consecuencias en el cuerpo humano”. Del lado de la población vulnerable, como mujeres embarazadas y niños menores de 10 años, se recomendó no comer más de dos latas de atún semanales para evitar consecuencias sobre el sistema nervioso central.
Por otro lado, ¿qué responsabilidades tienen las atuneras nacionales si pescan en la misma zona que las compañías internacionales? “Si bien todas las empresas pescan en el Pacífico oriental, las atuneras tienen un programa de proveedores. Allí deciden qué tan grandes o qué tan pequeños son los pescados que compran. Entre más grande y más viejo, más mercurio. Ellos tienen que tener trazabilidad, tienen que saber de dónde viene específicamente un pescado con excedencia y cómo evitar que lleguen a las latas y a los consumidores”, aseveró el director del Invima. Asimismo, el ente de control sanitario aseguró que los muestreos sobre el atún han cambiado en el último año, al pasar de medir el atún en la planta a realizar los controles directamente en los supermercados.
Por último, el Invima reiteró que asignó investigadores permanentes para sacar de circulación nuevos lotes con mercurio.
El límite de mercurio no se va a modificar
La compañía Seatech Internacional, dueña de la marca Van Camp’s había expresado esta semana que estaba en conversaciones con el Ministerio de Salud para modificar el umbral del mercurio permitido de 1mg/kg. Sin embargo, el director del Invima, Javier Guzmán dijo que “la conversación al interior del Instituto Nacional de Salud, el Invima y el Ministerio de Salud, no es la modificación de la norma colombiana sino cómo garantizamos el cumplimiento de la norma actual”.
Las opiniones
Hernán Quijada
Subdirector de análisis de riesgo del Instituto Nacional de Salud
“La población en general tendría que consumir más de cuatro latas de atún semanales por varios años para que hubiesen consecuencias en el cuerpo humano”.
Javier Guzmán
Director del Invima
“La capacidad sancionatoria del Invima tiene un tope máximo de $220 millones. Estamos tramitando un proyecto de ley en el Congreso para aumentar estas sanciones”.
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