Cada 10 minutos un empleado dice una mentira, así lo reveló el SAP Concur Sessions

Las mentiras son parte inherente del ser humano desde los tres años, según los expertos, y cada 10 minutos, aproximadamente, las personas dicen una mentira. Así lo reveló el SAP Concur Sessions: La verdad detrás de las mentiras, foro presentado por Andrés López y transmitido por La República.

El evento estuvo dividido por charlas con los invitados Felipe Catalan, director de ciberseguridad de Deloitte en Chile; el psicólogo Juan Agustín Podlech Bredfeldt; el guionista y director argentino Diego Sabanés; Ariel Varela, gerente de nuevos negocios de Renault; María José Kenny, gerente de los equipos de soporte de operaciones de servicio de SAP Concur, y el ilusionista Adrian Lacroix.

Cada uno de los panelistas habló desde su disciplina sobre las mentiras, las causas de estas, la forma como muchas llevan a fraudes empresariales y la forma de evitarlas. En el caso relacionado a la evolución tecnológica, se analizaron también las fake news, los cibercrímenes, la facilidad de las traiciones y muchas otras posibilidades ya existentes, pero que se han desarrollado para adecuarse a las nuevas herramientas del mundo conectado.

Para Ariel Varela, gerente de nuevos negocios de Renault, mentir para obtener un beneficio personal produce más impacto en la confianza y en la pérdida de credibilidad, y puede afectar en la productividad, lo que genera desconfianza en el equipo. Mientras que la cultura de honestidad aumenta la confianza. Por esa razón, la empresa decidió migrar hacia la Big Data, que identifica el fraude inmediatamente.

“Hoy no hay ningún caso de fraude. Sacamos la figura del líder y ahora es un autocontrol que se hace. Es seguir las reglas claras y transparentes. Esto hace que el colaborador sepa lo que puede y lo que no puede hacer”, sostiene Varela.

Felipe Catalán, director de ciberseguridad de Deloitte, quien dialogó con Faridi Calvete, ejecutiva senior de ventas SAP Consulting, expresó que los delitos hoy día son más cibernéticos y tienen que ver con robo de información.
“Hace 20 años existían delitos con las tarjetas de crédito; ahora lo más común es lo que tiene que ver con acceso a información privilegiada y de derecho de autor”, agrega.

Ricardo Kazuo asegura que en las rendiciones de cuentas, los fraudes dependen de la cultura tanto organizacional como de cada país. Por eso, en algunos países es más fácil pasar algunos hechos como no graves, y en otros, ese mismo hecho puede ser penalizado.

Si bien no todas las mentiras llegan al nivel de fraude empresarial, hay otras, que aunque parezcan más banales, se presentan en mayor proporción. Por ejemplo, la más común es mentir por una supuesta enfermedad, en la cual incurren 84% de empleados. Le sigue por emergencia familiar, 65%; problema personal 65%, cita médica 60%, y, en menor medida, con 31%, mentir sobre muerte de familiar.

Desde la psicología, estas mentiras se pueden explicar como un comportamiento aprendido en la infancia: la mentira puede verse como algo común en las pequeñas cosas del día a día, con vistas a evitar conflictos sociales. Por ejemplo: decir que te encantó un regalo que en realidad has odiado, o que estás bien cuando no lo estás. O aún como entretenimiento, como en las historias de ficción de los libros y películas, y la magia del ilusionista que hace creer que sus trucos son reales.

“Hay que saber identificar, porque un truco es cuando alguien ejecuta algo y la persona se sorprende, pero sabe que hay un mecanismo. Una ilusión, es una mentira camuflada y no se puede discernir si lo que se está viendo es real o mentira.” asegura Lacroix, ilusionista.

Las empresas pueden aprovechar del cine las mentiras, así asegura Diego Sabanés, guionista y director argentino. “Cuando queremos convencer a alguien podemos hacer una argumentación basada en algo objetivo. Es bueno recurrir a recursos narrativos como un storytelling, puedo explicar un producto a través de un personaje que tiene un problema y que lo pude solucionar y ayudar a convencer”, señala.
Si bien hay variedades de mentiras como impulsivas, difamación, chantajistas, entre otras, para las empresas sí son motivo de preocupación. Por esa razón, María José Kenny, gerente de servicios SAP, dice que las compañías primero deben identificar lo que quieren controlar para buscar una solución.