"En menos de cuatro años Kiki opera en los mercados de Colombia, México y Perú"

Las empresas de logística son fundamentales tanto para las empresas como para los consumidores. Desde el almacenamiento hasta el despacho final, estas etapas definen gran parte de la integridad y calidad del producto.

Kiki es una startup colombiana que, a través de su enfoque tecnológico, permite garantizar todas las áreas logísticas. Camilo Marrugo, CEO y uno de los fundadores, reveló cómo conformaron la empresa solo con capital propio, y con qué estrategias logran llegar a tres países.

¿Cómo nace Kiki?

Katyna Dager y Beatriz Dager (las otras fundadoras) venían de una familia que tenían una empresa logística que se llama Tempo Express, y saliendo de la pandemia se veía una oportunidad en juntar e-commerce con empresas del exterior, que estaban llegando a Colombia, para comercializar su producto en plataformas tecnológicas. En ese momento, la oferta de integración a esas plataformas lo hacían las flotas de última milla, que son las motocicletas y bicicletas que distribuyen los productos, pero ellos no tenían la tecnología que les permitiera conectarse para dar abasto a la demanda tan grande que existía en el mercado.

En 2021 tratamos de adquirir una compañía que ya existía, y tenía la tecnología, permitiendo integrar la flota de última milla con los generadores de carga, pero se nos cayó el negocio. Al presentarles nuestra “salsa secreta” se desaparecieron, y mientras pensábamos cómo demandarlos tuvimos una reunión. Allí tomamos la decisión de no continuar con el pleito, y en vez de eso concentrarnos en sacar un producto. Ahí nació Kiki.

¿Cómo opera Kiki?

Nos enfocamos en consolidar el mercado de clientes, que necesitaban comercializar su producto en suplementos, belleza y en medicina alterna, pero estamos abiertos a más industrias. Creamos un ecosistema de última milla, que permitió a nuestros clientes encontrar una tecnología que los deja integrarse a un solo operador logístico, capaz de conectarlos con otros operadores, dependiendo sus necesidades.

Esto nos permitió llegar a México en abril de 2022, y logramos cerrar ese año con una facturación más grande en México que en Colombia, con unas ventas totales de US$1,70 millones, triplicando así las cifras que obtuvimos en 2021, cuando fundamos Kiki.

¿Cuál fue el balance operativo y financiero de 2023?

En abril de 2023 logramos tener flujo de caja positivo y ebitda positivo. En septiembre de 2023 llegamos a Perú. Es importante destacar que hasta el momento el único capital que hemos levantado ha sido propio, no hemos salido a buscar fondos institucionales o de empresas más grandes que nosotros. En 2023 cerramos con una facturación de US$7,5 millones. Básicamente crecimos siete veces respecto a 2022.

¿Cuáles son las proyecciones para 2024?

Tenemos una proyección de facturación de US$24 millones. Estamos enfocados en llevar nuestras propias bodegas a los 32 estados de México, y expandir en Colombia con Tempo Express para abarcar más clientes en áreas de belleza, moda y medicina.

También queremos adquirir compañías más pequeñas y expandirnos a un cuarto país en Latinoamérica. Pero Kiki fluye, y buscamos oportunidades tangibles que se agreguen a nuestra oferta de valor.

Queremos ser la startup de crecimiento más grande en Latinoamérica y buscar a un gran inversionista institucional. Pero creemos en nuestro personal y en nuestra oferta de valor, por lo que pretendemos convertirnos en una empresa logística de next generation para Latinoamérica.