"Con la tributaria, desde el punto de vista fiscal, el país perdió en su competitividad"

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El sector petrolero pasa quizás por su momento más desafiante. Es actualmente tema de conversación por encontrarse operando bajo un nuevo Gobierno que buscará acelerar la transición energética, que dijo que eliminará el fracking y que aprobó una reforma tributaria que cambia las reglas de juego a el sector minero energético. Para dar mayor claridad sobre el impacto de esto en el sector, Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), dio su punto de vista y contó detalles de la V Cumbre del Petróleo, Gas y Energía.

¿Cuáles son los efectos que la tributaria tendrá en las empresas petroleras y la economía del país?
La reforma tributaria golpea de forma innecesaria a la industria del petróleo y gas, y en particular a las empresas privadas. Esta industria está en capacidad de aportarle mayores recursos a la nación sin tributaria, que con tributaria.

¿En cuánto va a quedar las tasa de tributación de las petroleras con la nueva tributaria?
Pasará de 65% a 85%. Entonces, lo que se terminó aprobando es que se eliminó la deducibilidad de las regalías, una sobretasa a renta que grava con un 15% adicional al sector en los próximos cuatro años; más un impuesto a los dividendos de las sucursales de 20%, entre otras reformas. Esto hace que el país, desde el punto de vista fiscal, pierda su competitividad.

En cifras, ¿cuánto pagan de impuesto las petroleras y cómo cambiará en 2023?
El año pasado, sumando toda la cadena de la industria, esta terminó aportando alrededor de $36 billones; este año se proyecta que sea de $60 billones. Para el próximo año esta cifra va a depender de las decisiones del Gobierno, no solo por la tributaria, sino por la política minero energética y el proyecto de transición energética. Lo cierto es que se habrá desinversión.

¿Cuál es la inversión que genera el sector petrolero y con cuánto pozos exploratorios esperan terminar este año?
Este año, tanto Ecopetrol, como las empresas privadas, dejarán inversiones por más de US$4.000 millones. Vamos a terminar con un total de 60 pozos exploratorios. Este va a terminar siendo un buen año.

¿Cuál es la lectura que hacen de la hoja de ruta que propone el Gobierno Nacional en materia de transición energética?
El Gobierno tiene claro que estamos frente a una triple transición, la cual incluye presupuesto, la parte energética y fiscal, y la transformación productiva. Esta última no solo en las regiones petroleras y gasificas, sino en el aparato productivo del país, porque si el Gobierno quiere que diversifiquemos las exportaciones, eso va a requerir de una transformación del aparato productivo. No hay claro de cómo se va a dar esa triple transición. Por lo que es clave que esto se resuelva pronto, porque no podemos marchitar una industria, sin que aún haya un plan para seguir garantizando la seguridad energética.

¿Qué rescata?
Valoro que hay un propósito de abrir una gran discusión en el país, incluso con las comunidades.

Pero se dice que en el sector energético ya empezó la transición...
Sin la industria del petróleo y gas, no hay transición. Esto porque es clave ir teniendo claro de dónde van a salir los recursos para financiar esa triple transición que mencioné. Claro que la industria ya está aportando, pues desde el punto de vista de generación de electricidad, eta ya es verde. En donde hay un desafío energético es principalmente en el consumo de energía, porque allí, especialmente en términos de transporte, el país depende casi que 50% de los combustibles líquidos. Por lo que eso lleva a la pregunta de cómo se va a dar la transición en el parque automotor de Colombia.

Varios países ya han suspendido la prohibición del fracking, por la seguridad energética, ¿qué piensa?
Con mucho dolor Europa ha terminado por concluir que no era incompatible avanzar en un proceso de transición energética con continuar produciendo petróleo y gas. Ellos creyeron que lo mejor era importar el petróleo de Rusia, para mitigar el impacto ambiental, pero eso no es así. Por lo que esto ha llevado a replantear a muchos países el uso del fracking, esta práctica ahora es mucho más segura que hace algunos años. Es respetable que el Gobierno no quiera hacer fracking de aquí a cuatro años, pero no que lo prohíba; una transición no se da en cuatro años.

En ese sentido, ¿cuál es el balance de las reservas?
Las reservas probadas en este momento, de petróleo y gas, están entre siete y ocho años. Si durante el Gobierno de Gustavo Petro no se firma nuevos contratos, pero llega uno nuevo que sí, nos tocará ver un nuevo petróleo dentro de 10 años. Lo otro es que, con esta reforma tributaria, a la vuelta de 10 años tendremos 400.000 barriles menos de producción, lo que nos obligaría importar.

¿Qué hablarán en la Cumbre?
Se presentarán los puntos claves sobre la importancia del petróleo y del gas.