Constructoras explican por qué el valor de casas en Providencia sube a $640 millones

El presidente Gustavo Petro puso sobre la mesa el interrogante de cuánto cuesta construir una vivienda en una isla expuesta a huracanes, al señalar posibles sobrecostos en las unidades habitacionales entregados por un consorcio conformado por tres de las principales constructoras del país: Marval, Amarilo y Bolívar.

Las empresas que formaron el llamado Consorcio Providencia no se quedaron calladas, y mediante una comunicación conjunta precisaron que las viviendas que están construyendo y entregando distan mucho de una de interés social, tasada en un precio máximo de $150 millones.

Las casas que están entregando tienen un costo $490 millones más alto, con un valor final de $640 millones por vivienda.

Marval, Amarilo y Bolívar están entre las compañías líderes de un sector que movió $22,5 billones y creció 22% en 2021. Explicaron los precios, “a propósito de las legítimas inquietudes del nuevo Gobierno Nacional y de la opinión pública”, dijeron.

Como señalan las constructoras, “el diseño, área y acabados no corresponden al de una vivienda de interés social”, debido a que las casas tienen condiciones de sismorresistencia y protección frente a vientos de alta velocidad, y fueron construidas bajo circunstancias atípicas.

Cada una de las 330 viviendas nuevas representa una obra distinta, al quedar en predios diferentes. “Esto ha implicado un proceso completamente diferenciado para cada vivienda y la apertura de 330 frentes de trabajo y procesos administrativos independientes”. Además, estas tienen una estructura en acero galvanizado pernado para evitar el efecto de la corrosión. Cuentan con muros de concreto reforzado con microfibras y macrofibras, diseñadas para soportar vientos de hasta 250 kilometro por hora y una vida útil de 50 años. De las 330 viviendas, 208 tienen 111 metros cuadrados y 122 cuentas con 87 metros cuadrados son viviendas “tipo refugio”, diseñadas para salvaguardar la vida de los habitantes de Providencia ante futuros fenómenos naturales. Además, advierten que “son bioclimáticas, con paneles solares y sistemas de recolección de aguas lluvias para su utilización”.

Otro factor con incidencia en el valor final de la construcción de las casas es su peso de 75 toneladas, que exige contar con contenedores de 20 pies y/o 10 toneladas para su traslado hasta la isla . “Esta ha sido una de las condiciones que más altos costos ha representado”, dijo el consorcio. Para la construcción, todos los materiales debieron ser transportados por tierra hasta el Puerto de Cartagena, desde donde salieron por vía marítima.

Desde allí el recorrido es de otros 800 kilómetros para desembarcar en el único muelle que tiene en funcionamiento Providencia. A las complejidades anteriores se le suma las demoras de descarga del material, la pandemia, la crisis de escasez de acero a nivel mundial, la falta de contenedores de transporte marítimo y la falta de mano de obra cualificada, entre otros.

Y le suman el problema de inseguridad: “hemos venido dando reporte permanente a nuestro contratante Findeter; hemos acompañado a la entidad en visitas que ha efectuado la Contraloría; hemos presentado denuncias penales ante la Fiscalía, con ocasión del fenómeno de hurto de materiales luego de que han sido ubicados en cada lote de terreno, demorando aún más los procesos de construcción”.