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Se comercializaron 79,8 millones de botellas del licor en 2023. La Fábrica de Licores de Antioquia suma más de 50 millones de botellas y la Licorera de Cundinamarca, 8,6 millones
Llegó diciembre, un mes que tradicionalmente se puede relacionar con reuniones familiares, comida y, en algunos casos, una que otra copa de licor. El aguardiente es una de las bebidas embriagantes más consumidas en el país, sin embargo, como cada región tiene su propia marca, se ha generado una rivalidad no declarada sobre cuál es el mejor del país. Según datos de Acil un colombiano consume en promedio 2,2 litros de aguardiente al año.
De los 79,8 millones de unidades de aguardiente que se han vendido hasta la fecha, el más consumido es el antioqueño, este según la Fábrica de Licores de Antioquía llegó a cifras récord este año con 20,4 millones de unidades vendidas en los primeros seis meses de 2023 y actualmente se lleva 63% de participación en la industria de aguardientes.
Ahora la empresa lleva 50,6 millones unidades vendidas según el informe de la Asociación Colombiana de Industria Licorera y esperan acabar el año con 68 millones de botellas.
“Nosotros normalmente el último trimestre es casi 50% de las ventas. Estimamos vender unos 10 millones de botellas, vamos en 58 millones y esperamos terminar con 68 millones de botellas en total este año”, dijo Javier Ignacio Hurtado, gerente de la Fábrica de Licores de Antioquía.
Impulsados también por la promoción del aguardiente de 24 grados verde, esperan que las ventas se de este licor aumente 40%. El año pasado la empresa obtuvo $510.607 millones en ingresos operacionales y una utilidad de $14.242 millones que tuvo una variación de 83,9% comparado con 2021.
A Antioquia le siguen los 8,6 millones de unidades de Cundinamarca. La empresa que produce este tipo de destilados son Licorera de Cundinamarca. Actualmente esta empresa cuenta con 11% de la participación del mercado.
El siguiente competidor de la lista es la Industria Licorera de Caldas, que tiene 10% de participación. Estos generaron ingresos de $417.536 millones que crecieron 22% y sus utilidades también se incrementaron alcanzando $184.838 millones. Estos son los dueños del Aguardiente Amarillo de Manzanares.
“El aguardiente que más vende la licorera en este momento es el aguardiente amarillo, nosotros hace muchos años vendíamos bastante cristal, pero nos cerraron muchas puertas en la costa atlántica, nos pusieron techo en Cundinamarca y ahora, pues lo estamos recuperando con amarillo donde vamos a vender aproximadamente este año siete millones de botellas y esperábamos vender 12 millones” dijo Mauricio Vélez, gerente de mercadeo y ventas de la Licorera de Caldas.
La empresa también manifestó que diciembre es uno de sus mejores meses pues las fiestas que se celebran les generan 17% de las ventas totales de un año, lo que se traduce en que para navidades se puede vender el doble que en uno convencional.
“Este año que vamos a caer 10% en las ventas en botellas, sin embargo, en dinero vamos a vender prácticamente lo mismo del año pasado que fue el año récord en toda la historia de la licorera. De categorías muy costosas, como whisky y rones, son las más golpeadas por el poder adquisitivo y la situación del país y otras como los aguardientes que es la categoría espirituosos más económica, está ganando mucho y está creciendo por encima de 20%”, apuntó Vélez.
La marca ha tenido ciertos problemas, primero en Cundinamarca por fallas en con el registro Invima y recientemente ganó una lucha con el aguardiente real por sus similitudes.
La razón por la que los aguardientes no se pueden comercializar en departamentos diferentes a su lugar de origen se entiende en la ley 1816 de 2016 que explica que “cada departamento ejercerá el monopolio de distribución y comercialización respecto de los licores destilados que produzca directamente”.
Es importante destacar que los gobernadores de los departamentos tienen la autoridad legal para implementar medidas especiales de protección para el aguardiente local. Esto incluye la facultad de detener la emisión de permisos para la entrada de bebidas provenientes de otras regiones y prohibir su venta en el territorio.
El ron y el aguardiente, señalan que estos son los principales licores comercializados en el país, según dijo Fedesarollo al revisar varios estudios.
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