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La marca, que se considera de dominio público, comercializa 20 millones de botellas al año
Sin equipo de ventas ni publicidad ni registro de marca. Así es el negocio de la salsa picante Sriracha, que gana más de US$150 millones al año y que hizo rico a un inmigrante vietnamita, David Tran, quien tuvo que abandonar su país como refugiado luego de la guerra. En el barrio de Chinatown, en Los Ángeles, Tran empezó a vender una salsa tailandesa, creada en el disrito de Si Racha, y que antes se comercializaba con el nombre de Sriraja Panich.
Además de su sabor, una de las características que identifican la Sriracha es su botella con escritura en cuatro idiomas (vietnamita, inglés, mandarín y español) con la imagen de un gallo y su tapa verde. El gallo y la tapa son los únicos elementos registrados por Sriracha. Su receta, su nombre, la tipografía y la etiqueta se consideran de dominio público.
La empresa fabricante de la salsa se llama hoy Huy Fong Foods, como el carguero que transportó a Tran de Vietnam a EE.UU., cuyo nombre significa Recogiendo Prosperidad, y produce 3.000 botellas cada hora. Su propietario no ha variado ni sus ingredientes ni su precio desde que la empezó a vender en 1980, a pesar de que comercializa alrededor de 20 millones de unidades de salsa al año.
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