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La Superintendencia de Sociedades ordenó en audiencia pública la liquidación, pero se abrirá plazo de 30 días para recibir ofertas
Justo & Bueno parece estar en sus últimas horas, pero la Superintendencia de Sociedades le dio una nueva oportunidad de supervivencia. Ayer se ordenó la liquidación judicial de la cadena de retail y quedó en cuidados intensivos, pero aferrada a un respirador artificial que deja espacio para recuperarse: se abrió un plazo de 30 días para que se presenten nuevas ofertas para salvar la empresa.
El fundador de la compañía, Michel Olmi, se pronunció sobre la decisión del juez como "una luz de esperanza para que Justo & Bueno continúe aportando a tantas familias y al país”.
La liquidación de Mercadería S.A.S. Justo & Bueno se produce tras el frustrado rescate de parte de la firma china Joining Future Capital International, que había anunciado una inyección de recursos por $2,4 billones que nunca llegó. La cadena anunció el cierre de sus tiendas y centros de distribución, y solicitó la liquidación. La Supersociedades la ordenó, y sus bienes y activos entraron en secuestro para definir un plan para cubrir acreencias e indemnizaciones. En el mismo proceso trascendió que hoy las deudas totales suman más de $1,7 billones.
Hoy más de 5.300 trabajadores y proveedores están en vilo, a esperas de que les resuelvan sus deudas.
Pero aún no se ha dicho la última palabra sobre la liquidación. Si bien se dejó como único mecanismo de reorganización el contemplado en el artículo 6 de la Ley 560 de 2020, en un hecho sin precedentes en este tipo de procesos se permitirá recibir nuevas propuestas para salvar la empresa.
Se trata, según informó Justo & Bueno mediante un comunicado, de "una nueva oportunidad para el salvamento de empleos, micro, pequeñas y medianas empresas que hacen parte de la cadena. Justo & Bueno agradece a todas las personas que siguen creyendo en este modelo para aportar a mejorar la calidad de vida de las familias a partir de la oferta de productos de calidad a precios justos".
La caída de Justo & Bueno
La cadena de retail, que alcanzó el tercer lugar en el mercado del retail de hard discount con un 18% de participación, detrás de D1 y Ara, atribuyó a una suma de factores críticos la debacle de su operación.
Explica que los momentos difíciles que trajo consigo la pandemia del covid-19, justo antes de alcanzar el punto de equilibrio, combinado con el estallido social de 2021, "produjeron una crisis de liquidez que afectó la operación". La empresa sostiene que agotó todas las posibilidades para luchar por un salvamento, y que anunció a aliados, autoridades, colaboradores, proveedores y propietarios de locales y centros de distribución la intención de capitalización de fondos, así como la compra de parte de un grupo internacional.
Justo & Bueno anunció en mayo del año pasado que sus deudas superaban los $77.000 millones, y que entraba en reorganización.
Su fundador, Olmi, también se refirió a la decepción sufrida luego de que los nuevos dueños no cumplieran con el giro de recursos para impulsar la empresa. “Nos duele que JF Capital International no haya logrado cumplir con el plazo del 10 de mayo para la inyección de capital dirigida al pago de deudas y fortalecimiento de la operación. Este acuerdo se cerró a finales de marzo y siempre confiamos plenamente en la buena fe del comprador y en que lograría cumplir los compromisos. Sabemos que hicieron muchos esfuerzos hasta el último momento para nacionalizar los recursos y no lograron concretar".
Así mismo, rechazó las que describió como "referencias despectivas y discriminatorias a la cultura china", y defendió el papel de la empresa aunque no haya girado los recursos prometidos. "Esta es una empresa colocadora de capitales con inversiones de alto impacto alrededor del mundo, y fue la única que creyó en Colombia, en Justo & Bueno y de manera ágil concretó una oferta en firme para salvar la compañía”, dijo Olmi acerca del rescate que no llegó. Los dineros entrarían a cubrir los gastos de operación en lo corrido de este año, así como las deudas contraídas con aliados y proveedores, que generaron un déficit de $135.000 millones.
En medio de todo, Olmi destacó que el modelo de Justo & Bueno logró atraer desde 2009 más de US$500 millones de inversión para el país, y generó miles de empleos.
“Lamentamos profundamente esta situación tan dolorosa para todos. Confiamos hasta el último momento en las distintas alternativas de continuidad de la empresa y la esperanza de poder cumplir con nuestros compromisos. Agradecemos a todos los que entregaron todo por este sueño y a los hogares colombianos que aun confían en Justo & Bueno. Era una prueba muy difícil pero pensamos que podríamos lograrlo después de haber probado en Colombia este modelo para mejorar la calidad de vida de las personas”, concluyó el fundador de la cadena.
A partir de hoy comenzará el empalme del liquidador con el equipo administrativo de Mercadería, a la cual le quedan 30 días para recibir nuevas propuestas de salvamento.
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