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General Electric se dividirá en aviación, salud y energía. Su presidente dice que así responderán mejor a interés de inversionistas
El conglomerado estadounidense General Electric, conocido ahora como GE, fue una de las empresas que padeció directamente el impacto de la pandemia y la crisis de suministros. El golpe sacudió las tres columnas en que se cimienta su operación global: healthcare, aviación y energía. Pero lograron mantenerse estables ante la turbulencia, y terminar 2021 con ingresos totales por US$74.200 millones. “Flat (plano), con cero crecimiento”, dice Luis Felipe Carrillo, presidente de GE para la región Cala, que incluye toda Latinoamérica excepto Brasil. La compañía vendió a nivel global 66.000 motores comerciales y militares y 59.000 turbinas eólicas y de gas. En el marco de sus 95 años de presencia en Colombia, Carrillo habló con LR sobre la decisión de dividir el negocio, y el reto de pilotear contra la inflación en 2022.
¿Cómo los golpeó el covid?
2021 fue claramente muchísimo mejor que 2020. Muchas de nuestras industrias sufrieron significativamente. La aviación, que es un gran porcentaje del portafolio, tuvo una baja estrepitosa. En 21 empezó una recuperación notable, empezó a mejorar hasta que vino ómicron. Energía, lo mismo, las recuperaciones económicas fueron significativas y con eso se recuperó el consumo de energía eléctrica. Y en el negocio de salud empezamos a ver de nuevo las órdenes que habían sido dejadas de lado, todos los tratamientos de inclusive cáncer. A finales de 21, los temas de supply chain, de suministros en el mundo, empezaron a pasar factura y todavía lo vemos.
¿Qué impacto ven?
Los primeros seis meses de este año van a ser muy duros del punto de vista de disponibilidad de suministro e inflación. Tienes una demanda represada de muchos componentes en el mundo. Muchísimos proveedores tratando de cubrir ese backlog que tienen acumulados. Y tenemos una persistente inflación dada por los estímulos que ha habido en todos los países del mundo, que hace que sea muy difícil mantener los precios de muchos proveedores, y eso ha ido afectando toda la cadena de suministro hasta el cliente final. Eso sí es un gran viento en contra que tenemos como negocio hoy en día.
¿Por qué la separación?
Anunciamos que estamos en un proceso de desconsolidación de un conglomerado, que está avanzando bastante bien. Vamos a tener un negocio independiente de healthcare, un negocio de energy y un negocio de aviación. La primera de esas unidades, healthcare, va a terminar de hacer el spin off en primer trimestre del próximo año. Energía debería separarse en 2024. Con eso deja de existir el conglomerado como tal, y vas a tener tres compañías independientes que flotan en bolsa con sus propias estructuras de capital, con un enfoque mucho más preciso, alineado con lo que hablamos con inversionistas, de no querer diversificar dentro de un conglomerado, sino tener realmente compañías pure play, con sus juntas directivas y propia capacidad para crecer en sus espacios.
¿Y cuál será el enfoque?
Uno es el futuro de la aviación, que tiene que ver con cuál es la propulsión más allá de los combustibles; tenemos las máquinas más eficientes del mundo, pero en un mundo descarbonizado, que es lo que viene, estamos trabajando en tecnologías híbridas eléctricas. En propulsión con hidrógeno, aparte de combustibles sustentables. En energía estamos trabajando descarbonización, con captura de carbón, hidrógenos, que las tecnologías renovables sean más estables. Reduciendo la necesidad de máquinas estilo térmico. Y estamos trabajando en salud de precisión, con diagnóstico y tratamiento especializado para el individuo, usando analítica y tecnología de imágenes, en función de la genética.
¿Cómo les fue en 2021?
En números globales el crecimiento de ventas el año pasado fue cercano a cero, flat. Con los márgenes y las órdenes creciendo mucho. Se empezó a notar que los problemas de suministro no permitían despachar de la misma forma como venías despachando los primeros trimestres. La recuperación fue bastante rápida y se ralentizó al final, cuando simplemente no tenías capacidad de despachar.
¿Cómo enfrentaron la crisis?
La cadena de suministro ha tenido un impacto en dos temas muy grandes: el tiempo de espera para los productos, que en algunos productos sensibles se multiplicó por 5 y 6; si entregabas algo en 30 días, pasamos a no poder entregar sino en 180 días. Eso es una distorsión para tus clientes absolutamente dramática porque te afecta todos los planes de inversión. El segundo impacto es, con la inflación, mantener precios con la poca habilidad de los proveedores para poder entender lo que viene. La validez de las ofertas ha estado muy restringida. Es muy difícil poder mantener la validez para una planta eléctrica, digamos, más allá de 30 o 60 días.
¿Con quién trabajan?
Al mirar el mercado colombiano, Viva y Avianca son clientes importantísimos. Son clientes que han sufrido mucho con la pandemia. Nuestro trabajo ha tenido que ser cómo ayudamos a estos clientes a salir de esta situación, y hemos tenido que negociar con muchos de ellos para poder darles lo mejor que podamos ofrecer en tratar de salir de esta situación. En energía, somos los proveedores de turbinas hidro para Hidroituango, por ejemplo; hasta turbinas de gas para Termoyopal, Termosierra.
¿Cómo ven 2022?
Los tiempos de entrega van a estar más largos, va a ser más difícil cumplir compromisos. Va a haber dificultades en los costos; cualquier proyecto nuevo que aparezca va a enfrentar condiciones más difíciles que el año anterior; encima tenemos costo de financiamiento más caros para los proyectos, tasas de interés que están subiendo por la misma inflación, así que potencialmente también vamos a tener un efecto. Colombia es para nosotros uno de los mercados más antiguos en la región. Queremos seguir profundizando la relación con nuestros clientes y que para nada este proceso de separación los afecte en lo más mínimo; seguir operando al más alto nivel. Aún en un contexto en que todos andan preocupado con qué va a pasar con la economía, con la política. Para nosotros, la existencia en Colombia ha pasado todos los ciclos posibles, y seguiremos haciendo negocios.
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De acuerdo con la empresa, esta cifra reflejó un crecimiento de 11,5% frente al mismo periodo del año pasado, cuando los datos eran por $4,1 billones
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