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El padre Harold Castilla Devoz, rector de la Uniminuto, habla de los logros y planes de expansión de la institución a propósito de los 30 años de su fundación.
Este año, la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Uniminuto) ingresó por primera vez al reconocido ranking de las mejores universidades latinoamericanas elaborado por la firma QS. Este reconocimiento es señal del buen camino que recorre la institución desde hace 30 años, y cuyos hitos explica su rector, el padre Harold Castilla Devoz.
¿Cuál es el alcance de la universidad en su aniversario?
Tenemos presencia nacional en 23 departamentos, con una acción muy directa en 62 municipios. Hemos llegado precisamente a lugares donde hay necesidad de educación. Hacemos alianzas con grupos empresariales para llegar a los territorios y hacemos posible que la educación esté disponible en una región; y que la educación sea un camino de desarrollo humano y de desarrollo territorial sostenible. Y tenemos un número muy significativo de 105.000 estudiantes entre pregrado, posgrado y educación continua. Somos la universidad privada más grande en este momento por número de estudiantes.
¿Cómo han llegado a este número?
A través de las acciones estratégicas innovadoras de Uniminuto en estos 30 años. Por ejemplo, las modalidades de educación superior a distancia y virtual ha permitido una penetración en las regiones; y es el género femenino el que caracteriza a ese total de estudiantes, con 68%. También tenemos una estrategia de precio, una acción que ha permitido -desde la misionalidad de Uniminuto de atender a los más necesitados- que el precio no sea una barrera. Hacemos toda una estructuración financiera que permite que nuestros precios sean adecuados para los estratos uno, dos y tres, que es donde se concentran nuestros estudiantes. Es un modelo a bajo costo con calidad.
Hay un porcentaje de ingresos de la universidad que se destina a apoyos financieros para estudiantes. ¿Cómo funciona este modelo?
El modelo tiene que ver con una gran apuesta misional de apoyo. Es cómo hacer posible que nuestros estudiantes ingresen, permanezcan y se egresen de la universidad. Apoyamos en becas, subsidios y convenios; apoyamos los créditos del Icetex. También tenemos la estructuración de una cooperativa con una línea educativa para préstamos coherentes con las necesidades de los estudiantes.
¿Cuál es la apuesta de la universidad en oferta de carreras?
Desde el comienzo, nuestra apuesta de los campos de conocimiento ha estado muy ligada a la praxis del Minuto de Dios. Al campo de la construcción, administración, ciencias humanas, ciencias sociales, ciencias de la educación. Y a raíz de ello, tenemos un gran número de programas en las tres modalidades y en distintos niveles de formación: técnico, tecnológico, profesional, y especializaciones y maestrías. Tenemos un número aproximado de 220 registros calificados en esos campos de conocimiento. Estamos proyectando entrar en el campo de las ciencias de la salud, ciencias de las artes, patrimonio, cultura e historia. Siempre de la mano de las nuevas necesidades de los sectores laborales y de los estudiantes.
¿Cómo se están adaptando a la llegada de las plataformas digitales que ofrecen muchas modalidades de educación?
Estamos en un momento de transformación. Hemos hecho toda una integración con modelos disruptivos e innovadores: una flexibilidad curricular de nuestro proyecto educativo, y al mismo tiempo, conectada con un programa formal que le permita estar siempre ligado a un proceso de formación a lo largo de la vida. Y también hemos incorporado las plataformas Coursera y Crehana a nuestro proyecto educativo. Estos cursos son validados por nuestra institución. De hecho, 10.000 estudiantes ya están tomando cursos de estas plataformas.
¿Cómo están en empleabilidad y en I+D?
Tenemos 172.000 egresados a lo largo de estos 30 años, y estamos por encima de la media nacional de empleabilidad. También tenemos 88 grupos de investigación, que están enfocados a solucionar las necesidades de los te- rritorios. Somos la tercera institución de educación superior de este país en número de patentes reconocidas, que son ocho, y en procesos de reconocimiento, que son 22.
Uno de los principales debates en el último mes ha sido el aumento de la matrículas. ¿Cuánto aumentarán?
El precio es la principal barrera que enfrentan los jóvenes para acceder a la educación. Durante los últimos cinco años, desde que soy rector, siempre hemos tenido un precio de matrícula en congruencia del IPC. Y nuestros precios ya de por sí son accesibles. Parte de nuestra misión es no encarecer el servicio.
¿Cómo ve los retos para el sector el próximo año?
Es muy importante la transformación digital: en términos de incorporación y apropiación para la pedagogía; en análisis de datos e inteligencia artificial para tener modelos predictivos que analicen cuándo un estudiante esté en peligro de perder el semestre. También se ha transformado el trabajo, entonces tenemos que hacer un análisis permanente para adaptarnos a las nuevas necesidades.
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