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María Paulina Gómez, líder del programa SIBs.CO, encabezó el foro ‘Bonos de impacto social’. Empresarios que lideran iniciativas en la materia expusieron sus beneficios
Uno de los temas que cala hoy en el mundo empresarial es el de los Bonos de Impacto Social, y, en esa línea, el Mecanismo de Pagos por Resultados (MPR). Ambos se ubican dentro de las nuevas políticas de las compañías que responden a nuevas demandas de la sociedad, como lo es invertir en el componente social.
Por todo esto y para entender mejor de qué tratan ambos recursos empresariales, cuáles son sus impactos sociales y los beneficios, LR realizó un nuevo capítulo del ciclo de foros ‘Bonos de Impacto Social’, esta vez enfocado en “pagar por resultados en empleo”, con el fin de abrir la discusión, mostrar los avances y visibilizar casos de éxito. Es el tercer capítulo temático del ciclo.
Para empezar, en el foro se explicó lo que es un bono social. Los participantes indicaron que es un vehículo financiero que permite canalizar recursos de inversionistas privados para la financiación de proyectos públicos de interés social, a partir de un esquema de pago por resultados.
Los panelistas encargados de hablar sobre el tema fueron César Andrés Rodríguez, director de inversiones de Corporación Inversor; Rafael Arias, gerente de educación y empleo de Fundación Corona, y Alfredo Bateman Serrano, secretario de desarrollo económico de Bogotá.
El director de inversiones de Corporación Inversor, empresa que ya ha implementado tres de los cuatro bonos sociales que se han emitido en Colombia, empezó diciendo que el rol de su compañía en estos temas ha sido articular el capital privado necesario pare ejecutar el esquema de pagos por resultados y realizar un acompañamiento a los implementadores de la intervención en terreno.
Y es que los operadores son los encargados de implementar los programas y, por ende, los que reciben el capital para financiar la operación de parte de inversionistas privados.
Uno de los proyectos de impacto social en el cual se paga por resultados es el de la generación de inclusión de empleo.
En el foro, el gerente de educación y empleo de Fundación Corona empezó hablando, precisamente, sobre el concepto de empleo inclusivo. Explicó que la inclusión en términos de empleo significa tener en cuenta, a la hora de contratar, un enfoque diferencial que abra el espectro del empleador para eliminar las barreras que ciertos sectores de la población sufren con mayor determinación.
“El desempleo no afecta por igual a todas las poblaciones, pues impacta de manera diferencial a las personas vulnerables. Esto se manifiesta en informalidad y mayor pobreza”, dijo Arias. Por lo que agregó que las barreras de empleo por tipo de población, es lo que buscan eliminar los bonos sociales. Esto teniendo en cuenta que, según María Paulina Gómez, líder del programa SIBs.CO, Colombia es uno de los países de la región con las tasas de desempleo más altas y de informalidad. Todo esto a pesar de las inversiones que el sector público hace para mejorar el problema, muchas veces sin éxito. Por eso, dice que el país ahora cuenta con un mecanismo innovador que son los bonos, y que se vienen construyendo desde hace cinco años en Colombia.
Teniendo en cuenta que, según Gómez, Colombia es el primer país en vía de desarrollo que implementa un bono de impacto social. Alfredo Bateman Serrano, secretario de desarrollo económico de Bogotá, entidad que lanzó una licitación para el programa de Pago por Resultados en América Latina, agregó que la pandemia fue un gran impulsor para llevar el pago por resultados a una mayor escala.
“En la coyuntura de la pandemia hubo una tormenta perfecta para llevar el instrumento de resultados a otra escala, porque allí se profundizó la exclusión laboral. En la crisis nos dimos cuenta que, por ejemplo, las mujeres eran las más afectadas en el desempleo”, afirmó Bateman. Añadió que la institucionalidad debe ponerse el reto de innovar en la inversión. Ejemplificó que en el programa de Bogotá recibieron 24 ofertas, de nueve diferentes proponentes.
Adriana Guillén, presidenta ejecutiva, señaló que para la vigencia 2025 se tiene una disponibilidad de 65.000 subsidios anuales
En cuanto a la actualidad de Coosalud Inversa, María José Navarro, supersolidaria, dijo que se tomó posesión de la cooperativa