David Escobar, director de la caja de compensación Comfama.
LABORAL

“Alza de 20% en afiliados independientes muestra un cambio en el mercado laboral”

sábado, 5 de abril de 2025

David Escobar, director de la caja de compensación Comfama.

Foto: Comfama

David Escobar, director de Comfama, indicó que deben cuidarse las actuales capacidades del sistema de salud y equiparar primas entre regímenes subsidiado contributivo

David Escobar, director de Comfama, resaltó que, al cierre de 2024, los ingresos totales de la caja de compensación alcanzaron $2,8 billones y crecieron 13,2%; una expansión que superó la inflación acumulada el año pasado de 5,2%.

Más allá de las métricas, compartió su perspectiva frente a temas coyunturales como las reformas laboral y a la salud, renglones en los que la entidad tiene incidencia directa dado que canaliza recursos de las empresas para mejorar las condiciones de los empleados y posee una red de atención para pacientes.

Desde su óptica, ambos proyectos necesitan ajustes y el de salud tiene “cosas valiosas y cosas que destruyen”.

David Escobar, director de la caja de compensación Comfama.
David Escobar, director de la caja de compensación Comfama.

¿Cómo cerraron los ingresos en 2024?

Los ingresos totales, sumando todas las filiales, alcanzaron $2,8 billones y crecieron 13,3%, por encima de la inflación que fue de 5,2%. Esto hace que puedan crecer más las coberturas sociales.

¿Crecieron los afiliados?

Nosotros ya llegamos a casi 1,4 millones de afiliados y si uno suma a sus familiares estaríamos hablando de otros 1,3 millones de personas, entonces crecer 2,6% en afiliados durante un año como el pasado, es un resultado tremendo.

Ahora, los afiliados dependientes permanecieron casi estables, fueron 1,28 millones en total (-0,8%), pero los independientes fueron 41.562 y crecieron 20% anual y eso denota una estructura de empleo que está cambiando. Nuestra hipótesis es que esos independientes que llamamos freelance en inglés serán cada vez más importantes en la economía.

LOS CONTRASTES

  • Adriana Guillén arango - Asocajas
  • Adriana GuillénPresidente de Asocajas

    “Las Cajas hemos estado en el sistema de salud por décadas, incluso antes de la Ley 100, brindando servicios con responsabilidad, eficiencia, transparencia y humanidad a través de las IPS”.

¿Qué sensaciones hay entre los empresarios mientras en el país se habla de incertidumbre?

Esto no es más que una percepción mía, pero los empresarios en Antioquia son prudentes en el corto plazo y profundamente optimistas en el mediano y en el largo plazo.

En el primer bimestre de este año, vimos crecimientos encima de 20.000 o 25.000 empleos contra los mismos meses del año pasado.

Resaltaría también, de lo que es la mente del empresario antioqueño, la prioridad en la inversión y el crecimiento, el trabajo con los gobiernos y la reactivación de sus programas de responsabilidad social.

En el área laboral, ¿qué revisión podría hacer de la consulta popular que planea el Gobierno?

En un mundo en el que hay cada vez más plataformas que conectan tareas con necesidades y en el que tenemos más adultos y menos niños, nos deberíamos plantear las preguntas grandes: ¿qué está pasando en el mundo y en el país? Esto para tener una reforma que mejore el bienestar de todos los trabajadores, porque la reforma actual protege solo a un tipo de trabajador y eso es encomiable, pero insuficiente.

Y en la reforma a la salud, ¿qué puntos hay que revisar?

La reforma a la salud tiene cosas valiosas y cosas que destruyen. Lo primero es pensar qué es lo que debemos cuidar: hay que cuidar las capacidades de las EPS, que saben manejar riesgo y contratar redes de servicio; la capacidad de hospitales y clínicas; la experiencia de las cajas que tenemos redes de atención primaria y la calidad de los médicos y enfermeras del país, que es extraordinaria.

¿Qué hay que ajustar? Las diferencias entre régimen contributivo y subsidiado, si tienen los mismos beneficios, deben tener las mismas primas y financiación; el acceso de calidad en la ruralidad, incorporación de tecnologías y habilitar un Invima más ágil. Luego, pensar en un modelo más allá de la atención de la enfermedad.