“Las plazas de toros, en Colombia, deben adaptarse y transformarse con el comercio”

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Aunque la semana pasada el Congreso de la República prohibió las corridas de toros en Colombia, esta medida entrará en vigencia en 2027, mientras se llegan a conciliaciones y reconversiones con los sectores económicos que generan sus sustentos con la tauromaquia y eventos culturales como la Feria de Manizales o de Cali.

Pero algunas entidades ya habían empezado con la transformación de estos espacios como lo fue el Circo - Teatro La Serrezuela, en Cartagena. Aaron Cohen, gerente general de Promotora Cohen, constructora encargada de la remodelación, contó los detalles del cambio al comercio de esta edificación.

¿Qué deben hacer las plazas de toros con la prohibición?

Las plazas de toros deben transformarse dependiendo de los diccionarios de las alcaldías y de los desarrolladores, para que dejen de ser simplemente un espacio que representan eventos y se conviertan en grandes complejos de entretenimiento.

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Creo que hay una gran oportunidad en la mayoría de estos sitios, son plazas que están en el fondo de la memoria colectiva de la ciudad. La Santa María, en Bogotá, está metida en la memoria colectiva de la capital sin hablar de las Torres del Parque alrededor, pues pensar que alrededor de la Plaza Mayor, en la parte de atrás, hay un proceso de renovación de la misma estructura, con el fin de convertirse más allá de simplemente una plaza de los conciertos.

¿Cómo se encuentra la plaza de toros de Cartagena?

El Circo - Teatro La Serrezuela tiene varios locales comerciales y hacemos mucho énfasis en la parte gastronómica, con una oferta de comida muy interesante, con marcas reconocidas en el mercado, que están curadas. A parte, es un gran centro de eventos para la plaza antigua en la que también se realizan todo tipo de convenciones, incluso se han llevado acabo matrimonios y conciertos.

Además, contamos un centro comercial para la disposición de más de 600 personas. La Serrezuela está categorizada como un gran centro de experiencias en la ciudad, por el componente arquitectónico y patrimonial que es muy importante.

¿Cómo nació la idea de transformar esta plaza?

La plaza de toros estaba abandonada, no se usaba para estas actividades desde 1972. Como es un monumento nacional tocaba reconstruir, más no demoler, por lo que era un requerimiento generar una cantidad de usos, que permitiera hacer viable el costo de su restitución. Además, obligaba a que tuviera una cantidad de usos comerciales importantes a su alrededor y que permitiera mantener la realización de escenarios de circo y teatro, porque ya plaza de toros contaba con un teatro, de ahí el nombre.

¿Cuáles fueron los desafíos de la remodelación?

Fue un proyecto desafiante, la naturaleza histórica del edificio y lo que representa en el colectivo de los cartageneros creó grandes expectativas. Tuvimos que encontrar un equilibrio entre la viabilidad financiera del desarrollo, los desafíos técnicos de la construcción cerca de la costa, la reconstrucción del monumento que, por cierto, es una de las mayores estructuras de madera en Colombia.

¿Qué otros proyectos están pensando en la constructora?

La realidad es que el sector está bastante golpeado, pero estamos estudiando proyectos importantes tanto en Bogotá, como en Cartagena. Son proyectos de hotelería en Cartagena, tanto en la ciudad antigua, como en la isla de Terra Bomba. Estamos mirando varios proyectos de estratos seis en Bogotá en Chico Norte y La Cabera, que tienen inversiones entre $150.000 millones y $200.000 millones.