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Guido Patrignani, CEO de Greenwood Energy, habló sobre el proyecto Terra Initiative que está siendo ejecutado con la comunidad
El colchón energético de Colombia es el norte del país. El recurso eólico en la costa es comparable en intensidad y constancia al obtenible en condiciones ‘offshore’ con factores de planta que superan 60%. El recurso solar también es abundante donde las instalaciones de tecnología solar foto voltaica alcanzan factores de planta superiores a 20%.
Precisamente por esta capacidad de generación de energía que hay un amplio espectro de oportunidades para proyectos de inversión, como lo es el Terra Initiative, de Greenwood Energy, la construcción de pueblos a partir de la ejecución de seis plantas solares con la comunidad arhuaca en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Guido Patrignani, CEO de Greenwood Energy, habló sobre la ejecución del proyecto y sobre los beneficios que recibirá la comunidad.
¿Cómo es su participación en la cadena de producción?
En el país tenemos una capacidad de desarrollo de 200 megas, de los cuales tienen que empezar construcción los primeros 60 en el primer semestre de 2024, el resto se va desarrollando a partir de fines del segundo semestre de 2024, según la agenda de inversiones.
¿De qué se trata Terra Initiative de la Sierra Nevada?
Sobre esa iniciativa tenemos una serie de proyectos de generación distribuida que implica desarrollar contratos directamente con el cliente final, desarrollar sus locaciones, y en el caso del proyecto indígena son plantas solares para la transmisión nacional, y que son a través de subestaciones de media y alta tensión.
¿Cuánto recibiría la comunidad?
Las dos plantas solares, cada una con 20 megavatios pico, representarían $80 millones por mes, y $980 millones al año, ya que hay un ingreso cercano a $12 por kilovatio/hora.
¿Por qué hablan de crear nuevos pueblos?
Hemos desarrollado este modelo de negocio y básicamente le proveemos dinero, fondos al pueblo arhuaco para que ellos mismos construyan, de forma tradicional, la comunidad en si misma y sus saberes sagrados.
¿Cómo se beneficiará la comunidad?
Las plantas solares no están conectadas al pueblo indígena, ellas entregan la energía a una red eléctrica a través de una línea de transmisión propia, y básicamente lo que recibe la comunidad es un porcentaje ambiental, que es un precio de kilovatio por hora, y eso representa entre un 4% o 5% entre las brutas netas de energía. Esto es para entregarle un mecanismo privado a largo plazo para que ellos puedan continuar con su estrategia de adquisición de tierras, y este generador de fondos tiene un efecto exponencial en el tiempo, porque después de los 25 años de generación, nosotros le donamos las plantas a la comunidad.
¿Para qué estará destinado ese dinero?
El proceso de adquisición de tierras es un punto entre la implementación del Acuerdo de Paz que queremos ayudar a cumplir, y es sencillamente entregando fondos para la generación de energía en una zona donde la capacidad operativa es amplia por la potencia solar de las plantas. Para estos proyectos hemos invertido US$150 millones en los tres sitios a ejecutar en la Sierra.
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