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Gustavo Lenis Steffens, presidente de Fabricato, habló en Colombiatex de Las Américas sobre el comportamiento del mercado y su caída de más de 20% en ventas
La desaceleración económica en Colombia tuvo un impacto que afectó casi que a todos los mercados, incluyendo a la industria textil.
En Colombia, este mercado tiene un tamaño de $32 billones, según cifras de Inexmoda, pero con una alta inflación y altos niveles de tasas de interés, el consumo, según cifras del sector, fue más moderado. A esto se le suma uno de los flagelos de la informalidad en Colombia: el contrabando. Gustavo Lenis Steffens, presidente de Fabricato, habló sobre el comportamiento del mercado desde 2022 y las expectativas que tienen para 2024.
El 2024 va a ser menos malo que 2023, porque finalmente hay mucha menos existencia. A mí me preocupa el tema del contrabando. Yo, por ejemplo, en denim no tengo ninguna esperanza. Es decir, nosotros estamos tan llenos de contrabando en este país, que, bueno, tú consigues telas a $7.000 al mes. Tanto, que nosotros hemos decidido detener la producción, el 6 de febrero, de la línea de denim por las pérdidas.
Como productores, como industria, lo más grave es la cantidad de contrabando que está entrando al país. Del mundo, un 30% de la industria es contrabando. Nosotros el año pasado estábamos hablando de un 25% y este año lo que pasó fue una barbaridad. Hay metros de denim que se consiguen por debajo de los $7.000, y eso solo valen las materias primas.
Yo creo que este año ni se notó. Y no se notó por varias razones, pero la más importante es que todos los retailers pasaron con existencias altísimas, y todo el año han estado bajando inventario.
En algunos de los almacenes de grandes superficies se notó que se subieron los precios, pero yo diría que no es una cosa que impactó en la industria como tal, sino que en los precios sí se vio reflejado, en el consumidor final.
El año pasado no fue malo, fue pésimo. Cayeron las ventas por encima de 20%. Y de nuestras expectativas de este año, pues obviamente son unas cifras menores porque no vamos a vender denim. Pero estamos más concentrados en la parte de rentabilidad.
Cuando una tela es más difícil, le hace el quite al contrabando, por eso estamos direccionados en esos segmentos.
Fabricato hace muy buen drill. Estamos incursionando en el mercado de dotaciones, en fibra, en telas técnicas, en la parte médica.
Nosotros hicimos una inversión muy importante el año pasado de US$2 millones en el montaje de una una planta de recuperado, que me atrevo a decir que es la más moderna de Latinoamérica sin temor a equivocarme.
Fabricato hoy en día está recogiendo los desperdicios de tela de los talleres de confección, los retail. Estamos recogiendo prendas usadas y avanzamos haciendo convenios con muchas marcas que tienen calidad de segundas y terceras. Nosotros volvemos eso materia prima. Esta planta tiene una capacidad de 350 toneladas.
Desde hace dos años decidimos hacerlo de una agenda crucial para la compañía. También hicimos el lavado de ozonos, que lo que busca es el ahorro del agua.
Nosotros vamos a decrecer, pero yo creo que el mercado va a estar muy parecido al año pasado. Con menos congestión, que es importante, porque es que el problema del año pasado es que la congestión, es decir, los altos inventarios que había en todos los almacenes de retailers, frenaron obviamente las ventas.
La producción de tela va a mejorar, la confección también. Pero por eso mismo, por la dinámica del stock.
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