Este año, de 1.300 empresas de cannabis medicinal, 400 han cerrado sus operaciones

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En los últimos años, la industria del cannabis medicinal en Colombia ha enfrentado desafíos significativos que han llevado al sector a un estado crítico, según lo califican los representantes del sector. Aunque esta semana se podría definir la regulación para su uso recreativo, el uso medicinal todavía no avanza lo suficiente mientras intenta sobrellevar los obstáculos que todavía genera la regulación y la obtención de las licencias.

Miguel Samper, presidente de Asocolcanna, aseguró que precisamente la expedición de licencias, permisos y registros fitosanitarios se convirtió en una tarea compleja y, en algunos casos, excesivamente burocrática.

“Esto ha causado que las empresas se retiren o quiebren, así como ha perjudicado a los consumidores, en lugar de facilitarles el acceso y la producción de productos relacionados con el cannabis”, explicó Samper.

Según las cuentas que maneja el gremio, de las 1.300 empresas licenciadas, alrededor de 400 han cerrado sus operaciones este año. Además, solo se están cultivando cerca de 26 hectáreas de las 57.000 hectáreas licenciadas para el cultivo de cannabis, una cifra que representa 0,04% del total. A esto se le suma que, pesar de la demanda de pacientes, solo alrededor de 25.000 están registrados para el acceso a medicamentos a base de cannabis.

Juan Diego Álvarez, CEO de la Clínica Zerenia, dijo que también ha habido errores administrativos que se han convertido en obstáculos para el sector. “En junio del año pasado, debido a un error administrativo, el Ministerio de Salud excluyó al cannabis del plan de beneficios de salud, pero posteriormente fue reintegrado en diciembre. Estas fluctuaciones regulatorias han generado incertidumbre y dificultades en el acceso de los pacientes, además de disminuir ventas”, dijo.

El escenario se da a pesar de las altas expectativas que había sobre la industria, al punto que se hablaban de exportaciones cercanas a los US$17.000 millones y de ejemplos de países como Canadá en donde se calcula que ya ha generado US$43.500 millones.

“Se estima que solo 2.000 pacientes tienen acceso al cannabis medicinal en el país. Sin embargo, se calcula que hay aproximadamente cuatro millones de pacientes que podrían beneficiarse de su uso”, agregó Álvarez.

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Las limitaciones en la venta de la flor y la exportación de productos han afectado las ventas y la expansión de las empresas del sector. A pesar de que, como lo afirmó Juan Manuel Téllez, CEO de Green Lab, “la regulación del uso adulto del cannabis brinda oportunidades de venta en el mercado nacional y promueve productos de calidad y seguridad para los consumidores”.

La industria, aún así, espera que para 2030 se hayan generado más de 40.000 empleos en el país. Además, “se estima por algunas firmas que trabajan en estos temas que el mercado global esté en US$80.000 millones para 2025”, concluyó Samper.

Nuevas líneas de negocio

Una alternativa a esta coyuntura en la industria es la implementación de diferentes líneas de negocios. “Hemos construido marcas tanto de producto terminado como marcas de comercialización de materias primas. Tenemos un proyecto de NFT y una línea educativa. Eso nos ha permitido diversificar y tener ingresos desde varias líneas de negocio que nos ha permitido construir un proyecto bastante robusto y año a año, afortunadamente, hemos podido incrementar ventas”, comentó Juan Manuel Téllez, CEO de Green Lab. Sin embargo, todavía están por debajo de las proyecciones que se tenían inicialmente.