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Hay 1.220 empresas en procesos de insolvencia de la Supersociedades, que apuntan a la reorganización de las mismas o a la liquidación judicial
De acuerdo con los datos más recientes de la Superintendencia de Sociedades, actualmente hay 1.220 empresas en proceso de insolvencia con el fin de encauzar sus procesos de deuda, ya sea a través de una reorganización empresarial o una liquidación judicial. Dicho grupo incluye tanto a empresas micro como a grandes compañías. En algunos casos, estas firmas pueden llegar a tener activos que se acercan a los $30.000 millones.
La empresa que ronda dicha cifra es Dibacol, que de acuerdo a cifras conocidas por LR con corte al 31 de julio poseía activos por $29.285 millones. Dicho proceso está a cargo del promotor Daniel Moreno Villalba, que según datos actualizados de la Supersociedades, tiene tres procesos terminados, además de dos liquidaciones y tres promotorías en curso, según la última consulta realizada al cierre de esta edición.
En el top tres le acompañan Navelena S.A.S., cuyos activos ascienden a $21.390 millones, junto a Inversiones y Construcciones Condominios La Mansión, cuyo total llega a $4.195 millones. Los promotores de cada caso son César Laureano Negret Mosquera y Emilgen Gil Barbosa, respectivamente.
En el top 10 de empresas más grandes en procesos de insolvencia, que a su vez recogen los casos más grandes que llevan los liquidadores, cabe detallar que la cifra mínima de activos es $577 millones, correspondiente a Comercializadora de Eléctricos Bogotá, a cargo de Danilo Bernal Cabrera. Este promotor cuenta con tres liquidaciones y dos promotorías en proceso, mientras que no tiene diligencias terminadas en el registro de auxiliares de la justicia.
Tipos de procesos
Como se mencionó las dos vías posibles en los procesos son una reorganización o una liquidación y dentro de los registros de la Superintendencia, las 1.220 empresas registradas en algunos de esos dos escenarios se encuentran ubicadas en ocho subgrupos (ver gráfico) donde se evidencian actividades como reorganización, liquidación o validación judicial.
Es importante resaltar que 454 empresas, que componen 37,2% de la muestra total, están en medio de acuerdos de reorganización, según el reporte oficial de la entidad. Al respecto, el presidente de Confecámaras, Julián Domínguez, manifestó que percibe ese dato como “algo positivo”.
“Es preferible que, en un régimen de insolvencia, se de una reorganización que una liquidación, pues se da precisamente para rehabilitar la empresa. No se debe estigmatizar a compañías que están recautelando su patrimonio para efecto de reestablecer su actividad normal y pagar, que es lo que interesa a los acreedores”, afirmó.
Sin embargo, hay que mencionar que, de acuerdo a los datos más recientes de la Supersociedades, el top 10 de procesos con mayores activos está en medio de liquidaciones judiciales, de las cuales ya concluyó el de For Life Institute, dedicada al comercio al por menor de productos farmacéuticos y medicinales, además de cosméticos y artículos de tocador en establecimientos especializados.
Los activos de la empresa llegaban a $1.088 millones, y el proceso tenía como encargado a José Ramón Urrea. Además de tener una diligencia terminada, cuenta con tres liquidaciones y dos promotorías actuales, según la última consulta.
De acuerdo con las definiciones de la Superintendencia, el proceso de liquidación judicial persigue “la liquidación pronta y ordenada, buscando el aprovechamiento del patrimonio del deudor”.
Panorama por sectores
Al observar la cantidad de empresas en procesos de insolvencia por segmentos de mercado, se evidencia que casi 25% pertenece al sector de comercio, seguido de servicios, que abarca 22,97% de las compañías incluidas en dicho listado.
Frente a dicho panorama, el director del Consultorio de Comercio Exterior de la Universidad Icesi (Icecomex), José Roberto Concha, explicó que las posibles razones que lo justifican pueden ser un aumento en la cartera, ya sea que los clientes paguen más tarde, o que los proveedores exijan más corto plazo, lo que aumenta el flujo de caja.
“Otra cosa es ver en qué sector están. Si se dedican a las importaciones, el aumento del dólar pone todo más costoso y genera que salgan del mercado. Lo otro son los discounters, como D1, Ara o Justo y Bueno, que están entrando fuerte al mercado y han generado muchos problemas para varias compañías a la hora de competir con ellos”, añadió.
No hay que alarmarse
Ante la cantidad de compañías incluidas en el listado de procesos de insolvencia, el experto en empresas de la Universidad Nacional, Raúl Ávila, dijo que “esos son temas normales en ciclos de desarrollo empresarial”, pues se utilizan para poder pagarle a aquellos con quienes se tienen deudas.
“La idea es evitar que caigan en procesos de deuda y que tengan que entrar en liquidación. El Estado viene trabajando mucho para que las empresas se mantengan y no se acaben de un momento a otro”, concluyó el experto, quien también destacó la labor de las Cámaras de Comercio al momento de identificar riesgos.
¿Qué hacer para evitar entrar en alguno de estos procesos?
Según Domínguez se han venido estudiando factores como lograr que las empresas tengan mayor duración y que crezcan por encima de 10%. Para tener éxito en esto, se requiere establecer prácticas organizacionales sanas, adoptar la innovación como parte del ADN de las empresas, hacer alianzas con los proveedores, cuidar “celosamente” los recursos humanos, exportar (o tener una mentalidad exportadora) y, finalmente, tener una actitud de responsabilidad social con la región y con el país. En materia de regiones, Bogotá, Antioquia y Valle tienen alrededor de 72% de las empresas en procesos de insolvencia.
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